Si de seguros hablamos en el medio, “seguro” que no hay nadie que no conozca a Cristian Bühler.
Y nos remontamos a más de cuarenta años cuando aparece la dupla Bühler & Parrado.
En esta actividad despuntaba el sector de la náutica, como líder de los brókers náuticos.
Hoy en día sorprende que no exista la obligatoriedad del seguro de embarcaciones, es un tema que nos preocupa y por eso estuvimos con Cristian Bühler, titular de Bühler Seguros en su oficina de Beccar para aclarar algunos puntos acerca de ello.

Barcos: Christian, ¿cómo fueron los inicios en seguros de embarcaciones?

Cristian Bühler: Con Carlos (Parrado), en el ’82 nos mudamos a Acassuso, frente a lo que era el Tanti, ahora es Carrefour. Es la galería donde estaba Súbito, el Banco Galicia, etc. Libertador 14870, en el primer piso.
Me caso el 2 de abril y Carlos se casaba al año siguiente… Yo lo despertaba y le decía “Dale, te tenes que levantar que el año que viene te casas”.
Era muy divertido porque empezamos en una nueva oficina. Llegaba un cliente, lo atendía él, llegaba otro y lo atendía yo…nos turnábamos también en el teléfono y así fuimos creciendo.
Recuerdo a un cliente, el Negro Santana me había tocado a mí y un día me dice, con la sinceridad que lo caracterizaba: “A mí no me gusta su cara” … “Está bien, es el factor humano, pero no se preocupe que lo va a atender Carlos, mi socio”. Y con él se llevaba bárbaro.
Fue una etapa, 13 años ahí, y después 5 pasando la cuadra siguiente de los anticuarios en Libertador, más 15/20 Salones Náuticos… una cosa infernal. Íbamos a Rosario a visitar clubes, a dar charlas de seguros. Carlos Sacaggio, que era gerente del Grupo Juncal sector embarcaciones, organizaba pucheros en el Yacht Club Argentino e invitaba gente del ambiente para dar a conocer los seguros náuticos, así se dio a conocer una póliza que no existía, y al mismo tiempo a tomar conciencia de la realidad del seguro de embarcaciones que fue elegido por muchos navegantes. De esa forma fuimos creciendo un poquito más, y otro poco más.
Después de nuestros viajes a Rosario, cuando recién comenzaba Marina del Norte, teníamos una oficina debajo, donde íbamos los fines de semana, sábado y domingo a la tarde a captar clientes nuevos. Nos dimos cuenta que la gente en esos días lo que menos quiere es que le vendas algo, salvo que sea algo urgente.
Fue una gran época de crecimiento laboral y personal.

B: ¿En qué año se separaron?

CB: Hasta fines del ’99 estuvimos juntos. A partir de esa fecha, Carlos inaugura la casa del Bajo de San Isidro y yo empecé en esta nueva oficina, con una actividad paralela. Ahí se nos complicó porque yo no podía estar en los dos lados y creciendo más con los seguros. Hoy en día Parrado es una potencia en seguros. ¡Y digo grandes en serio! a nivel Nacional.
Yo seguí en otra sintonía, más tranquilo pero siempre en seguros náuticos. El cliente, luego comenzó a solicitar otros seguros,
Entonces me pasó que en esa época quería algo más que entregar una póliza, lo sentía como una cosa árida y fue cuando empecé a buscar algo distinto. A través de los seguros náuticos encontré el contacto con el cliente. Carlos iba más por la vela, yo iba más por mi actividad en la motonáutica y se fue dividiendo la cartera entre nosotros. Eso te daba una posición, interés. Por ejemplo, “Ah, ¿vos corres? ¿Vos sos el que levantó a Scioli en su accidente?” Actitudes que te iban generando un vínculo muy lindo.
Y esta segunda etapa para mí, fue de menos crecimiento porque me dediqué a otra actividad, (algo que me pasó con lo) relacionado al campo, a la actividad agrícola ganadera. Empecé con dos vacas y hoy tenemos más de 200. Y eso te da mucha satisfacción: ver el crecimiento del propio trabajo. Cada 3 semanas voy para allá, a Maipú. Ver el desarrollo, ya sea en seguros o en hacienda, es muy satisfactorio.

B: Entremos en el terreno de los seguros, propiamente dicho

CB: Lo que sorprende aún es que en 40 años de seguros náuticos siga sin ser obligatorio asegurar la embarcación. Es increíble.

