La Rama de Investigación de Accidentes Marítimos (MAIB, por sus siglas en inglés) ha pedido ‘más trabajo’ para crear conciencia sobre los peligros del monóxido de carbono, después de la trágica muerte de dos navegantes en Port Hamble

El MAIB ha hecho pública esta semana los resultados de su informe sobre la muerte de dos hombres a bordo del crucero deportivo Emma Louise, que estaba amarrado en Port Hamble Marina, en la costa sur del Reino Unido, en 2022.

En la mañana del 12 de enero de 2022, el personal del puerto deportivo descubrió a los dos hombres en la cabina cubierta del crucero deportivo de propiedad privada. Los hombres, el propietario del barco y su cuñado, habían viajado desde sus hogares en Slough, Inglaterra, y se prepararon para pasar dos noches a bordo.

Los dos hombres dejaron encendido el motor de gasolina de la embarcación durante la noche anterior, probablemente para mantener encendidos algunos de los sistemas de la embarcación. Los gases de escape se acumularon en el área cubierta de la cabina durante la noche, según el informe, lo que provocó que se desmayaran y murieran debido a monóxido de carbón (CO) por envenenamiento.

El informe identifica problemas clave de seguridad, incluido el hecho de que los gases de escape, que contenían CO, probablemente se canalizaron hacia la cabina entre el espejo de popa del barco y un anillo de esquí acuático inflable suspendido de él.

La cabina estaba cubierta por un dosel ajustado y los gases de escape se acumulaban debido a que había poca ventilación para permitir que el CO se dispersara. Sin una alarma de CO instalada a bordo, los hombres no fueron alertados del peligro de envenenamiento por CO antes de sucumbir.

Las alarmas de CO se hicieron obligatorias en los barcos que navegan en aguas interiores en 2019 bajo el Esquema de Seguridad de Embarcaciones. El informe de MAIB destaca que, en el momento del accidente, no era necesario instalar detectores de CO a bordo de las embarcaciones de recreo que operaban en las aguas costeras del Reino Unido.

El informe encuentra que se requiere más trabajo por parte de las partes interesadas de la industria para aumentar la conciencia sobre el CO entre los usuarios de embarcaciones de recreo para reducir el número creciente de muertes causadas por el envenenamiento por CO.

El MAIB no ha hecho más recomendaciones de seguridad, además de las ya vigentes desde el 2017. Los detalles de estas recomendaciones se detallan en un folleto de seguridad y video producido por MAIB.

“El accidente a bordo Emma Louise sirve como otro terrible recordatorio del peligro que representa el monóxido de carbono y la velocidad a la que pueden ocurrir daños a la salud y colapso”, dice Andrew Moll OBE, inspector jefe de accidentes marítimos. “Sin detector de CO instalado, los dos hombres desconocían el peligro y fueron vencidos trágicamente a los pocos minutos de arrancar el motor del crucero.

“El CO es incoloro, insípido e inodoro y difícil de detectar para las personas. Es esencial que las alarmas de CO estén instaladas en áreas donde se puede acumular monóxido de carbono, como las cabinas y las cabinas de los barcos a motor. Nunca ignore el olor de los gases de escape en ningún espacio cerrado. Se recuerda una vez más a los usuarios de embarcaciones las tres medidas sencillas pero salvavidas que le ayudarán a mantenerse a salvo del CO: instalar y mantener el equipo correctamente; instalar detectores de CO y probarlos con regularidad; y asegúrese siempre de que haya una ventilación adecuada en la cabina”.

Durante los últimos 10 años, el MAIB ha investigado cinco accidentes relacionados con envenenamiento por CO en embarcaciones de recreo que (incluido este) resultaron en la trágica pérdida de nueve vidas.