Siempre hablando de náutica y barcos, hoy miramos infinitos videos en las redes. Pero no los observamos, no como se debe.
Y poco aprendemos de ellos.
Todos sabemos, sin la más mínima duda, que la nueva comunicación global desde todo tipo de dispositivo informático ha venido para quedarse. Gran parte de los habitantes tienen acceso hoy, en segundos, a cualquier tipo de información que acontece en alguna parte del mundo, en tiempo real. Pero, esa infinita fuente informativa a la cual tenemos acceso desde cualquier teléfono, pc, tablet, hace que muchas veces, al ver un video de apenas unos segundos, nos despierte tal vez un simple gesto de admiración, alegría, tristeza o asombro, pero sin llegar a analizar en profundidad lo que estamos viendo.
Tal vez Ud. piense que lo arriba expresado es una obviedad, o que ya no queda mucho por escribir por estos tiempos… error. Aquí va mi punto.
Instagram es una de las fuentes que más se utiliza por estos días y a la que en lo personal frecuento. No está demás decir, para quienes no me conocen, que soy navegante y mi profesión de técnico constructor naval desde hace treinta y largos años, me induce, por pasión o por defecto a ver videos de barcos, tecnologías, regatas, travesías y todo lo nuevo que el mundo náutico deportivo en especial ofrece en cortos videos, tales como salones del mundo, nuevos modelos, astilleros, procesos productivos, alguna regata (sepan que soy aficionado al mundo del motor por sobre la vela) y, por supuesto, en navegación.
@yachtinghubmiami es, por ejemplo, un imponente espacio donde pueden observarse, desde punto estratégico, salidas e ingreso de los grandes barcos hacia o desde el mar a las tranquilas aguas del Intracoastal de Miami. Ver los inicios o los últimos tramos de navegación lanzada en mar abierto de los más variados modelos de yates y megayates, genera asombro por la imponencia de sus diseños, colores y tamaño abriéndose espacio entre las olas más diversas y la atenta conducción del capitán mientras los afortunados tripulantes vienen en plan de diversión ajenos a ello. Primera observación: podemos ver desde primera fila, como es la salida desde aguas tranquilas a un mar encrespado, o viceversa, las carenas más actuales y otras no tanto que nos permiten interpretar el buen o no tan generoso diseño de las mismas, el concepto de estabilidad de barco sumando condiciones especiales de viento y ola en sintonía, agitando estructuras y moviendo hacia sus bandas las toneladas de desplazamiento de estas moles flotantes; podemos ver la elegancia de las líneas externas en movimiento, las relaciones de aspecto de sus proporciones… su equipamiento electrónico sutilmente instalado en los puntos más altos del barco, así como esta nueva proporción de superficies vidriadas respecto de estructura sólida… la imponencia opaca la observación del detalle y del diseño conceptual.
Si ingresamos al mundo de @dailysportfish, veremos una amplia gama de embarcaciones no habitual en los mares australes, ya que refiere a embarcaciones para pesca deportiva profesional. Podemos observar el comportamiento de estos modelos tan emblemáticos como los Viking o Hatteras, entre otros, equipos de alta prestación impulsados por miles de hp hacia mar adentro en busca del pez más ansiado. Estos barcos tienen un cockpit a popa extra bajo, inundable al cien por ciento y de drenaje rápido. Ver el comportamiento de estos barcos mientras se cobra una pieza del mar es literalmente majestuoso. Describirlo no es suficiente… debe verse. Los Tuna Towers permiten disponer de doble o triple timonera, cada una a diferente altura para poder ver, desde varias millas antes, el caladero buscado. Observar el funcionamiento del conjunto es literalmente un ejercicio para pocos; y un diseño de embarcación que supera varios millones de dólares que son, por equipo y tecnología, razonables.
Junto a la anterior hay otras direcciones que nos muestran embarcaciones de pesca tipo offshore, con dos, cuatro o seis motores fuera de borda, verdaderas bestias que poseen hasta 3600 hp en 60 pies de eslora. Observar el funcionamiento de estos equipos a plena carga en un mar embravecido, sus dispositivos electrónicos, la necesidad de parabrisas en consolas centrales por el continuo salpicado del mar en los impactos de ola, nos permite entender el porqué de tantos accesorios adicionales: todo tiene su fundamento y su razón de ser o estar.