B: Y es increíble también la cantidad de siniestros que se conocen…por ejemplo el de incendios

CB: El tema incendios, si es en guardería es un problema. Les piden a los clientes que cada uno presente su póliza. Pongamos como ejemplo un galpón que tiene 200 lanchas, 5 galpones= 1000 lanchas. No puede abarcar un seguro de incendio para todo ese capital. Ese seguro por incendio o responsabilidad civil por incendio, si se llega a quemar el que está en la cama de arriba, tenes que cumplir con ella.
Hay también un tema porque el seguro que tenes contratado contra terceros toma el valor de tu embarcación, así que si el evento es con un barco de mayor valor, sólo te va a cubrir el valor del tuyo. Eso es por derecho marítimo. Por suerte no es lo habitual y siempre hay una solución.
Después está la otra parte, la responsabilidad civil por personas, son esos accidentes de embarcaciones que vienen rápido, con la música a todo volumen y donde el timonel no llega a ver a la gente que va en un bote tranquilamente cruzando un río y terminan llevándolo por delante. Conocemos varios casos como ese.
Con este panorama, es raro que el seguro no se haya hecho obligatorio.

B: ¿Existen distintos tipos de cobertura?

CB: Sí, está la cobertura amplia con franquicia, que por suerte cada vez hay más gente que la toma, cubre todos los daños que tengas debido a accidentes náuticos como varaduras, incendio, robo… además tiene un auxilio náutico incluido. Es recomendable, en caso de una varadura, llamar al auxilio náutico que intentar sacar el barco varado haciendo fuerza, ya que puede causar un deterioro importante en la embarcación.
El auxilio cubre toda la gran sección del Delta, desde Zárate hasta la altura de Carmelo/Colonia del lado argentino, y Puerto Madero. Del lado uruguayo, las condiciones son otras.
La responsabilidad civil cubre a terceros, pero… tanto familia como relación laboral no se consideran terceros.
Un dato importante debido a la inflación, es que tenemos hay que ir haciendo ajustes trimestrales en vez de semestrales, como anteriormente se venían haciendo.

B: Si tenes el barco en una amarra, ya sea en un club o en una marina, ¿te piden que lo tengas asegurado?

CB: En general te exigen, pero no es obligatorio.

B: ¿El seguro tiene cobertura en cualquier ubicación o tiene zona acordada?

CB: El seguro te cubre todo lo que sea espejo y grandes lagos navegables del Paraná y Río Uruguay. En nuestra costa hasta Mar del Plata y del lado uruguayo, hasta Punta del Este y La Paloma.
Si vas a Brasil, hay que tomar una extensión ya que se considera navegación oceánica o si vas con el tráiler a Bariloche es aconsejable hacer una extensión.

B: ¿Se puede calcular el porcentaje, dentro del parque náutico de embarcaciones aseguradas?

CB: No hay cifras exactas, pero es muy poco.
Uno debiera, a través de este medio transmitir el mensaje y que la gente tome conciencia de que el seguro náutico no es caro. Estamos hablando que un velero paga 1,25% del valor, un crucero no llega al 2% del valor y una lancha cerca del 2,5%. No es un gran importe y es mucho lo que se puede ahorrar en dinero y malos momentos. No sólo hablamos de la responsabilidad civil sino de los daños que podés tener ya sea en una varadura o un tronco grande que te arranca una pata, que es caro. Un incendio es caro. Son eventos poco habituales, por suerte, pero cuando pasan son muchos miles de dólares.

B: ¿Cuál es el procedimiento con el seguro cuando uno tiene un accidente/avería?

CB: Como hay que actuar rápido (en general hay gente que se bloquea), lo primero es el auxilio náutico. Si está la Prefectura cerca, o el auxilio puede contactarse con ellos, muchas veces colaboran con los bomberos y obviamente llamar al productor de seguros. De esta forma avisan a la compañía para que pongan en marcha todo el tema del perito, para evitar que empiecen a desarmar o arreglar.
Hay compañías que están sugiriendo llamar a un 0810 para iniciar el trámite. Lo tradicional es que nos llamen a nosotros y actuamos, colaborando lo antes posible. En un incendio, como hay que actuar con mucha rapidez, lo mejor es llamar a Prefectura para que activen los bomberos.
Lo que estamos haciendo es enviar vía whatsapp al asegurado el frente de póliza, que tenga a mano el número de póliza y tipo de cobertura. Incluso agregamos el número del auxilio náutico para que pueda actuar rápido.
Resalto el tema del auxilio náutico, llamar cuanto antes y no intentar solucionar el problema por los propios medios para que el barco se rompa lo menos posible.

B: En caso que el barco quede varado, con un rumbo y viene una crecida, ¿cómo actúa el auxilio?

