Nia Suardíaz empezó con el Wingfoil de casualidad en mayo del 2021. Un amigo de su madre la invitó a hacer un curso de principiantes con su hija. Desde el primer momento le encantó y quiso seguir y seguir. En 2023 se ha proclamado campeona del mundo en Freestyle y Slalom (Open y Junior), y subcampeona en Big Air y Wave. Hablamos con ella para que nos cuente cómo ha pasado en dos años de que le prestaran material en la Wingofil Adrenalin Kite Área de Tarifa a subirse a lo más alto del podio de una disciplina que ha irrumpido con fuerza.

Nia, ¿qué ha pasado esta temporada?

Buf. Esta temporada ha sido increíble para mí. Aún ni me lo puedo creer. He entrenado mucho en Freestyle porque quería el título mundial femenino este año y lo he logrado. Estoy muy contenta de que todo el esfuerzo y el duro entrenamiento hayan dado sus frutos y más contenta todavía de haber conseguido un segundo título mundial en la disciplina de Slalom.

La tercera disciplina, las olas, me atraía mucho, así que decidí intentarlo también y participar en las competiciones de olas. Y la verdad es que fue increíble porque pude conseguir el subcampeonato del mundo en esta modalidad.

Campeona en Freestyle y Slalom, subcampeona en Wave y también en Big Air. ¿De cuál tienes mejor recuerdo o te hizo más ilusión y cuál te queda como espinita?

La verdad, es que la ilusión más grande es tener el título de campeona del mundo en Freestyle. Y es cierto que me queda la espinita de seguir avanzando en la disciplina de olas, porque me encanta.

Con 16 años vivirás en casa y estudiarás, pero viajas por todo el mundo compitiendo. ¿Cómo os organizáis con la familia y con la escuela? Especialmente teniendo en cuenta que el wingfoil es una disciplina nueva y las ayudas no serán fáciles de conseguir.

La verdad es que en este año ha cambiado mucho. Como hay tantas competiciones he tenido que cambiar a un sistema de educación online y estoy estudiando en casa y en los viajes cuando estoy compitiendo. Ha sido un cambio grande y es difícil adaptarse y estudiar sola. Mi familia me ayuda mucho. Mi padre con los estudios y entrenamientos y mi madre con la organización de los viajes y el tema de comunicación y patrocinios. Tengo algunos patrocinadores que me apoyan y me ayudan con los viajes, pero es cierto que todavía es un deporte muy nuevo y minoritar.

¿Pero hay vida más allá del wingfoil?

La verdad es que tengo muchas aficiones, pero la mayor son los deportes de agua. Me apasiona el wingfoil con mis amigos, obviamente, pero aparte de eso me gusta mucho el surf, el skate, montar a caballo y bailar. Fuera del deporte, cuando tengo algo de tiempo, también me gusta pintar.

¿Te preocupa la motivación habiéndolo ganado casi todo a los 16 años? ¿Cómo te ves en el futuro?

No, no me preocupa, estoy muy motivada para este año 2024. Disfruto mucho con lo que hago y quiero ganar muchos trofeos más. Está claro que tengo más presión que antes, pero intento disfrutar y vivir la pasión que tengo por mi deporte y viajar.

Desde tu posición de referente de la disciplina: ¿qué tiene el wingfoil que se está poniendo tan de moda?

El Wingfoil es una sensación increíble de volar sobre el agua. Como llevas un Foil debajo de la tabla que te ayuda a elevarla, no tocas la superficie al navegar y es una sensación muy ligera. Para mí es el deporte perfecto para chicas porque no es tan físico como el Windsurf ni tan técnico como el Surf y la experiencia es muy bonita. Además, lo puedes hacer con viento muy flojo y pasarlo muy bien.

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