EDICIÓN IMPRESA – Buscando un barco para comprar en postpandemia
La industria náutica local experimenta una marcada demanda de embarcaciones, sobrecalentada por una economía mundial ralentizada y nuestro universo individual de economía en ebullición. Algunos tips para ayudar a decidirse.
Si bien nuestro mercado de embarcaciones nuevas es bastante reducido, los astilleros prácticamente no tienen stock de modelos para ofrecer: la situación es diferente a otras etapas históricas de la industria, y la demanda está en su punto más alto, ya con la temporada iniciada.
Cambiando opiniones con un constructor de lanchas local, comentó: “Hubo una combinación de factores que resultó en una demanda de embarcaciones y motores ampliada: el COVID-19 encendió esa mecha por la compra de botes, impulsado por las ganas de cambiar sus equipos y por una buena parte de nuevos navegantes; la restricción de viajes, vacaciones, salidas, replanteos de vida y demás, muchas familias, cansadas de COVID-19, buscaron nuevas formas de recreación, divertirse y mantenerse a salvo. Comprar un barco ha sido, para muchos, la ecuación perfecta para lograr esos objetivos”.
La estadística anual de embarcaciones matriculadas en nuestro país en 2020 (generada por CACEL en base a datos oficiales de Prefectura Naval Argentina) es moderada; en 2021 esa cifra subirá, ya que en 2020 fue el año fuerte de impacto de la pandemia. El resultado del 2021 será mucho mejor pues los astilleros han trabajado a pleno. El mundo, en general, mantiene esa tendencia. El dato brindado por la Asociación Nacional de Fabricantes Marinos con sede en Chicago, cita que la venta de lanchas tradicionales en Estados Unidos alcanzaron un máximo en 2020 que remonta a valores de 13 años atrás. Se vendieron más de 310.000 nuevas lanchas a motor, niveles que el mercado de embarcaciones de recreo no había visto desde antes de la Gran Recesión en 2008.
Casi en forma simultánea, los constructores locales e internacionales sufrieron – y sufren – escasez de productos provocados por la merma en la fabricación de barco partes por cierre temporal de empresas, personal afectado por COVID, cuarentenas eternas, etc. La fabricación, tanto nacional como foráneos de suministros esenciales se ralentizó al inicio de la pandemia. Entonces, cuando la demanda aumentó inesperadamente a los dos o tres meses de la crisis, muchos constructores se quedaron sin materiales, lo que dificultó la finalización de los barcos y dejó a las fábricas luchando por mantener el ritmo.Los proveedores han trabajado duro para acelerar la fabricación, pero la desaceleración complicó la cadena de suministro. Toda la industria de la navegación se está poniendo al día. Los efectos combinados de la baja oferta y la alta demanda significan que incluso si puede encontrar un bote o un motor, hay pocas ofertas tentadoras, y los usados han subido de precio.
Como argentino, nunca puedo dejar de lado, nuestra “especial” situación económica, que nos “pega” de lleno como oleaje a la salida de puerto. Sumado a los conceptos anteriores, muchos nautas han puesto la mira en un barco nuevo (o usado) para atesorar su dinero, sacarlo del colchón, o transformar sus pesos-dólares en un bien, motivados por infinitas razones, entre ellas, “vivir la vida un poco mejor”. Pero no me extenderé en ello, sabemos bastante de impacto económico…
En este momento del mercado, existen formas de encontrar botes y motores, y de negociar acuerdos; aquí algunos consejos para comprar en un mercado en auge.
1. Open mind: Con inventarios bajos y listas de espera para barcos nuevos de hasta 12 meses, los compradores podrían considerar un modelo que esté más disponible, o al menos disponible en un período de tiempo más corto. Por ejemplo, si bien podría estar pensando en un 32 pies, la espera podría ser más corta para un 28 pies. En este caso, se debe tomar la decisión de optar por un barco más pequeño antes o un modelo más grande más tarde.
2. Este mismo principio se aplica a los nuevos motores fuera de borda (muy poca oferta en nuestro país debido a las restricciones de pago hacia el exterior). Debe considerarse siempre una categoría de caballos de fuerza alternativa. Por ejemplo, podría estar pensando en un fueraborda de 150 hp, pero como existe una gran demanda para esa potencia nominal, se puede considerar o conformarse con un 130 ó un 175 hp, menos popular y más disponible que lo preparará para salir al agua antes (siempre que su equipo admita esas potencias).
3. Los barcos usados representan una alternativa posible, aunque una compra más arriesgada que un barco nuevo. Si bien el auge de la navegación ha aumentado la demanda de embarcaciones usadas, estas embarcaciones ya existen, por lo que no tiene que esperar a que se construya hasta que se la entreguen. Busque asistencia profesional para no tener sorpresas.
4. Si además de querer comprar un equipo Ud. gusta de la reparación o modificación, puede comprar para restaurar. Hoy hay excelentes posibilidades pero, como enunciamos, si repara no navega, lo hará más adelante pero seguramente, con el bote que sólo Ud. puede lograr a gusto.
5. Si bien es poco probable pues nuestro mercado náutico es bastante atípico, es importante buscar barcos fuera de nuestra área de influencias: nuevo o usado, hay barcos y lanchas disponibles en Rosario, Santa Fe y otros puertos. Obviamente no hay demasiado pero se han cerrado algunas operaciones interesantes, existiendo también éxodo de marcas del interior hacia nuestro delta.
La gran demanda de embarcaciones trae aparejado otras cuestiones que deben tenerse en cuenta:
¿Dónde dejo la embarcación en guarda?
La gran pregunta que nos tiene hoy muy preocupados debido a la poca oferta de este servicio ante una demanda importante de venta. Si bien es una decisión muy particular y hay listas de espera por una cama o marina, evalúe siempre el costo-beneficio: guarderías cercanas de la zona de influencia pueden tener costos superiores pero seguramente estarán más cerca de su domicilio. Creo que siempre estar más cerca es una buena opción si su plan de navegación es semanal. Si no utilizará demasiado su embarcación, no importará tanto que esté un poco más alejada del circuito tradicional.
Otra cosa más: verifique toda la documentación en forma profesional antes de comprar su barco usado. Hay barcos “flojitos de papeles” y eso es un verdadero problema. Las demoras en los trámites de transferencias y matriculaciones nuevas son desesperantes, y peor si los papeles no están en orden. No compre un problema.
Respecto a los valores de compra o venta, la oferta y demanda sigue siendo la que rige en el mercado. En un contexto tan particular del mundo y tan exóticamente argentino como es nuestra costumbre, Ud. pagará lo que desee invertir en su nuevo equipo o en uno usado. Pero siempre piense que la vida es una sola, y que se gasta mucho más en terapia. Cuando encuentre la mejor opción, adelante.
¡Nos vemos en el río!
«Lo importante querido lector, es que seguimos navegando: a vela, motor o a remo, hemos transitado otro año más. Para los más viejos y para los más jóvenes, para los que navegan en el río, lago o en el mar; para el nauta más norteño hasta el osado marino austral, no importa que nos pase; no importa la política ni la enfermedad (parecen sinónimos…) pues, en el peor de los casos, siempre nos queda navegar (el placer de los dioses).
¡¡¡¡Feliz 2022!!!!»
Por: Gustavo Revel