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EDICIÓN IMPRESA – Tomar amarras no es un juego

El secreto para atracar en condiciones difíciles no es un secreto para todos; sólo es cuestión de práctica, técnica y dejar el orgullo a un lado

La capacidad de manejar un barco en el mar es una habilidad de la que muchos navegantes se enorgullecen, pero nada se compara con la confianza que uno gana con la capacidad de maniobrar en espacios reducidos; y pocas cosas se comparan con el miedo que surge cuando falta la confianza.
La preocupación por maniobrar dentro de los límites de un puerto deportivo (sea en la amarra propia o en una marina ó puerto alternativo) es muy común entre los navegantes novatos e incluso algunos experimentados.
El miedo puede estar bien fundado. Dos aseguradoras de embarcaciones locales nos han comentado que los “siniestros” de navegación en las marinas deportivas son una de causas más usuales de reclamos de seguros, tanto a bienes propios como a terceros.
Imposible no encontrar información hoy día en la web para ayudar al navegante a aprender el manejo en espacios reducidos; también hay cursos y libros disponibles, incluidas habilidades como cómo pivotar con motores duales, acomodar la marcha de hélice con un solo motor, usar líneas de resorte y planificar ángulos de aproximación y salida. También hay tips para optimizar maniobra ya de por si facilitada de los modernos sistemas con joystick donde el problema se reduce a la mínima expresión, aunque sin embargo… algunos timoneles fallan por exceso de confianza.
Sostengo que aprender las sutilezas de maniobrar el barco es sólo una parte de la solución. Hace poco tiempo en el club, mi amigo Sergio me explicaba sobre la existencia de un rayón profundo y de casi dos metros de longitud en la banda de babor de su inmaculado casco gris.
Me dijo que el viento y la corriente lo llevaron de costado al ancla de un velero y que no hubo nada que pudiera hacer. Dudaba en tener que darle mi opinión que ni el viento ni la corriente fueron su problema, pues, por esas cosas del destino, pude ver su maniobra aquel día desde un lugar privilegiado. Como muchos navegantes, Sergio no estaba al tanto de lo que el viento y la corriente estaban a punto de hacerle a su barco cuando se desvió del recorrido hacia su amarra, pues lo hizo sin una estimación previa para esas condiciones y las cosas se fueron rápidamente hacia el barco vecino. Nadie diría que los navegantes planean dañar sus embarcaciones perdiendo el control en un puerto deportivo, pero ciertamente se puede decir que la situación está provocada por la falta de planificación.
Para atracar con éxito, tanto sea en la propia amarra o en un puerto desconocido, es necesario recopilar información y prepararse, tanto usted, la tripulación y el barco. Ese es un trabajo tan importante como las mismas habilidades de manejo de embarcaciones.
He visto a muchos barcos entrar en los clubes o marinas sin defensas ni los cabos preparados, sin asistencia de propios o ajenos y tratando de definir hacia dónde se dirigen o qué maniobra realizar, o a los gritos indicando a su propia tripulación qué hacer… hasta que finalmente, el casco se apoya en un ancla suspendida, golpea un costado ajeno o lo que es peor, impacta contra un muelle de concreto.
En muchos casos, es mejor dejar el ego de lado y pedir ayuda, a propios y ajenos. Imagine que va en camino hacia a su puerto de origen, o alguno que no conoce bien, en un día de tráfico intenso y de viento constante. Una buena técnica es llamar al puerto donde irá a atracar, sea por radio o por teléfono entre 30 minutos y una hora antes de llegar. Además de confirmarle el estado del viento y marea en ese lugar, si es un lugar desconocido, le podrán asignar un espacio de antemano y pídale que le describa en detalle dónde estará.
Proceda luego a acceder a una vista del puerto deportivo en un teléfono, radar, o GPS. Esto les dará a usted y a su tripulación una clara impresión visual de la situación antes de la llegada. Mire la orientación de la marina o puerto en la dirección del viento.
Ahora, ya con los datos algo más claros en mente y con su tripulación, hay que repasar lo que el viento y la corriente harán con el barco cuando entre en la marina y maniobre hasta su posición. De esta forma, estará más preparado para ingresar al puerto o marina y mantenerse alejado de otros barcos y estructuras.
Cuando se trate de un puerto desconocido, debe también preguntar si el muelle asignado es flotante o fijo, y si será atraque de popa o por banda, es un muelle en “T” o un malecón; esta información le permitirá tener los cabos de amarre y defensas preparados con anticipación en el lugar del barco que correspondan.
Usted y la tripulación deberán discutir la maniobra en detalle, los giros y los pasos exactos del proceso de atraque. Al conocer la ubicación y el estilo del atracadero, junto con el viento y la corriente, la tripulación sabrá qué línea asegurar primero para detener o sujetar el barco de forma segura.
Saber cómo girar y maniobrar su embarcación a velocidades lentas es importante para un atraque exitoso, pero también es fundamental recopilar la información necesaria sobre la ubicación, compartirla con la tripulación y luego preparar la embarcación en consecuencia.
Ese proceso muestra verdadera habilidad marinera. Y si la ve difícil, no se juegue, pida ayuda a marinería del club o puerto y ellos lo asistirán en forma simple con un bote auxiliar.

Por: Gustavo Revel

barcos@barcosmagazine.com

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