Este excelente diseño salido del tablero de Santiago Lange (P&F Yacht Design) cambia de casa constructora y vuelve a colocarse como un indiscutido barco de nueva generación a medida de nuestro delta y con energía renovable como plus adicional.
Desde hace tiempo atrás tenía ganas de probar este barco: ¿motivos? Muchos. Viendo las tendencias de diseño mundiales, esas que nos sorprenden a diario llegadas minuto a minuto en las diferentes redes de comunicación o en muestras internacionales de países donde la náutica marca el norte en estilos y tendencias, el SL 42 es un proyecto que toma parámetros conceptuales muy pensados, como “hecho a medida” para nuestras aguas, con el encanto de recrear la época dorada de la náutica a motor (al menos para quien escribe estas líneas) y ponerlo al “valor de diseño” de hoy, con una ingeniería de diseño y materiales actuales, dando como resultado un barco absolutamente distinto, amigable, funcional, distinguido e ideal para disfrutar de nuestros espejos de agua en todo el país o del mundo, ya que el SL 42 ya conoce tierras lejanas. Astillero Hardcraft ha tomado esta posta.
El SL 42 no debe ser mirado a su paso, sino observado; seguramente, quien ama los cruceros con flybridge o quien posea un cabin cruiser no prestarán demasiada atención al detalle, aunque este barco no pasa desapercibido mientras navega o está fondeado. Por eso merece la pena analizarlo con detenimiento. Su perfil recrea un clásico de antaño pero gentilmente estilizado, con una proa más actualizada y que, con impecable desarrollo, desplaza hacia proa un sector de la misma –cercana a cubierta- para lanzar y recoger el fondeo en forma retráctil, el que luego será automáticamente estibado en caja de cadenas, oculto. El perfil en proa es visiblemente marcado, más alto y genera una cubierta plana, recta y despejada totalmente, sólo habitada por dos cornamusas y una inmaculada labor en teca –que se proyecta alineada hasta a través de pasillos y cockpit- y salidas de emergencia que ofrecen luz y ventilación extra. A casi un tercio de la eslora total, el perfil del casco decrece suavemente hacia popa, hasta un segundo nivel que se proyecta en forma recta hasta el espejo, también de corte recto y con dos escalones externos para acceder al cockpit desde la planchada, a la tradicional usanza.
En su superficie, el perfil del casco es sólo interrumpido por dos ojos de buey rectangulares en cada banda y las sutiles tomas de aire de sala de máquinas en sección media.
El punto fuerte del perfil general es la carroza: de líneas rectas, estructurada visiblemente en noble madera, con parabrisas de dos paños con marco de madera y apertura hacia el exterior, superficie vidriada extrema en ambos laterales, techo plano en PRFV extra largo, que deja sólo un par de metros en popa sin cubrir. Este perfil genérico nos traslada a esos clásicos de los años 30 pero con una enorme sofisticación y buen gusto.
El interior del barco mantiene una sucesión de detalles de confort y calidez. Bajo cubierta de proa hay altura sobrada. Una cama en el triángulo de proa con espacio de guarda mediante cajones al pie de la misma cumple perfectamente su cometido. En babor hay un escritorio de impecable hechura y, enfrentado, un sillón recto cuyo respaldo genera una cama suspendida si se necesita, además de una mesa de guarda en la cabecera proel. También hay una conejera ajustada para una persona más, espacio muy bien aprovechado. Enfrentado al sillón está el baño espacioso y con el detalle adicional de un asiento enrejillado en madera, retráctil, que se acciona sobre el inodoro para bañarse con comodidad.
Este formato de interior es funcional al máximo, con terminaciones y decoración de alta gama y que puede tener sutiles cambios de acuerdo a requerimiento, aunque siempre sugiero mantener los estándares que el astillero aplica. Dos escalones hacia arriba se llega al nivel del cockpit, corrido hasta la popa, donde se reparte un salón bajo techo y otro al aire libre. Es un cockpit muy transitable, ideal para reuniones y recreación: buena superficie, sillones fijos en popa y laterales, mesa doble que puede ser removida con facilidad. Los laterales de carroza son abiertos al cincuenta por ciento, y pueden ser cerrados –al igual que la parte de popa- mediante lona, tela cristal o materiales de nueva generación para preservar del frio o la lluvia.
La timonera se encuentra en babor, con todo lo necesario. El timonel puede operar perfectamente de pie o sentado en un banco de buena altura, removible, simple, cómodo y original.
Debido a que el ingreso al interior es por crujía, un rack fijo en madera se ubica a babor del timonel. Este mueble es literalmente, el sector integrado gastronómico del barco; anafe eléctrico, heladera, pileta, mesada y cajones, con todo lo necesario para la preparación de platos o tragos. Pensado al detalle.
Bajo cubierta, la sala de máquinas. Esta embarcación es monomotor, está potenciada con un diesel FTP de 400 hp, con línea de eje convencional. Posee tanques de combustible de 510 litros totales, y lleva 225 litros de agua; capacidad para 10 personas, -habilitado por Prefectura acorde nueva Ordenanza 03/19-, y su arqueo revela: 10.62 metros de eslora, 3.36 metros de manga y 2 metros de puntal.
Las pruebas realizadas revelaron un equipo muy certero, potencia sobrada, navegación franca en condición de ola intermedia, recordando que es un fondo muy puro, con un dormido longitudinal de bajo perfil, carena agresiva en proa y muy moderada en popa, ideal para aguas calmas e intermedias, pero valiente a la hora de enfrentar una condición más dura. Sólido andar, y un radio táctico de menos de tres esloras lo hacen agradable y divertido, con visión perimetral 360 inigualable. Una máxima de 26 nudos y un crucero sostenido de 18 a 20 nudos es una marca realmente generosa y por demás agradable para este equipo que orilla, a plena carga, las once toneladas de desplazamiento aproximado.
El equipamiento es superlativo, desde lo estándar a lo opcional. El astillero Hardcraft, constructor a medida para este tipo de embarcación sumó valor agregado con detalles como espejo externo de madera (todo el barco es de PRFV, vale acotar), terminaciones y desarrollo eléctrico meticuloso, y una batería de adicionales como grupo, aire, fondeo retráctil, bow thruster, electrónica, aire y calefacción, inverter, cargador de batería y, su mejor potencial: maderas finas en su máxima expresión.
También se ha experimentado con motorización híbrida, ya que en breve se realizará otra unidad con esas características. Pero en esta embarcación que pudimos probar, el armador y astillero decidieron instalar paneles solares sobre el techo de carroza; Ezequiel Miodyk, Proyect Manager de Hardcraft, nos puso en tema: “Pensamos mucho en la energía renovable, pues es lo que se viene desarrollando a pasos agigantados. Optamos por instalar sobre el techo de carroza seis paneles solares de 144 w cada uno. Eso provee energía limpia para el uso diario y normal de una persona a bordo, con heladera encendida, uso normal de luces e inodoro, incluso una hora mínima utilizando el anafe eléctrico. Estamos tomando nota de esto pues en breve será una de las muchas herramientas que el mundo incorpora a la náutica para reducir emisiones y costos extras”.
El SL 42 es un barco para tenerlo en mente; es un inicio de una transición que se viene. Nuestro mercado, si bien es pequeño es también muy conservador. Pero también es ávido de nuevos proyectos y desafíos. Este modelo fue pensado exclusivamente para ver la náutica a motor desde otro ángulo, desde otra visión, recordando lo mejor del ayer con la sofisticación del presente. Conózcalo. Será muy gratificante.
Texto y fotos: Gustavo Revel
