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SI UN BUEN TRIMADO MEJORA TU RUMBO, UN CAMBIO DE PENSAMIENTO, ¡MEJORA TU VIDA!

El Counseling es una profesión de ayuda psicológica, que intenta, en un lap- so relativamente corto, promover en una persona desorientada o en crisis, el crecimiento personal, potenciando sus propias capacidades y habilidades. Iniciar un proceso es el primer paso para cambiar las actitudes con las que enfrentas esos periodos de crisis, desplegando todos tus recursos para poder superarlos. El consultante es acompañado por el Counselor, contenido y valorado en su experiencia. De esta forma, logra superar y resolver estas situaciones y aprende a enfrentar otras.
Te propongo una reflexión…
A todos nos abandonaron un día. Y cuando digo abandonar, no me refiero sólo a un acto traumático. No. Es más simple. Pero duele igual.
A todos nos abandonaron en medio de un problema. En el inicio de un proyec- to. En el momento menos pensado. En el momento más esperado. A veces pasa que te das vuelta y no tienes quien te junte los mocos, quien te de la palmada en la espalda cuando algo te salió bien y quien te limpie las rodillas cuando te fuiste al pasto.
Todos sabemos de la tristeza que se siente cuando nos sentimos solos. Porque todos fuimos abandonados un día. Y entonces, encontramos un acto paliativo, para tapar ese pozo. Vemos gente que se come la angustia tragándose un paquete de cigarrillos, otro que corre y corre como un loco, a ver si el viento en la cara le vuela ese agujero en el pecho. Personas que se comen las uñas junto con los nervios paralizantes. Paquetes de galletitas que van a parar a la boca sin noción de que lo que se intenta matar, no es el hambre. O por lo menos, no ese. Chicos que se perforan la nariz y las venas, con alguna que otra cosa que los pase a otra realidad por un par de horas. Otro se pone a jugar lo que no tiene. Vos comprarás compulsivamente cosas que no necesitas, para sentirte un poco vivo por un instante. Y yo me quedaré mirando una película, que me habilita disimuladamente a llorar mirando afuera, lo que no tengo ganas de mirar adentro. Es que somos tan difíciles con nosotros mismos que cuando peor estamos, es cuando más nos castigamos. Porque todo eso que te comes, te come a vos. Te suma al abandono, la culpa de hacer algo que sabes que no es genuino. Que no es lo que quieres. No comes así por ham- bre. No corres por deporte, cuando te estás rajando de vos. No te intoxicas por placer. Tapas. Escondes. Cerras los ojos. Te pones un par de auriculares para no escuchar tu corazón. ¡Date cuenta! Te estás comiendo a vos. Y quizá, el secreto esté en frenar. En sentir. En recordar, que en ese abandono lo que te falta, es lo que tienes que buscar. Amor. Quizá sea hora de pedir ese abrazo. De acostarte en las rodillas de tu mamá. De poner la pava y llamar diciendo, sí, te necesito. Es ahora. Después no. Ahora. Anda a esa casa. Habla

con quién te escucha. Llora. Grita. Pedí. Da. ¡Ahora!
Hacer malabares, en medio del desorden, no tiene más que un resultado desordenado. Resultado que no va a curar la herida que te sangra, porque le estás metiendo una curita. Y las curitas no curan. Las curitas tapan. Y vos sabes muy bien que el dolor tapado no es do- lor sanado.

Pará un poquito. Mirate en el es- pejo de tu alma. Mira lo que te falta. Porque no hay peor aban- dono que el que se hace a uno mismo. Pedí lo que necesitas, si ves que solo no podes. ¡Habla con un Counselor que te acompañe de igual a igual, centrado en la perso- na, centrado en vos!

Counselor Verónica Pavia

barcos@barcosmagazine.com

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