En foco: Regulaciones, tecnologías y sostenibilidad en la industria de recubrimientos marinos
En la industria marítima, la interacción entre regulaciones, tecnologías y sostenibilidad es crucial, particularmente cuando se trata de seleccionar recubrimientos antiincrustantes para embarcaciones, escribe Davide Ippolito (director de gestión de soluciones marinas) en Hempel.
Estos elementos desempeñan un papel fundamental en la gestión de la bioincrustación y el desarrollo de recubrimientos de alto rendimiento, teniendo en cuenta su impacto en la eficiencia energética, el cumplimiento y la sostenibilidad ambiental.
Bioincrustación y sostenibilidad
No se puede subestimar la importancia de una gestión eficaz de la contaminación biológica.
No sólo mejora la eficiencia energética de los buques manteniendo cascos lisos y limpios, sino que también reduce significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, actúa como una medida preventiva crucial contra la propagación de especies acuáticas no autóctonas, evitando que se vuelvan invasoras. Como afirmó el FMAM-PNUD-OMI en 2022, los recubrimientos antiincrustantes emergen como la principal herramienta en la lucha contra las incrustaciones, lo que los hace esenciales tanto para embarcaciones comerciales como de recreo.
Para embarcaciones comerciales y de recreo, incluidos cruceros y lanchas, la gestión de la bioincrustación garantiza el cumplimiento de las normas de bioseguridad, lo que hace que los recubrimientos de alto rendimiento con requisitos mínimos de limpieza sean altamente preferibles.
Navegando por el panorama regulatorio
El panorama regulatorio que rige la gestión de la bioincrustación es complejo y está en evolución. La Organización Marítima Internacional (OMI) ha estado a la vanguardia, emitiendo normas y orientaciones para embarcaciones comerciales y de recreo. En particular, IMO-AFS ha abordado sustancias nocivas como TBT (2008) y Cybutryne (2023), prohibiendo su uso en revestimientos antiincrustantes.
El enfoque regulatorio se extiende más allá de las especies invasoras hasta la eficiencia energética y las emisiones de gases de efecto invernadero regidas por el Anexo VI de Marpol. Dado que en el futuro se esperan más orientaciones de la OMI sobre la gestión de la bioincrustación, toda la industria enfrenta requisitos estrictos.
El indicador de intensidad de carbono (CII) y los revestimientos avanzados del casco
Introducido en noviembre de 2022, el CII sirve como un indicador vital de eficiencia operativa para buques de más de 400 toneladas brutas según el Anexo VI de Marpol. Un CII más bajo indica un barco más eficiente para el transporte de carga, lo que contribuye a los esfuerzos de descarbonización más amplios en la industria naviera.
Los revestimientos avanzados para cascos, en particular las soluciones a base de silicona, se han convertido en actores clave para mejorar la calificación CII. Reconocidos como una tecnología madura y disponible, estos recubrimientos ofrecen ahorros sustanciales de combustible y reducciones de gases de efecto invernadero, alineándose con el compromiso de la industria con la sostenibilidad.
Impacto de las regulaciones en las formulaciones de recubrimientos
En Europa, el marco regulatorio enfatiza la aspiración de un ambiente libre de tóxicos, impulsada por iniciativas como el Pacto Verde y la Estrategia Química para la Sostenibilidad. En regiones clave como la UE, EE. UU. y Corea, las pinturas antiincrustantes biocidas deben someterse a una evaluación rigurosa durante los procesos de registro, centrándose en minimizar los impactos negativos en la salud humana y el medio ambiente. Los productos que podrían tener efectos inaceptables no están registrados y no se permite su uso.
Regulaciones como el Reglamento de Productos Biocidas (BPR) en la UE han restringido el uso de ciertos productos y sustancias. Esta tendencia refleja un cambio más amplio hacia formulaciones ambientalmente conscientes.
Recubrimientos marinos de alto rendimiento
Para abordar los desafíos que plantean las restricciones regulatorias, la industria ha adoptado revestimientos de casco de alto rendimiento como una de las formas más impactantes de mejorar la eficiencia energética de una embarcación. La gama Hempaguard de Hempel de revestimientos marinos de alto rendimiento para cascos es la única solución en el mercado que ofrece la exclusiva tecnología Actiguard de hidrogel de silicona, que da como resultado una superficie lisa y de baja fricción que evita que los organismos se adhieran.
La tecnología Actiguard incorpora un mecanismo de liberación de incrustaciones de silicona a base de hidrogel con un cinco por ciento del nivel utilizado en los antiincrustantes premium tradicionales y una liberación controlada de biocidas, lo que garantiza tanto la eficiencia del combustible como un rendimiento antiincrustante sostenido. Con un ahorro promedio de combustible de hasta el ocho por ciento, estos sistemas demuestran el potencial de mejorar el rendimiento de la embarcación sin comprometer la seguridad ambiental. Hempaguard mantiene a raya las incrustaciones, incluso si los buques pasan por extensos períodos de inactividad, cambian los patrones comerciales o navegan lentamente, y proporciona una rugosidad promedio del casco extremadamente baja.
En conclusión, la industria de los recubrimientos marinos se encuentra en un momento crítico donde convergen las regulaciones, las tecnologías avanzadas y los objetivos de sostenibilidad. El impulso a la eficiencia energética, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y un medio ambiente libre de tóxicos se alinean con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.