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Silente II: Una historia sin final feliz

El Capitán del BP Don Franco informó en navegación, estando en posición 36º58’S, 055º38’W, que cruzó muy cerca de un velero de nombre Silente II, casco blanco, sin tripulación a la vista, intentando comunicarse sin respuesta y que le llamaba la atención que las velas estaban guardadas en su funda.

Lo plotea y encuentra que está a la deriva con una Vel. 2 Nds, Rv 100º, a unas 50 millas de Punta Médanos Arg.

El día 8, en Aguas Seguras, y en distintos foros aparece este mensaje: Camaradas, paso un aviso que me manda mi amiga Virginia:

«Amigos, con amargura les cuento que ya hace 2 días que el barco de mi sobrino Gustavo Bidone (que muchos conocen, tenía el barco en el Centro de Graduados pero hace un par de meses lo traslado a ROU ya que vive allí desde hace un año) llamado Silente II, cortó amarra (en el Club La Estacada, al SSW del Faro Punta Brava) en la madrugada del jueves 6 y avisadas las prefecturas de ambos países fue publicado en Avisos a los Navegantes, aún no ha aparecido, ruego a quien lo viera por el río me avise por favor su ubicación. Les pido que extiendan este pedido a conocidos que navegan con igual objetivo. Les estaré muy agradecida de lograr datos al respecto. Es un ROY32». Gracias! ❤️⛵

Este apareció el 10-04:

Estoy intentando armar una tripulación de 3 o 4 personas, incluyéndome, para lograr abordar el Silente y llevarlo a puerto. Creo que las próximas horas son cruciales. Si no lo rescato pronto se perderá mar adentro.

El barco navegó 240 millas en un recorrido hasta proximidades de Punta Médanos y por un cambio meteorológico cambió su dirección de desplazamiento (en 180º) para cruzar la boca del RdlP y varar mansamente en fondo de arena próximo a las playas de José Ignacio (ROU).

Avisado el propietario el jueves 13, armó su equipo de rescate para iniciar la maniobra en el amanecer del día siguiente pero una fuerte tormenta de abatió sobre José Ignacio (en línea con CABA) al alba del viernes, con fuertes vientos y precipitaciones. Por efecto de la rompiente y el barco golpeando sobre el fondo, primero desarboló y poco después se quebró el casco del barco a la altura de la cuaderna central resultando en pérdida total de la nave.

Por: Juan Carlos Soneyra

barcos@barcosmagazine.com

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