Alvarez Lonas nace en 1951 como Lonería Náutica Alvarez, con la primera generación que es la de Julio Fernando Alvarez, en la calle Emilio Mitre en Tigre. El abuelo comienza la actividad confeccionando lonas para embarcaciones en su lonería. Luego ingresa a trabajar su hijo, Pedro Daniel Alvarez, la segunda generación y padre de Juan Manuel, Hernán y Jimena. Lo hace hasta su fallecimiento en el año 1998 a los 45 de edad y fue en ese momento en que la tercera generación, se hace cargo de la continuidad de la empresa. Barcos estuvo con los integrantes de la tercera generación de Alvarez Lonas, Juan Manuel, Hernán y Jimena.

Barcos: Juan Manuel, a los 16 años estabas en el colegio, ¿cómo pudiste combinar ambas actividades?
Juan Manuel Alvarez: Nuestro padre fallece en noviembre, justo al final del ciclo lectivo, cuando estaba terminando el colegio. Má tarde se incorpora mi hermano Hernán y luego, Jimena.
Barcos: ¿Habían tenido algún contacto previo con la empresa, compartían con su padre la actividad de alguna forma?
JMA: No. Nos tuvimos que hacer de abajo y aprender la profesión y el oficio sobre la marcha. Papá tenía una mano derecha, quien nos dio las primeras herramientas y armas para seguir con el negocio. Fue todo muy de golpe, nuestra madre fue quien tomó la decisión de continuar, porque nosotros éramos muy chicos y con su aval continuamos con la empresa que este año cumple 70 años.

Jimena Alvarez: Algunas veces íbamos a visitarlo en su trabajo, hasta recuerdo que de muy chicos fuimos. Tengo una foto muy linda de eso. Me remite a una frase que me encanta de Martin Luther King: “Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo hoy todavía plantaría un árbol”.
Barcos: ¿Cómo fue el desarrollo de Alvarez Lonas, de taller de lonería a ser quienes son ahora?
JMA: Con el paso del tiempo hemos ido profesionalizando la actividad hasta llegar a lo que es hoy, una empresa de distribución y comercialización de insumos para protección solar, tanto para interior como para exterior y abastecemos a más de 350 clientes en todo el país con diferentes materias primas que importamos de todo el mundo. Nuestro mercado fundacional es el mercado náutico por excelencia, aunque hemos ido incorporando en otros mercados como muebles y toldos de exterior, cortinas de interior y actualmente estamos incursionando en tapicería de interior. Inclusive hemos importado productos relacionados con la salud.
Barcos: ¿Productos relacionados con la salud? Contanos de qué se trata
JMA: A partir del momento en que se desató la pandemia de Covid 19, incorporamos los trajes o mamelucos de protección, telas sanitizantes para la confección de colchones en los hospitales, fundas para camillas, toda una diversificación, y con productos de excelente calidad.
Barcos: Entre Uds., ¿cómo se dio la división de tareas?
JMA: Más allá del equipo que nos acompaña, tenemos personas idóneas en cada área, Hernán se ocupa del área de administración y finanzas, yo manejo todo lo que es el área comercial y operaciones y Jimena, el área de marketing y comunicación. De esta forma, los tres hemos trabajado muchos años funcionando muy bien y cada uno con su función específica.
JA: Si, cada uno tiene su rol y su profesión.
Barcos: Vivimos en un país donde las pautas son poco estables, ¿vivieron Uds. como empresa períodos mejores que otros?
JMA: Nuestro período de bajón fue claramente 2001/2002, la gran depresión argentina de mucha incertidumbre en la que no pudimos importar en todo el año, con ventas caídas a casi 0, era muy difícil mantener la actividad. Así como se dio esa etapa, llegamos a crecer un 1000% en los siguientes 10 años. Después de un crecimiento tan de golpe e importante, se logró una estabilización, sobre todo en los mercados maduros hasta queluego se puso complicado en 2018/2019 debido a las sucesivas devaluaciones del peso. El año pasado, a pesar de la pandemia hemos trabajado bien utilizando mucho el sentido común y adelantándonos a lo que pudiera llegar a venir en cuanto a demanda sostenida post pandemia, incorporando productos nuevos al área de salud y a raíz de algunas ideas que hemos tenido, el año cerró. Fue un momento de reinvención. La empresa estuvo cerrada dos meses ya que no éramos esenciales. Esas ideas nos permitieron una reapertura, tener un volumen de negocios en un mercado que no habíamos incursionado y fue algo que sumó. Después vino la reapertura de las actividades y se empezó a normalizar, a partir de julio y agosto.
Fueron muchos años de crecimiento, luego depresión y nuevamente crecimiento, nuestro servicio al cliente es muy bueno, hacemos mucho hincapié en eso. Tenemos un equipo de trabajo que obedece a los altos grados de exigencia que les pedimos y el hecho de tener tantos artículos en stock y surtido de productos es muy importante.
Barcos: En el mercado náutico, ¿quiénes son los clientes de Alvarez Lonas?
JMA: Nosotros abastecemos lonerías, tapicerías, astilleros, velerías, distribuidores, revendedores de insumos. No trabajamos con el público, nuestras ventas son mayoristas.
