El astillero Riviera nos sorprende: Lorenzzo 60 es un barco que marca tendencia en diseño y performance y, por supuesto, con una manufactura que sólo la firma mantiene a través del tiempo y sus productos. Conozcamos al nuevo integrante de la familia Riviera.
Texto y fotos: Gustavo Revel
A pesar del tiempo transcurrido, el astillero Riviera mantiene intacto un estilo. Parece una frase hecha, pero no lo es. Porque Riviera sostiene, desde siempre, el carácter del diseño italiano, la impronta de esa ingeniería que sin dudas está posicionada como una de las más importantes del mundo. Allí nace todo, dicen algunos. Los estudios de diseño compiten en forma directa, sin límites. Y siempre rompen esquemas. El estudio naval Arrabito ha logrado captar la idea solicitada por Riviera; aquí en Argentina, se han realizado algunos cambios interiores respecto del proyecto inicial, pero la esencia de las líneas exteriores habla por sí sola. Vayamos a lo importante: ¿qué tiene de novedoso Lorenzzo 60? Cuatro camarotes, con tres baños: cubierta de fly extendida, sin puntales (más superficie disponible y excelente distribución en ella): techo duro ultra compacto, de generosa geometría; superficie vidriada extendida, en casco y cubierta; sector open en proa (nuevo aprovechamiento de un espacio destinado históricamente a solárium); carena nueva optimizada, con cantonera de corte recto en proa: fondo admisible para dos transmisiones azimutales IPS de Volvo Penta; salón y cocina de exquisita concepción: gran cockpit; camarote marinero integrado y completo… todo dentro de una misma eslora, la más buscada de estos lares.
Lorenzzo 60 es un barco de porte, generoso en sus dimensiones (19.15 metros de eslora, 5.17 mts. de manga y 3.25 mts. de puntal); posee planchada de popa sumergible hidráulicamente, apta para alojar un dinghy mediano. El casco luce perfecto, con corte de ventanas extendido y ampliado en la zona media (camarote principal). En la parte superior, el diseño respeta una borda continua de media altura completando la dimensión reglamentaria con candeleros de acero i-
noxidable, rectos, y de perfecta concepción. La superestructura es sorprendente: desde su trazo inicial, prosigue en la parte superior del fly hasta el remate en popa, dándole su propia personalidad. Dos zonas vidriadas, bien definidas complementan un perfil impactante. Adicionamos a esta vista el techo duro, cuyo sostén son sendos brazos en PRFV de distinguido formato.
Al abordar desde la planchada de popa, encontramos tres escalones de acceso al cockpit, a cada banda. La existencia de un asiento popel entre ambas escalinatas y una mesa de teca, deja espacio aún para transitar. Por supuesto, el fly extendido ofrece un techo seguro para protegerse del sol o hacer un cerramiento integral. La escalera de acceso al fly es ancha y segura. Los pasillos laterales siguen el mismo concepto, cómodos y protegidos. El ámbito de proa es ahora aprovechado por un soberbio sofá en “U” inserto en la estructura de la carroza, de buena concepción en esta eslora y obligado hoy en los diseños de nueva generación. Este espacio, siempre utilizado como solárium, ofrece otra alternativa de reunión a bordo, disfrutando de la mejor vista exterior (y del sol) a la hora del ocio. El triángulo de proa es limpio, despejado y correcto para las maniobras de amarre y fondeo. Merece destacar también el sector de popa para una maniobra segura y los herrajes logrados, de calidad y desarrollo impecable.
Pues bien, ingresando al salón todo cobra otra dimensión. Primero porque el barco logra espacios perfectamente definidos, integrados, luminosos y con buen equilibrio en su mobiliario, colores y textura: sofá en “L” en babor y recto a estribor; un segundo nivel destaca a un espacio de cocina insuperable en calidad y equipamiento (babor) enfrentada a una buena mesa de cristal, para ocho o diez invitados. Finalmente el sector de comando ha sido diseñado como centro principal de todos los equipos y servicios del barco, además de la motorización que, en este caso, es de dos Volvo Penta IPS 950 de 725 hp y casi 11 litros de cilindrada cada uno. Volvo es parte de cada desarrollo de Riviera, siendo el astillero que ha equipado todos sus barcos con este tipo de motorización. Volviendo a la timonera, es extremadamente completa, con dos butacas individuales de gran categoría.
Escalones abajo llegamos a la cubierta inferior donde se reparten cuatro camarotes dobles. En popa, la suite principal es sumamente amigable, luminosa, con baño completo y vestidor; el camarote de proa es el segundo en tamaño y su baño en suite. En ambas bandas hay dos camarotes dobles, uno de ellos con baño en semi suite. La constante de todos es su amplitud en volúmenes, una esmerada combinación de detalles en maderas y colores, los que siempre dependerán de la elección del propietario, con el mejor asesoramiento del astillero.
La cubierta superior (flying bridge) ha sido lograda con especial énfasis. Ideado para estar, literalmente, todo el día allí. Reparte en partes lógicas espacios para solárium, sofá en “U” en torno a una buena mesa, un sector de cocina completo (con parrilla, pileta, heladera) y la segunda timonera, con repetición de equipos y sistemas. Estos lugares son protegidos por un hard roof del cual hablamos anteriormente. Gracias a la extensión del fly, la superficie aprovechable y la excelente diagramación lo hacen “único” y especialmente apto para las tardes de sol y buena temperatura.
La performance del Lorenzzo 60 nos sorprende: sus 32 toneladas de desplazamiento liviano, impulsadas por los 1450 hp de los dos IPS 950, dan una rango de velocidad entre 29 y 31 nudos, superior si lo comparamos con barcos con línea de eje, mucha más potencia, menos espacio y más desplazamiento final. Un buen crucero de 24 a 27 nudos es sin dudas una buena marca. Este nuevo modelo es un desarrollo actual cien por ciento, pensado para estos tiempos, con mucha ingeniería y tecnología. Riviera ha incorporado mucho volumen extra a una embarcación de 60 pies, que es lo que el público busca hoy en el mundo: sin subir de eslora incorporar espacios en forma armoniosa y con una calidad que nunca decrece.
Lorenzzo es mucho más que un 60 pies… es un Riviera.