Amarrado durante buena parte de su vida en Cap d’Ail, entre Niza y Mónaco, como buque insignia personal de Raniero III de Mónaco, el majestuoso velero ‘Malizia‘ naufragó esta semana en aguas de Estrómboli (Italia).

Construido para el príncipe en el astillero Perini Navi y botado en 1989, el velero mide 25 metros de eslora por 5,6 de manga. La zona de la cubierta reservada como zona social en el exterior, rodeada de madera brillante, es uno de los elementos más característicos de una embarcación que surcó con elegancia la Costa Azul con asiduidad en la década de los 90.

Como es tradición en la familia, el ilustre patrón nombró a su nuevo barco ‘Malizia’ como homenaje a su antepasado Francisco I ‘El Malicioso’, guerrero genovés que en 1297 se disfrazó de monje para conquistar la fortaleza de la roca que hoy es el Principado de Mónaco.

Tras cambiar de manos, fue rebautizado como ‘Geisha‘ y pasó a estar disponible para chárter. Navegar este verano a bordo de la embarcación salía por unos 20.000 euros a la semana, según las plataformas especializadas. Precisamente, el velero fue alquilado hace unos días en Trapani por un grupo de cinco personas para disfrutar del archipiélago volcánico de las Islas Eolias (Sicilia) cuando éste sufrió un accidente. Un vídeo grabado con dron y publicado por Riccardo Ciciriello en Facebook anticipa el desenlace.

La publicación Liguria Nautica dio detalles de lo sucedido. La tripulación perdió el control del barco en aguas de Estrómboli por algún fallo o avería que no ha trascendido hasta la fecha. El patrón trató de varar la embarcación para intentar salvarla de las rocas, evacuando antes a los pasajeros en el bote auxiliar y enviándoles al puerto de Scari.

Pese a los intentos del patrón y del tripulante que permaneció a bordo, el Perini acabó colisionando contra el acantilado sin tener que lamentar heridos. Ahora se trabaja en la recuperación del velero.