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EDICIÓN IMPRESA – Investigadores usan bacterias para biodegradar plásticos marinos

Nuestros océanos se están ahogando en plástico. Al menos 14 millones de toneladas de plástico terminan en el océano cada año, y ahora representa alrededor del 80 por ciento de toda la contaminación marina. Para 2050, los plásticos marinos habrán superado la masa total de peces en los océanos del mundo.

Un equipo de investigadores de la Universidad de California Santa Bárbara (UCSB) está trabajando para encontrar una solución: usar la naturaleza para crear plásticos biodegradables.
“Estamos buscando hacer un material bioplástico que se degrade en el océano”, explica Alyson Santoro, microbióloga marina de UCSB. “Nuestro objetivo inicial es explorar el uso de estos materiales en sensores oceanográficos desechables”.
Los sensores oceanográficos son desplegados en el océano por empresas e institutos de investigación para monitorear cualquier cosa, desde la temperatura y la salinidad del océano hasta los niveles de marea y el clima.
Santoro está colaborando con Melissa Omand de la Universidad de Rhode Island, Anne Meyer de la Universidad de Rochester y la empresa de bioplásticos Mango Materials para investigar los microbios que descomponen los plásticos.
“Los organismos que degradan el material específico con el que estamos trabajando, el polihidroxibutirato o PHB, se encuentran naturalmente en el océano”.
“Este material es diferente a la mayoría de los plásticos a base de petróleo en que es un material que algunas bacterias producen naturalmente como una forma de almacenar energía. De manera similar, algunas bacterias han desarrollado una forma de descomponer este mismo material como fuente de alimento y energía”.
Si bien los plásticos catalogados como «biodegradables», están diseñados para degradarse a temperaturas relativamente altas en las instalaciones industriales de compostaje.
“La mayor parte del océano tiene una temperatura de unos 4ºC, y esos materiales pueden persistir allí durante décadas o más”, dice Santoro. “Así que estamos explorando el uso de PHB junto con bacterias naturales que degradan PHB para diseñar un material que sea verdaderamente biodegradable en el océano”.

El proyecto se entiende como una primicia. “Algunos investigadores han incorporado con éxito enzimas en algunos materiales plásticos para mejorar su degradación, pero esto solo se ha probado en entornos terrestres. Hasta donde yo sé, somos los primeros en explorar esto específicamente para aplicaciones marinas”.
Si bien los instrumentos y sensores oceanográficos representan una parte «extremadamente pequeña» del problema general de la contaminación plástica, tiene sentido apuntar a estas comunidades para que se conviertan en «adoptadores tempranos» de opciones biodegradables.
Ella confía en que su equipo pueda desarrollar varios materiales diferentes que sean verdaderamente biodegradables en el océano. “El desafío en este momento es encontrar las aplicaciones correctas, donde la resistencia requerida del producto esté en línea con la vida útil del material y donde los fabricantes puedan pagar un poco más por una opción biodegradable”.
Santoro y su equipo han obtenido hasta ahora una subvención de «Fase I», que durará un año y concluirá en octubre. “En esta etapa, es más un estudio de factibilidad. Si tenemos éxito en obtener un premio de Fase II, continuaremos con más productos utilizables en los próximos 3 a 5 años”, dice ella.
Si bien es emocionante imaginar que los microbios descompongan los plásticos marinos de manera inofensiva, estos hallazgos no representan una alternativa para reducir los desechos.

barcos@barcosmagazine.com

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