Reconocida por ser el único pueblo ribereño a la Laguna Mar Chiquita, este destino en el noreste cordobés es un paraíso para el avistaje de aves, los deportes náuticos, la gastronomía y la naturaleza en Ansenuza.
Entre atardeceres de colores vibrantes, Miramar de Ansenuza posee una de las maravillas naturales de la provincia de Córdoba y uno de los humedales salinos más grandes del mundo, la Laguna Mar Chiquita.
Con una biodiversidad única (más de 300 especies de fauna registradas) este espejo de agua es ideal para avistar aves acuáticas, entre las que resaltan garzas, gaviotas, y flamencos rosados, todo un símbolo de la localidad.
En días calurosos, vale la pena sumergirse en sus aguas y salir reanimado por sus propiedades medicinales; hacer deportes náuticos o dar un paseo en lancha hasta la desembocadura del río Xanaes (Segundo), donde puede verse cómo se unen los colores del agua dulce y la laguna.
Un paseo costero
Como las distancias en la zona son cortas, su costanera es elegida para caminatas y paseos en bici. En el camino es infaltable sacarse una foto con las letras de “Miramar” (frente a la torre del ex hotel casino Copacabana) y subirse a un mirador de madera para observar a las aves volar. Con solo apreciar la vista y descansar en sus playas esto será un plan ideal. ¿La recomendación? no se mueva hasta ver caer el atardecer: en este lugar la puesta de sol es un espectáculo único.
Más allá de la laguna, la propuesta cultural incluye varios museos: el de Ciencias Naturales Aníbal Montes, para conocer los orígenes de la laguna desde su mirada geológica; el de fotografía Dante Marchetti, desde la perspectiva de la historia del pueblo. Se suma la Capilla Museo San Antonio, primer capilla croata de la provincia, y el museo Hotel Viena, uno de los más visitados por su pasado alemán y algunas leyendas de fantasmas.
Qué hacer
Son protagonistas la laguna Mar Chiquita –para paseos en embarcación o para deportes náuticos– y sus museos (Hotel Viena, Ciencias Naturales Aníbal Montes y el Museo Fotográfico Dante Marchetti). Se agregan los circuitos en bici por la zona y la visita a la primer capilla croata de la provincia.
La zona alberga numerosas localidades, muchas de ellas son comunas y parajes rurales. Sin duda, el atractivo turístico más importante es la Reserva de Uso Múltiple “Bañados del Río Dulce y Laguna Mar Chiquita”, cuya laguna recibe los afluentes del Río Suquía, el Río Xanáes y el Río Petri, y constituye uno de los humedales salinos más grandes de Latinoamérica y el quinto del mundo. El ecosistema, que se distingue por la presencia de una variada y abundante flora y fauna autóctona con más de 350 especies de aves, ha sido declarado sitio RAMSAR, dentro de una categoría internacional de sitios de conservación de especies de aves acuáticas.
Como consecuencia de las gestiones encabezadas por el gobierno de la provincia de Córdoba, a través de la Agencia Córdoba Turismo, la Cámara de Senadores aprobó la creación del Parque y Reserva Nacional Ansenuza, en la Laguna de Mar Chiquita. La nueva Área Natural Protegida comprende más de 600 mil hectáreas, siendo el parque nacional más grande del país.
Este ambiente posibilita la realización de actividades de ecoturismo, principalmente avistaje y fotografía de aves. Por aquí, se pueden observar flamencos, gaviotas, patos, aves playeras migratorias y otras especies de ambientes acuáticos. A estas propuestas se suman alternativas como la pesca de pejerrey, deportes náuticos, excursiones guiadas, safaris fotográficos, paseos nocturnos y actividades vinculadas al turismo salud, aprovechando las propiedades minerales del agua, como fangoterapia y masajes relajantes.
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