Home / Equipamiento  / EDICIÓN IMPRESA – STERN DRIVE (Parte 2)

EDICIÓN IMPRESA – STERN DRIVE (Parte 2)

Continuando con la Parte 1 de la nota, aparecida en nuestra edición anterior, continuamos hablando del sistema de transmisión STERN DRIVE, cola en Z, o dentro fuera de borda, que tiene más de ciento treinta años. VOLVO, en Suecia, comprendió de inmediato lo interesante que podía ser el ofrecer un kit completo en el que se incluyese motor, caja de cambio, transmisión y hélice contando con un montaje sumamente sencillo que convenciese a los constructores de embarcaciones, tanto profesionales como amateurs.

Existen marcas líderes que se reparten el mercado: Mercruiser, de la americana Mercury Marine , se encuentra arraigada en toda américa. En competición es la número 1.

El encuentro de VOLVO con el americano Jim Wynne fue el detonante de una operación que vendría a transformar el mundo de la propulsión. Jim Wynne había invertido varios años desarrollando su propio sistema STERN DRIVE usando, principalmente, piezas de fuerabordas para construir sus prototipos.
VOLVO contaba con una gran reputación por su seriedad en cuanto a la ingeniería de sus productos y el rápido éxito de sus STERN DRIVE vino dado por la fiabilidad de su trabajo y la credibilidad de su nombre.

Volvo Penta, la legendaria firma sueca a la que tuve la grata posibilidad de visitar una de sus plantas, posee diseño y confiabilidad, tanto en potencias nafteras como en diésel. Volvo ofrece, además de las Stern Drive, los modelos IPS, pero de eso, hablaremos en otra nota.

El prototipo fue largamente probado, incluso en competiciones motonáuticas, siempre bajo las expertas manos de JIM WYNNE, tanto en América como en Inglaterra. Sus muchos éxitos deportivos, frente a competidores con motores de mayor potencia, hizo que la gente se empezara a pensar y a considerar las indudables ventajas del sistema STERN DRIVE. WYNNE y VOLVO tenían su invento bien cubierto por las oportunas patentes pero, así y todo, la competencia encontró pronto un hueco en las leyes.

Dos popas tradicionales, una con fuera de borda y otra con dentro fuera. Si bien hoy la tendencia es los fuera de borda en un 90 contra 10, hasta hace un lustro, los dentro fuera equilibraban las balanzas. Todo vuelve, dicen algunos que saben.

Con un mercado de fuerabordas tremendamente competitivo y selectivo, las más importantes empresas del sector, OMC y MERCURY, buscaban por donde ampliar sus gamas viendo pronto que el STERN DRIVE podía ser su solución mágica, ya que les permitía aunar las ventajas de un motor interior con las que aportaban una transmisión de fácil montaje, suministrada enteramente, por ellos mismos. El poder contar con motores más silenciosos y de más sencilla instalación, fueron puntos determinantes para los astilleros, que acogieron el STERN DRIVE con entusiasmo. Esto, unido al hecho de que el consumidor iba a su vez madurando solicitando con ello una mayor sofisticación, hizo que el STERN DRIVE arraigase rápidamente y con mucha fuerza.
Con el motor y su transmisión prácticamente fuera de la vista, las líneas de las lanchas rápidas ganaron en elegancia y el bajo nivel de ruido de los motores reforzaban su imagen de lujo.

Un equipo pura sangre americano: Donzi, con un Mercruiser 6.2 litros nafta y transmisión Mercruiser X


A la sencillez de instalación había que añadir la ventaja que aportaba el STERN DRIVE en la producción en serie puesto que, al ir el motor situado totalmente a popa y no interferir ni él ni la transmisión en la distribución general, su instalación podía dejarse para último momento, adaptando su potencia al gusto del consumidor sin que ello afectase el molde ni la construcción seriada.
Tantas ventajas juntas hicieron que pronto aumentase la demanda, tanto en cantidad como en mayores potencias. Gran parte del mérito en el desarrollo del STERN DRIVE hay que dársela al mundo de la competición ya que su incidencia en dicho mundo fue definitiva. Después de Jim Wynne, y su rápido éxito, otros tomaron el relevo viendo como MERCURY, ya en el año 1970, ponía en competición un STERN DRIVE propulsando un motor de 500 HP. Con el aumento del caballaje hubo que trabajar a fondo el diseño de la cola a fin de dar espacio a transmisión, dirección, etc… sin aumentar excesivamente su tamaño y, especialmente el perfil de la parte sumergida.

