Cuando a través de la vela ayudamos a formar en los niños su carácter y personalidad, fomentando a que desarrollen valores como la empatía, el respeto, la solidaridad y el mismísimo OPTIMISMO, nuestra tarea como entrenadores trasciende…
El desafío es que descubran un deporte nuevo a través de los optimist, experimenten disfrutando y sacando lo mejor de sí mismos, se acerquen a la naturaleza. Fomentando el trabajo en equipo, el respeto por el medio ambiente y desconectándonos del ritmo frenético de la tecnología.
Entonces, algunas de las capacidades socio-emocionales que trabajaremos en conjunto con las técnicas, la estrategia y la táctica son:
La DETERMINACION: Lecciones de resiliencia, aprender a seguirla luchando sin importar que incómodo se esté, desarrollando la fuerza interior ante la adversidad del medio (viento, olas, frío),
PACIENCIA: Para aprender las maniobras en tierra, para llevarlas a la práctica en el agua, para que salgan,
CONFIANZA: Controlando el barco solitos, tomando decisiones propias, enfrentándose al medio que a veces se pone hostil,
RESPONSABILIDAD: A la hora de salir a aguas abiertas, en el armado y control del barco, para no olvidar ningún elemento de seguridad,
DISCIPLINA: En qué hacer foco, establecer prioridades,
JUEGO LIMPIO: Respetando las reglas de los juegos propuestos y en las competencias,
APRENDER A PERDER: Aceptando que no se pueden ganar todos los juegos y regatas, y que lo más importante es aprender, disfrutar y seguir intentándolo,
CONSTRUIR AMISTADES PARA TODA LA VIDA: Compartiendo los días de clase, organizando y participando de encuentros y campeonatos,
TRABAJAR EN EQUIPO: Durante la preparación individual de cada barco, ayudándonos, en la rampa, revisando los estándares de seguridad para la navegación y
MANEJAR LAS EMOCIONES: Encontrar el camino para lidiar con los sentimientos.
Sin dudas, lo más importante que podemos hacer como entrenadores por “nuestros chicos” es prepararlos para la vida…¡niños, padres y entrenadores formando un equipo imbatible !