De paseos en velero a recorridos en moto acuática, kayak o piragua. El turismo náutico vive un buen momento. La Comunidad Valenciana es un ejemplo, con una completa oferta de planes.

Melenas al viento, biquinis retro de cintura alta, camisas blancas desabrochadas… ¿Por qué todo el mundo tiene un barco? «¿De dónde salen? ¿No me merezco yo un barco o un amigo con barco?». El desternillante vídeo viral de Brays Efe, actor español conocido por su papel en la serie de Netflix Paquita Salas, resume a la perfección la tendencia estrella del primer verano pospandémico. Con permiso de las casas rurales, que también hacen su particular agosto desde la crisis del coronavirus, el turismo náutico se ha convertido en el emblema de la auténtica emancipación.

En apenas dos meses en 2020 consiguió minimizar una parte considerable de las pérdidas que los puertos deportivos venían arrastrando desde marzo, mostrando una gran fortaleza. Y este estío el boom promete seguir subiendo como la espuma, certifica Gabriel Martínez, presidente de la Agrupación de Puertos Deportivos y Turísticos de la Comunidad Valenciana: «Ahora, con la temporada a la vuelta de la esquina, las expectativas son muy altas. La demanda de embarcaciones de recreo está superando los registros de otros años y esperamos un buen verano». No en vano, según datos de Milanuncios, se ha detectado un interés notable en actividades marítimas a partir del anuncio del fin del estado de alarma.

Los españoles se han lanzado al mercado de segunda mano para planear sus vacaciones y hacerse con embarcaciones de recreo. «La semana posterior al 9 de mayo, los barcos de motor tuvieron un incremento del 43% en la demanda. Canoas, kayaks y piraguas experimentaron un crecimiento del 18% y las lanchas, un 11%. Y es muy reseñable el caso de las motos de agua, que pasaron del 13 al 23%, alcanzando un pico el 7 de junio con un 54% más de búsquedas», apunta Magalí Rey, su directora de marketing. Una muestra de que las posibilidades de perder la cobertura para desconectar (de verdad) son múltiples sin necesidad de surcar los mares a todo lujo y posteando en las redes.

VACACIONES EN FAMILIA

Ibiza y Mallorca se consolidan como los destinos náuticos favoritos en España, concentrando el 70% en los datos de reservas de embarcaciones de Click & Boat y Nautal. «Es un gran aliado para la recuperación de muchas localidades costeras por su capacidad de alargar las estancias medias e incrementar el gasto en destino», asevera Octavi Uyà, CEO y co-fundador de Nautal. Y pese a que los alemanes aficionados consideran las Pitiusas en su top 2 tras Croacia, el cliente nacional contribuye a este fortalecimiento del chárter náutico, avanza Martínez, que señala otras razones del auge: «Es un turismo muy seguro y que se disfruta en familia. Mucha gente no lo había descubierto todavía y gracias a esta situación se ha dado cuenta de su atractivo».

Precisamente por su cercanía a Baleares (separadas por 124,1 kilómetros), la Comunidad Valenciana sigue esta corriente y se sube a la ola. A continuación, cinco razones para surcar el Levante.

UN PUNTO DE CONEXIÓN

Tres reservas marinas y tres aeropuertos internacionales. 600 kilómetros de costa. 20.000 amarres en 40 puertos deportivos y turísticos rodeados de playas. Son algunas de las bondades para levar anclas desde la Comunidad Valenciana. «Es el puerto de atraque ideal para el invierno en España y una base perfecta antes y después de un periodo en los astilleros. También como base para saltar a las islas», desliza el portavoz de la Agrupación. Hay 45 millas náuticas desde los puertos deportivos de Ibiza hasta Denia (Alicante), que se pueden cruzar en un ferry de Balearia desde 399 euros incluso llevando el vehículo en unas tres horas. Y se ha puesto en marcha el primer fast ferry con motores propulsados por gas natural. Martínez enumera algunas empresas que gestionan este tipo de turismo: «Sea Rent Jávea desde el Canal de la Fontana, Atopéission Charter en Marina Greenwich (Altea), Code Zero con presencia en Denia, Papillon Charter (Pobla Marina) o la Escuela Náutica Buena Proa y Water Sport Santa Pola».