Barcos: En los inicios, ¿el material con el que trabajaban era nacional?
JMA: Hasta el año ’90 trabajamos con lonas nacionales. Luego nuestro padre Pedro, comenzó con la importación del producto insignia nuestro que es Sunbrella.
JA: Sunbrella es la marca mejor vista en la navegación y la de mejor calidad comprobada. Este género lo introdujo Alvarez Lonas al país y hoy está cumpliendo 30 años con nosotros.
Representamos más de 20 marcas Sunbrella, Dickson, Sunworker, Mermet, RollEase, JM, Llaza, Butler, Spradling, etc. Se podría decir que somos un gran suplidor textil multimarca con más de 2000 items en stock todo el año, con una atención de mucho cariño y mucha vocación de servicio.
Barcos: ¿Por qué Sunbrella es el mejor producto?
JMA: Es la lona número uno del mundo por sus numerosas cualidades, entre ellas frescura, respiración, solidez de los colores, no se destiñe, tiene garantía por 10 años, repele las manchas, permanece inalterable con el paso del tiempo y es una marca muy fuerte que hace que el usuario se sienta muy identificado. Los 30 años de experiencia que tiene Alvarez Lonas con Sunbrella avalan la calidad del producto.
JA: Es increíble la calidad de Sunbrella, se cae una copa de vino sobre la lona y le pasas un trapo húmedo y no queda mancha alguna. No se decolora, es anti moho, es lo mejor que hay en todo sentido, tanto para náutica como para tapicería. Lógicamente que hay que hacer el mantenimiento del producto, nosotros brindamos un servicio de asesoramiento. Es muy fuerte la marca en el mundo, el marketing, el concepto y también los colores que trabajan. La gente que tiene Sunbrella en sus embarcaciones es muy probable que utilice la marca para la tapicería de exteriores en sus casas. La intemperie no afecta, tal es así que es muy utilizado en parasoles, toldos y sombrillas. También hay otros géneros para el mercado de la decoración.
Barcos: ¿Cuáles son los colores que se usan?
JMA: Los colores que más se usan y están de moda son los tonos de gris. Hace unos años eran los azules los más tradiconales, contrariamente a lo que la gente piensa, al ser un color oscuro absorbe los rayos de sol y no deja que pasen.
Barcos: A lo largo de estos 30 años que cumplen con Sunbrella, ¿recuerdan alguna anécdota que les haya quedado grabada?
JMA: Hemos viajado mucho visitando ferias y las plantas de proveedores. Estábamos con Hernán en una feria en Atlanta y nos presentan al CEO de Glen Raven, que es el grupo dueño de Sunbrella, Alan Grant estaba con un saco amarillo que había mandado a confeccionar con Sunbrella recibiendo a los clientes. ¡Fue muy gracioso!.
JA: Hace poco, un cliente de Rosario nos envió una foto de la etiqueta que había colocado nuestro abuelo en un trabajo, ¡lo que duró! Por algo le decían “el sastre de la náutica”.
Barcos: ¿Cómo resumirían estos años de Alvarez Lonas?
JMA: Con los años hemos transformado las máquinas de coser en computadoras, es una frase que siempre digo. Fue pasar de tener un taller de confección a tener Ejecutivos de Venta que asesoran a clientes de todo el país.
Esperemos que este año podamos estar mejor, vacunados, más seguros y que la pandemia cese un poco como para poder festejar los 70 años de la empresa, como corresponde a fin de año. Pudimos hacerlo para el 60º aniversario y fue realmente muy lindo, con proveedores, clientes, familia y todo el equipo.
Barcos: Les agradecemos muchísimo que nos hayan recibido y darnos la posibilidad de transmitir a la gente el valor de trabajar en familia.
JMA y JA: Queremos hacer una mención especial para todos aquellos que han pasado por esta empresa, que son muchos, a todos los colaboradores y empleados que de alguna manera estuvieron y siguen estando. Desde los que se iniciaron con nosotros hasta los que hoy están.
Raúl, que trabajó con las tres generaciones y se jubiló después de 35 años de servicio. A nuestra mamá, por sobre todo que fue nuestro pilar, a nuestra abuela que estuvo siempre presente y tuvimos la suerte de tenerla hasta sus 93 años en el 2019, y a nuestra tía que trabajó un tiempo acá e hizo la transición entre nuestro padre. Y a él, especialmente por habernos inculcado todos los valores, que no pudimos compartir laboralmente pero que están intactos en nosotros y nuestra familia.
Proyectos, ¿la cuarta generación, tal vez?
Juan Manuel es el mayor de los tres, está casado y tiene 2 hijos: Juan Pedro de 8 y Joaquín de 5. Hernán, quien le sigue en edad se está casando justo cuando esta revista esté por salir de imprenta. Jimena, que lleva feliz su embarazo de tres meses. Coinciden en que ojalá sus hijos puedan seguir con la empresa, dependerá de ellos, de lo que quieran hacer, tienen las puertas abiertas pero es fundamental que sea libre elección, que puedan elegir su vocación.