Las precipitaciones cayeron sobre la capa de hielo el sábado durante 13 horas de forma intermitente y arrojaron 7 mil millones de toneladas de agua.
Este año, Groenlandia ha vuelto a experimentar un derretimiento masivo, pero esta vez acompañado de un fenómeno inusual. Por primera vez desde 1950, cuando se inició el mantenimiento de registros, las precipitaciones acontecidas en la isla, aproximadamente a dos millas sobre el nivel del mar, cayeron en forma de lluvia y no de nieve.
Esto ayudó a crear un fenómeno de lluvia extrema que arrojó 7 mil millones de toneladas de agua sobre la capa de hielo durante 13 horas de forma intermitente. “Básicamente, llovió durante todo el día (sábado). Estuvo lloviendo cada hora, mientras el personal realizaba sus observaciones meteorológicas”, explica a The Washington Post Zoe Courville, ingeniera de investigación del Laboratorio de Ingeniería e Investigación de las Regiones Frías. “Y esa es la primera vez que se observa que sucede en la estación”, añade.
El acelerado deshielo de Groenlandia
El aumento de temperaturas que sufre el planeta debido al cambio climático está acelerando el deshielo de Groenlandia. La extensión del derretimiento alcanzó un máximo de 337.000 millas cuadradas el sábado, según NSID, nueve más tarde que el derretimiento anterior, que excedió unas 309.000 millas cuadradas. Estos acontecimientos fueron más pequeños que el evento de derretimiento que ocurrió el 28 de julio, que cubrió 340.000 millas cuadradas de la capa de hielo, aunque siguen siendo preocupantes.
Por otra parte, en 2019, Groenlandia arrojó aproximadamente 532 mil millones de toneladas de hielo al mar. Además, durante ese año, una fuente termal inesperada y una ola de calor en julio hicieron que casi toda la superficie de la capa de hielo comenzara a derretirse. Como resultado, el nivel del mar global aumentó permanentemente en 1,5 milímetros. “Estamos cruzando umbrales no vistos en milenios y, francamente, esto no va a cambiar hasta que ajustemos lo que estamos haciendo en el aire”, asegura a CNN Ted Scambos, científico investigador principal del NSID.
Las previsiones de Naciones Unidas para el futuro tampoco son optimistas. Según un informe publicado por la organización este mes, el calentamiento global continuará agravando el derretimiento de nuestros casquetes polares. Asimismo, el documento advertía de que, si el planeta se calienta más de 2 grados centígrados, el cambio “podría desencadenar el colapso inexorable de la capa de hielo de Groenlandia”.