Los loros fueron para Colón unos fieles rastreadores. Según el padre Las Casas, en la madrugada del 6 al 7 de octubre de 1492, Cristóbal Colón entabló una airada discusión con Pinzón sobre el rumbo a seguir. Este último quería continuar hacia Poniente, lo que le hubiera conducido a descubrir Norteamérica, mientras el almirante quería orientar la nave hacia el Sudoeste, es decir, en dirección a las Antillas. Finalmente, la discusión quedó resuelta por una bandada de loros que aquella noche volaban dirección Sudoeste. Según Colón “donde hay papagallos, hay oro”.
Y hablando del Almirante, en el segundo viaje descubrió un grupo de tres islas a las que bautizó Tortugas, por la abundante cantidad de esos quelonios de gran tamaño. Los españoles las colonizaron y comenzaron a trasladar a España estos animales que se impusieron como como plato apetecible por la calidad de su carne y las propiedades contra el escorbuto. También se consumían a bordo. En medio siglo las islas se quedaron sin tortugas y cuando llegaron los ingleses para conquistarlas sólo encontraron gran cantidad de caimanes, razón por la que las denominaron Cayman Islands. Un detalle, no tienen un solo río. El agua para beber la recogían de los 1500 mm de agua de lluvia del verano. Actualmente usan desalinizadores para proveer a la población de agua potable.
Una mañana de mayo de 1942, las sirenas de alarma antisubmarinas de la bahía de Chesapeake -la entrada hacia Washington- alertaron a los destructores y buques de vigilancia de ruidos submarinos, como si una flota de guerra hubiese cercado las posiciones norteamericanas.
Los culpables eran los 300 millones de peces tigres croadores (emiten sonido), que todos los años acuden a desovar en la bahía, emitiendo su rítmico bub-bub-bub-bub.
Todos los inviernos, unos mil buitres se reúnen en el parque nacional de Gettysburg, en Estados Unidos, pero nadie sabe por qué. Los investigadores han apuntado que la explicación esté posiblemente en la sangrienta batalla ocurrida allí en 1863. Más de 50.000 hombres yacían muertos o heridos en la zona. Los buitres pudieron sentirse tan atraídos por la gran cantidad de carroña como para volver allí año tras año, y pasar esa costumbre a sus descendientes.
El cuerpo humano puede soportar tanto la sed como el hambre, pero no tolera la falta de sueño de cada persona. Sabemos que dormir bien y lo suficiente es “vital” para el bienestar de un ser humano.
Un año en Plutón equivale a casi 250 años de la tierra.
Las aves son los animales más fieles de la naturaleza.
Nueve de cada diecinueve clips se usan para cualquier cosa, menos para sujetar papeles.
Al nacer un canguro mide sólo 2 cm, y al llegar a la edad adulta, aumenta 60 mil veces su tamaño.
Las aves generalmente no duermen en sus nidos, duermen fuera de ellos. Sin embargo pueden dormir siestas en sus nidos.
El de más rico catálogo de todos los reptiles cuenta con veintitrés especies diferentes. Los más destacados son los del Nilo que crecen hasta los seis metros de longitud. Se caracterizan por tener cinco dedos en las patas delanteras y cuatro dedos en las traseras. Los cocodrilos en cautiverio desarrollan una cabeza más ancha lo cual sería indicación de un modo de vida más sedentario.