No obstante, @Offshore.wrld es una de mis preferidas por lejos. Nos muestra una infinidad de accidentes náuticos, situaciones dificultosas en navegación o impericia absoluta, filmados con paciente espera desde un punto fijo o videos tomados por azar. Existen maniobras imprudentes, destrozos y hundimientos, situaciones que rayan en lo absurdo, el desconocimiento, la imprudencia, o la imposibilidad de navegar en el medio natural con equipos no preparados para ello. Tal vez querido lector Ud. puede pensar que lo mío es un exceso de morbo respecto a los problemas reales a bordo: pinchaduras de olas, semihundimientos, impactos sobre frentes de ola imposibles de franquear y donde los tripulantes vuelan dentro del cockpit o caen por la borda. Muy lejos de eso, ver esos videos son simplemente el mejor ejercicio de lo que no se debe hacer y en especial, la idea que en navegación TODO PUEDE PASAR. También sirven para saber con exactitud –un tema que aquí pocos nautas saben o ponen en práctica- que es conocer el verdadero alcance que tiene nuestra embarcación, con respecto a lo que se quiere hacer con ella.
Mirar esos videos deja bien en claro que los timoneles –foráneos en este caso- son confiados a la hora de navegar, tanto en aguas calmas como en el oleaje salvaje del mar, incluso en maniobras de atraque, pero los problemas siempre acontecen; la observación de estos videos es sin dudas y a mi criterio el mejor proceso de aprendizaje, tanto para el navegante, el tripulante, el diseñador o el constructor.
En mi caso, que como mucha gente puede estar en esos cuatro lados de la mesa, he podido entender a través de ellos muchos temas puntuales, los cuales no necesa-
riamente pude poner en práctica muchas veces, pero si al menos realizar algunas modificaciones, algún asesoramiento, algunos puntos de diseño mejorados y una profunda y absoluta idea que las reglamentaciones vigentes –en lo constructivo- son conducentes en su espíritu y representan una guía fantástica para el arte de la construcción de barcos.
Pongamos el tema desde el ejemplo: una embarcación de consola central, de unos 30 pies de eslora, fondo en “V” intermedio: ese equipo para el mar, debe tener el piso de cockpit por encima de la flotación, pudiendo de esa forma tener un cockpit autodrenante. Embarcar una ola implica cientos de litros o kilos de agua dentro del barco, y la estabilidad es precaria. También deben tener inyectados laterales y cubierta para poder soportar esas condiciones de inundación temporal, para mantenerse a flote; el cockpit debe ser estanco, con muchos pasamanos y herrajes de anclaje para equipo adicional. Los asientos deben ser cómodos y envolventes. Todo debe estar bien estibado a la hora de emprender la salida, etc.
En contraposición, por ejemplo, un tracker nacional, los tradicionales, no pueden cumplir ese criterio en términos generales. Cumplirán su cometido en aguas calmas, ríos interiores o lagunas. Poseen fondo muy plano, cockpit no autodrenante ni estanco, es un equipo perfecto para otras actividades, incluso la pesca, pero en aguas protegidas.
En cualquier embarcación debe respetarse la cantidad máxima de personas y sobre todo saber dónde deben estar ubicadas de acuerdo al tipo de navegación a emprender, incluso ponerlos sobre alerta en caso de olas o posibles movimientos bruscos. En algunos videos, puede verse con algo de ingenuidad, tripulantes que se ubican a proa de una embarcación open, disfrutando del sol y a punto de enfrentar un tren de olas de dos metros, con el consecuente ingreso de agua y desparramo de gente dentro de la embarcación que vuela y golpea en cada caída, agravando la situación.
Las maniobras de ingreso a puerto deben ser previstas con anterioridad, ordenar a los tripulantes que se alisten, que se aseguren, ya que es un momento tenso y debe interpretarse la condición de mar. No todas las embarcaciones están preparadas para cualquier tipo de navegación. De hecho, los diseñadores y la autoridad de bandera aprueban esos límites debiendo respetarlos.
Mirar esos videos nos grafican todo en forma clara. Entendemos el porqué de las distancias máximas de carga desde la flotación a la cubierta, el porqué de cerrar las popas para que en una empopada no cargar una ola; entender cómo se debe “correr” una ola, acomodando la embarcación lo mejor posible, acelerar en el momento oportuno y demás.
En resumen, los invito a que todos los videos que busquen o reciben los revean, analicen, comparen lo visto con su propia barco o lancha, sean críticos de lo que ven y críticos de su propio criterio y forma de navegar. Les aseguro que es un ejercicio sano y muy instructivo para seguir aprendiendo. Quien piensa que por navegar varias décadas es un experto… lamento decirles que eso es ignorancia pura. El río, el mar, el lago y el clima nos enseñarán hasta el último de nuestros días.
Por: Gustavo Revel