El fabricante taiwanés de embarcaciones, Johnson Yachts, celebró el año pasado su 30º aniversario como constructor de yachts de lujo, y si bien 2020 no ha funcionado como se esperaba, no tiene la intención de retrasar su 31º año por el Coronavirus.
Con un nuevo Johnson 80 listo para ser enviado a los Estados Unidos, dos cascos actualmente en construcción, el Johnson 70 y el Johnson 115, el astillero taiwanés espera con confianza la evolución de la situación sanitaria mundial.
Taiwán ha tenido alrededor de 441 casos de los cuales sólo siete muertes (la isla cuenta con 23 millones de hábitos). El secreto de su éxito reside en los dolorosos recuerdos del brote de 2002 del SARS, también causada por un tipo de coronavirus, un predecesor directo de COVID-19. Taiwán ha podido aprovechar su experiencia desarrollando una respuesta más rápida y efectiva por parte del gobierno.
“Actualmente estamos tratando de mantener nuestra línea de producción, ya que Taiwán no fue influenciado tanto por Coronavirus. Sin embargo, nuestro principal mercado es Estados Unidos, una de las áreas más afectadas, es por eso que enfrentamos algunos problemas en la planificación de entrega y comercialización debido a eventos cancelados y otras restricciones comerciales y operativas internacionales que se han implementado durante estas pandemias”, comentó Leah. Huang, Director de Marketing, Johnson Yachts. «De todos modos, estamos aprovechando la situación actual al invertir en nuevas mejoras, tecnologías y capacitación de los empleados».
Esta última ha demostrado ser una inversión prudente para muchos astilleros, a fin de garantizar que las capacidades e instalaciones estén en su lugar a medida que la capacidad vuelve a la normalidad.
«En términos de marketing y ventas, nos mantenemos en contacto con nuestros distribuidores y clientes, a fin de comprender su situación local y satisfacer sus necesidades», agregó Huang, entendiendo que los impactos de este virus varían de empresa a empresa, pero es imperativo que los clientes se sientan bien atendidos. Es por eso que Johnson ha comenzado a desarrollar recorridos virtuales, especialmente para nuevos productos como su buque insignia, el Johnson 115. “Los recorridos virtuales y los seminarios web son una buena manera de promover los barcos; son capaces de captar la atención y generar interés en torno al producto. Además, debido a la situación actual, los recorridos virtuales parecen ser la única forma de mostrar su marca, el trabajo detrás de cada modelo y recordar a las personas cuán excelentes son los productos. Son productos de lujo y productos de mano de obra de calidad y nada podrá sustituir una visita a bordo, sin embargo, después de una pandemia, aún podemos usar este instrumento para atraer clientes o simplemente para tentarlos a hacer una reserva para subir a bordo. Diría que los recorridos virtuales son un método de medios en línea para ayudar a las ventas fuera de línea”, dijo Huang.
En cuanto a las formas en que Johnson Yachts ha adaptado su operación al inicio de nuevas regulaciones como resultado de COVID-19, Huang explicó que el conocimiento uniforme y de salud ha cambiado comprensiblemente. «Esto se ha logrado verificando la temperatura de los empleados y asegurando que todos usen una máscara facial mientras trabajan». Con estos ajustes realizados, el astillero funciona normalmente.
En la actualidad, Johnson Yachts no tiene ningún problema en términos del cronograma de construcción y anticipa un aumento de la demanda dentro de la industria de los superyachts una vez que la situación en todo el mundo se haya calmado. «Estoy seguro de que cuando la situación de COVID-19 comience a desacelerarse, la gente estará más que motivada para salir a navegar después de muchos meses de aislamiento, por lo tanto, la demanda debería aumentar», comentó Huang.