Mercruiser también tiene una serie dentro fuera diésel, de gran rendimiento y confiabilidad.

En el año 1973 se pudo ver ya el sistema STERN DRIVE acoplado a un motor de 650 HP. y en la actualidad existe hasta 1.500 HP. dentro del mundo del offshore, en el que cuenta con gran fama por su fiabilidad.
Una de las mejoras añadidas al STERN DRIVE que debemos agradecer al mundo de la competición, es la incorporación en las colas del tilt o trimado mediante el cual podemos ajustar el ángulo de trabajo de la cola a nuestro gusto a fin de mejorar el asiento de la embarcación y lograr con ello las óptimas prestaciones. Ello puede llevarse a cabo incluso cuando se navega a todo gas.
Un concepto similar es el que ha llevado al desarrollo del sistema de transmisión ARNESON que, en cierto modo, parece un retroceso hacia el sistema ¨rodilla¨ construído por Red Wing. El eje atraviesa el espejo de popa por su parte inferior y, mediante el uso de una hélice de superficie, consigue una eficiente propulsión con una casi nula superficie sumergida. Al igual que ocurre con los STERN DRIVE standard, el sistema ARNESON está también pensado para proporcionar direccionabilidad con lo que la parte más crítica del sistema es la junta universal incorporada al espejo de popa que requiere un delicado trabajo de ingeniería ya que realizan un constante y gran esfuerzo.

Yanmar, una marca exitosa que inspira confiabilidad y respeto que sólo los desarrollos japoneses pueden imponer en el agua. Lideran en el mundo con motores diesel en embarcaciones de trabajo y en embarcaciones a vela. Su rendimiento es excelente y la confiabilidad absoluta. Las transmisiones han evolucionado favorablemente, y en sus inicios experimentaron a partir de las Mercruiser.

Las turbinas de las propulsiones jet también se sustentan en la ingeniería base de un STERN DRIVE, ya que por el espejo sale la tobera impulsora en lugar de la transmisión convencional.
El uso de hélices de superficie para embarcaciones de alta velocidad, ha traído consigo la aparición de numerosas innovaciones en el mundo del STERN DRIVE pero quizás la más significativa, en los últimos tiempos, sea el desarrollo del DUOPROP llevado a cabo por VOLVO (dos hélices consecutivas con sentido de giro invertido). Ello proporciona una mayor eficacia que una hélice única.
Aunque gran parte del desarrollo de los sistemas de propulsión ha sido realizado por demanda del mercado de las embarcaciones de alta velocidad, el STERN DRIVE también ha revolucionado el mundo de la vela, así como de las pequeñas embarcaciones. El SAIL DRIVE ha representado un gran invento para su uso en veleros y su concepto es muy similar al del clásico STERN DRIVE sólo que su transmisión, en lugar de atravesar el espejo de popa, para por un orificio efectuado en plano del casco y lo que se busca es conseguir una instalación sencilla y compacta con el mínimo rozamiento.

Modelos clásicos de Mercruiser, para distinto tipo de potencias y servicios.

A la fecha, el desarrollo IPS de Volvo Penta quizás también mantiene ese inicial criterio del STERN DRIVE, aunque al igual que los SAIL DRIVE, la transmisión sale por el fondo del casco en lugar del espejo de popa.
El sistema STERN DRIVE ha recorrido un largo camino desde que SEGUIN desarrollase su MOTOGODILLE pero el concepto básico no ha sufrido grandes variaciones. La mayor parte de las mejoras hay que verlas en los materiales utilizados y en el diseño, más cuidado y perfecto que ha llevado al STERN DRIVE a ocupar un importantísimo lugar en el mundo de la navegación deportiva y comercial.

Texto y Fotos archivo Gustavo Revel 

barcos@barcosmagazine.com

Review overview