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LA SENTINA, ESE LUGAR DESCONOCIDO

LA SENTINA ES LA PARTE DEL BARCO MÁS BAJA, MÁS INACCESIBLE Y DONDE SE ACUMULAN AGUA Y DEMÁS FLUIDOS PROVENIENTES DE FILTRACIONES, ROTURAS O VERÍAS. PARA MUCHOS, ES UN ESPACIO OLVIDADO, DESCONOCIDO,  INADVERTIDO O IGNORADO POR LOS NOVATOS. PERO, LA SENTINA O TAMBIÉN LLAMADO DOBLE FONDO, ES UN ESPACIO VITAL DE LA ESTRUCTURA,  QUE  NOS REFLEJA EL ESTADO DEL BARCO, DELATA  PROBLEMAS (SIMPLES O RIESGOSOS) YA QUE UNA GRAN CANTIDAD DE ELEMENTOS SE DISTRIBUYEN EN ELLA A LO LARGO DE LA ESLORA. A CONOCER ENTONCES EL FONDO INTERNO DE NUESTRO BARCO.

Por Gustavo Revel

La palabra sentina (del inglés bilge), tiene esta acepción: “Cavidad inferior de la nave, sobre la quilla; sitio lleno de inmundicias; lugar donde abundan los vicios”.

Olvidando la última referencia – que tiene explicación- ubicamos la sentina en la parte más baja de la embarcación, sobre el sector de quilla y entre los refuerzos longitudinales paralelos a la quilla. Este espacio, coincidente con el extremo más bajo del casco, se extiende de proa a popa; lugar confinado, de acceso restringido, pero en ciertos barcos con suficientes cuarteles (bocas) de inspección para verificar su estado y controlar los innumerables  servicios y sistemas que pasan  por debajo de donde se habita el barco.

En aquellos viejos galeones de noble madera, de carenas planas y constantes filtraciones, la existencia de agua allí era cosa habitual; agua y todo tipo de fluidos, condiciones de salubridad e higiene deplorables. La sentina era entonces un lugar “lleno de inmundicias”.  Todo caía allí abajo. Las prisiones para los reos que se sublevaban o  prisioneros, estaban literalmente a flor de sentina, siempre inundadas y mal olientes; los esclavos eran trasladados en las zonas bajas del barco. Debido a la precaria estanqueidad del buque en su estructura superior, todo líquido o fluido que corría por las distintas cubiertas terminaba  en sentina. Ratas y carga, leña y aceite, todo se misturaba en ese oscuro y pestilente espacio. Por cierto, las sentinas eran achicadas constantemente, a mano, y era una de las tareas más degradantes de a bordo. Por fortuna, las cosas han cambiado; pero igualmente, nadie quiere siquiera mirar la sentina, por extraño que parezca.

Todos los barcos tienen doble fondo, por ende, tienen sentina. Hablar de sentina y doble fondo es, en principio, lo mismo. A la sentina fluye todo líquido disperso por el interior del casco, en su punto más bajo. En los cascos de fondo plano se generan espacios intercostales,  definiendo un sector similar.

Las lanchas tienen una sentina acotada –a popa-, siendo el pocete ubicado en crujía contra el espejo de popa, allí donde se aloja la bomba de achique. Puede tener acceso al doble fondo-situado a proa-  en los lugares tales como el guarda esquí u otra abertura. Esa última zona suele también, no tan erróneamente, llamarse sentina.

En un velero, hablamos de sentina en la zona de arraigo del quillote, o la zona de la orza – embarcaciones pequeñas- . Allí se encuentra el punto más bajo de la línea del fondo, donde convergerá toda el agua que haya ingresado por avería, baldeo, inundación etc.

En los cruceros o veleros desde 30 pies en adelante, la sentina va de proa a popa, siempre sobre crujía y es también  el espacio utilizado para instalación de servicios y sistemas: tendido de cañerías de achique, de holding tanks, combustible, agua dulce, de refrigeración, lastre, sistemas hidráulicos, pasaje de cables -parte superior-, bombas de achique, tanques de aguas grises, negras, de combustible, agua dulce, bow thruster, pasa cascos, tomas de mar, líneas de transferencia, interconexionado de tanques, entre innumerables posibilidades.  Si bien la sentina es el lugar más confinado del barco no es el menos importante, y debe ser de fácil acceso, seco y seguro para para control y acceso sin restricciones.

El doble fondo tiene interferencias a lo largo de toda la eslora; cuadernas, mamparos, refuerzos especiales, alguna toma de mar, etc. A lo largo de la eslora existirán imbornales, pequeños ductos vinculantes que permiten el pasaje del agua de un compartimentado a otro, excepto de los mamparos principales estancos. Estos ductos permiten que toda el agua o fluido que llegue al fondo, por el motivo que fuere, busque el punto más bajo del barco; allí mismo estarán actuando las bombas de achique, manuales ó automáticas, las que garantizarán zonas secas.

CRUCEROS – VELEROS  – LANCHAS

ALGUNOS TIPS

Ya sabemos de qué se trata. Sepamos qué hacer para mantenerla siempre bien.

