Una gran casa flotante de dos pisos, con una cerca blanca, fue vista flotando a través de la Bahía de San Francisco después de que a sus propietarios se les dijo que abandonaran el puerto deportivo cercano.

La casa flotante fue remolcada a través de la bahía hasta San Rafael después de que se pidió a sus propietarios que abandonaran el puerto deportivo de Redwood City, que alguna vez albergó a más de 100 residentes.

Las noticias locales informan que el ayuntamiento de Redwood ordenó a los residentes del puerto deportivo que se fueran, ya que los barcos bloquearon el acceso público a una vía fluvial estatal. A los residentes se les ofreció una compensación durante el desalojo, que fue parte de una batalla legal que ha estado en curso desde 2015.

La embarcación en cuestión era la penúltima casa flotante que quedaba en el puerto deportivo de California. La casa flotante de madera estaba anclada en Richardson Bay, frente a la costa de Sausalito, según informes locales.

La ciudad de Redwood administró el puerto deportivo de Docktown durante décadas antes de que el abogado Ted Hannig y un grupo anónimo demandaran a la ciudad en 2015. La demanda presentada por Hannig alegaba que el puerto deportivo es propiedad estatal que no había sido dividida en zonas para uso residencial.

La ciudad finalmente pagó 1,5 millones de dólares a Hannig y su grupo y asignó al menos 3 millones de dólares para limpiar la contaminación del puerto deportivo.

La Guardia Costera de Estados Unidos supervisó el traslado del cobertizo para botes, que flotaba en una barcaza con la ayuda de un remolcador más pequeño.

Se publicaron en las redes sociales videos y fotografías de la casa flotando bajo el famoso Puente de la Bahía de la ciudad. El barco se encuentra actualmente en Richardson Bay, pero se desconoce dónde terminará.

Leyes de casas flotantes

Si bien las casas flotantes presentan desafíos, como encontrar un seguro y un mayor desgaste, a menudo se las considera una forma de mitigar el gasto de comprar una casa tradicional sin reducir su tamaño. Muchos residentes del puerto deportivo de Redwood City temen tener que abandonar San Francisco, conocido por sus costosas propiedades inmobiliarias.

Sin embargo, no todas las casas flotantes están sujetas a sentencias punitivas.

En 2022, el condado de Miami-Dade detuvo su lucha para recaudar impuestros a la propiedad en una casa flotante en Miami Beach.

Según el Miami Herald, la oficina del tasador de propiedades abandonó su intento de declarar el Arkup #1 como una «estructura flotante». Esto significa que el propietario del barco no tuvo que pagar una factura de impuestos de casi 120.000 dólares.

La casa flotante de forma rectangular, anclada en la propiedad del propietario Jonathan Brown, incluye una cocina, sala de estar, dos dormitorios, gimnasio y un patio.

El Arkup se presentaba como una casa flotante ecológica, que podría servir como modelo para ayudar a aliviar la crisis inmobiliaria en el mundo.