CB: En ese caso el auxilio pone a salvo a la tripulación, llamar al productor, que estamos para ayudar y si tenes que quedarte a bordo, te quedas y si es una varadura importante, boyarlo.
Si hay otro tipo de hundimiento, hay que tener cuidado. Es importante que si el barco está en la amarra con una bajante importante y varado, dejar suficiente cabo para cuando vuelva a flotar y no tire la amarra. Porque si queda cortito, sube y después vuelve a bajar y el barco se llena de agua, se hunde y no lo podés reflotar, entonces la consecuencia… más roturas, el motor mojado, etc. Es importante recordar que cada seis horas cambia la marea, a veces es mejor esperar.

B: Para dejar claro, ¿hay que hacer denuncia en Prefectura como primera medida?

CB: No es inmediato. Si no hay daños físicos, no hay que hacer denuncia y según la gravedad del accidente, puede ser que la compañía te pida que hagas la denuncia. Pero no hace falta salir corriendo a hacerla. Sí llamar a la PNA porque está para colaborar, para eso tenes la matrícula y si corresponde, te ayuda.

B: Hemos visto en videos que, cuando un barco se incendia en amarra, lo remolcan hacia río abierto…

CB: Sí, porque hay dos riesgos ahí: uno es la explosión, hay muchos que lo sacan, pero se apartan ante el peligro de una explosión y el otro es el viento. Por eso se saca de la línea de los otros barcos para que el fuego no se propague a la próxima carpa o al próximo fly o barco de madera. Son un candelabro, se enciende y no lo podes controlar. Esa es la razón y por suerte cuando estas en un club o marina importante, hay que actuar muy rápido.
Por suerte no tuvimos muchos problemas en pandemia. ¡Pero sucedió!, no había manos para ayudar porque estábamos aislados cada uno en su casa y a un asegurado le avisaron que su barco se estaba hundiendo y no había posibilidad de enviar a prefectura, ni al auxilio. Entonces ese barco quedó varios meses bajo el agua. Lo pudieron rescatar pero fue complicado porque esos motores quedaron mucho tiempo en agua. Consecuencias de la cuarentena…

B: ¿Cuál es aproximadamente el tiempo promedio en que se cobra un siniestro?

CB: Hay plazos legales de 45 días, con las páginas web y la forma digital de actuar debiera ser más rápido. En caso de inflación, los asegurados están más preocupados en cobrar rápido los siniestros. En Argentina siempre hubo inflación, antes no era tan urgente, pero ahora el dinero pierde valor con mucha rapidez.
Esto funciona siempre, en tanto el asegurado presente toda la documentación requerida por el perito. Una vez que hace el informe y lo envía a la compañía, esta última nos avisa cuando está el cheque o solicita el CBU y transfiere el importe correspondiente.
Otro tema importante es el de los repuestos, con la importación cerrada o tan limitada puede hacer que el trámite dure más de lo previsto.
Hay que poner buena voluntad, estamos nosotros para ayudar y empujar para que vaya fluyendo. Hacemos todo lo que está a nuestro alcance, somos el nexo entre la compañía y el asegurado.

B: ¿En la situación actual de ajuste, hay morosos?

CB: Yo creo que es una ley de vida: el que hoy no puede mantener el barco, posiblemente lo venda y es muy posible que otro, al que le está yendo mejor lo compra. Entonces no estamos con una morosidad importante, tratamos que el que vende el barco nos recomiende naturalmente o nosotros llamamos al nuevo dueño y vamos creciendo mucho así, con las recomendaciones.
Es como un racimo, si haces las cosas bien, te van recomendando.

B: ¿Qué campaña se te ocurre que se podría hacer para que la gente se concientice de la importancia de asegurar su embarcación?

CB: Hemos conversado por lo menos con dos colegas que estamos en este tema y hasta se ha planteado en CACEL (Cámara Argentina de Constructores de Embarcaciones Livianas), pero si alguien de la política no toma el guante y lo recoge, generando conciencia o poniendo valores mínimos, tal vez esta sea una forma que en definitiva beneficie a todos los que navegan.
Por suerte hay varias y buenas compañías en plaza, algunas que se han sumado los últimos años y las 3 o 4 más visibles, algunas que han cambiado de nombre como Royal & Sun Alliance, que pasó a ser SURA y a su vez fue comprada por el Banco Galicia. Este segmento de mercado en el que estamos hace más de 40 años por suerte funciona y tenemos un buen nombre del mercado náutico.

B: Te agradecemos muchísimo que nos acompañes desde hace tantos años y estamos seguros que el camino está marcado. Tomemos conciencia, lo necesitamos urgente.