1. La primera medida es remover alfombras si las hay, abrir todos los cuarteles, sacar las tapas fuera del barco, numerándolas y marcando su exacta posición. Ventilar las zonas abriendo en el barco todos los ojos de buey y tambuchos. Es necesario además la existencia de buena luz en esos sectores, que son en general oscuros. Hoy los astilleros agregan iluminación básica a la sentina, con leds de muy bajo consumo y no afecta el consumo general del barco en su ecuación eléctrica.

2. Abierta e iluminada la sentina, es necesario hacer un reconocimiento visual completo y minucioso, de proa a popa. El sniff test – los olores que emanan de allí- son pistas para detectar problemas. Podremos verificar lo más común: existencia de agua limpia (pérdida de alguna cañería) o de río/mar (deja residuo oscuro), o tal vez otro fluido – aceite, aguas negras, combustible-. Los ingresos de agua pueden ser desde el fondo ó desde partes superiores del barco. Las filtraciones de cualquier tipo de ingreso dejan su huella: hay que seguir el rastro, encontrar el problema y eliminarlo. Detectada la fuente de ingreso de agua, se repara, limpia y seca a conciencia. También se verifica estado y funcionamiento de las bombas de achique, conexionados y la no existencia de residuos sólidos, los que pueden obturar o trabar el accionamiento de las bombas.

3. Verificar el correcto ajuste de las instalaciones existentes, con este check list:

a. ¿Hay movimiento de estructura, o nota algún corte o separación de partes del doble fondo? ¿Están protegidas todas las partes estructurales con buena pintura cubritiva –pisos, refuerzos, estructura-?

b. ¿Las cañerías se encuentran firmemente amuradas?, ¿presentan pérdidas en sus conexiones? ¿Tienen las cañerías alguna identificación de lo que contienen?

c. ¿Los tanques están bien amurados? ¿Tienen pérdidas? ¿Están identificados?

d. Si hay cañería de combustible, y es de goma, ¿posee doble abrazadera en los extremos? ¿Está amurada y segura de la abrasión?

e. ¿Hay cableado eléctrico? ¿Está protegido o contenido en bandeja o caños protectores ignífugos? ¿Están los cables pasados por el sector más alto de la sentina? ¿Están bien amurados en forma prolija e identificable?

f. ¿Los cables están correctamente aislados, con uniones termocontraíbles o fichas? No debe existir cinta aisladora para unir cables: ¡¡nunca!!

g. ¿Hay cajas de interconexionado amuradas en los sectores altos? ¿Son estancas?

h. ¿Se encuentran separados los tendidos de red de 12-24 volts de los de 220 volts?

i. ¿Hay esclusas o pasacascos en el sector de sentina? ¿Se verifica ingreso de agua en su entorno? ¿Las esclusas están identificadas?

j. ¿Hay baterías en el doble fondo? ¿Están dentro de una caja estanca, con venteo individual? ¿Se encuentran bien amuradas?

k. ¿Existen bombas auxiliares o de otros servicios? ¿Están amuradas, funcionan?

l. ¿Están los imbornales destapados y los mamparos estancos mantienen su integridad intacta?

m. ¿Está todo realmente limpio y pintado?

En sala de máquinas, debe verificarse la no existencia de combustible o aceite en sentina, proveniente de algún motor, tanque o parte mecánica del barco. Dichos fluidos no deben acceder al sistema de achique, ya que éste podría expulsarlo en forma automática al exterior, contaminando el medio ambiente. Debajo de cada motor debe haber una bandeja colectora o, de no existir, un espacio cerrado para que los fluidos pesados queden retenidos para su remoción especial.

En caso de yates, hay ajuste de patas de gallo, salida de eje, y la limera del timón. Verificar anclajes, si los tornillos no denotan óxido o pequeñas filtraciones, o si la limera no acusa rastros de agua-óxido, y si el prensa del eje posee grasa y no posee filtraciones.

En los veleros, sumarle principal atención en el anclaje del quillote, en las zonas de sala de máquinas, siempre pequeñas y ajustadas, y en la salida de transmisión –para tipo sail drive-. Las esclusas de salida de casco llevan sifones especiales, firmemente amurados, debido a las constantes y comunes  escoras del barco. Finalmente, en las lanchas, los controles se limitan a verificar su limpieza, ingresos de agua a través del botazo o desde el fondo. Controlar que la batería se encuentre amurada, que no haya cables sueltos, mangueras de combustible lejos de la batería y sanas, con doble abrazadera. También que el venteo del tanque fijo sea seguro, venteo y boca de carga sanos y sin estrangulamientos. Reemplazar todas las mangueras del tipo cristal transparente, las que se resecan con el tiempo y pueden llegar a quebrarse. Control de bombas, limpieza correcta, remoción temporaria de los tapones de achique, externos o internos de doble fondo, en especial el pocete de popa, son los puntos más destacados de este mantenimiento base.

Una frase valedera: sentina seca, barco seguro. Por eso, descubra ese mundo olvidado, y entienda que muchas veces, su barco le habla desde allí.

barcos@barcosmagazine.com

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