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EDICIÓN IMPRESA – 64º Fort Lauderdale International Boat Show 2023

EN BUSCA DE UN NUEVO EQUILIBRIO

Entre el 25 y el 29 de octubre, la glamorosa ciudad de Fort Lauderdale monopolizó el interés de toda la comunidad náutica internacional pues, sin lugar a dudas allí se realiza cada año la exposición náutica más grande del mundo. Como siempre hemos visitado la muestra y éste es nuestro informe.

En forma casi imperceptible, las marinas, puertos y centro de convenciones toman nuevas formas en cuestión de días. La preparación de este evento permite que en sus siete locaciones, mil firmas expongan más de mil trescientas embarcaciones, productos, servicios y actividades de la náutica deportiva. Sin dudas, y a criterio personal, Flibs es el Salón que concentra todas las novedades de los Estados Unidos, con los inconfundibles estilos de embarcaciones que se producen para el propio mercado americano –que es literalmente un mundo aparte – y para el mundo en general; por otra parte, las grandes marcas internacionales aportan a la muestra los nuevos desarrollos; el nauta americano posee una gran apertura mental y gusta de la sofisticación del diseño italiano, o a la rigurosa perfección de los barcos ingleses, entre otras razones. Los barcos del mundo tienen su lugar en Estados Unidos, cosa que no es recíproca en otras muestras internacionales. De lo expuesto, resulta entonces la exposición más amplia en oferta de todo el mundo náutico.


Distribuido en siete locaciones (Centro de Yates Bahía Mar, Puerto Deportivo Hall of Fame, Puerto Deportivo Las Olas, Yacht Basin en la 17th Street, Puerto Deportivo Pier 66, Superyacht Village del Muelle 66 Sur y el Centro de Convenciones del Condado de Broward – este último en franca expansión a un tamaño literalmente exponencial-) los visitantes apreciaron todo lo nuevo de la industria naval para esta temporada 2024. El sistema de transporte brindado a los visitantes por tierra y agua fue impecable, para que nada quede sin poderse ver.

A diferencia de otros años, hemos notado menos público visitante. Aun sin los números finales en mano, hemos recorrido el show durante los primeros tres días completos y, sabiendo que el fin de semana hay más afluencia por obvias razones, nunca hemos vivido una muestra así. Por otra parte, se ha reconfigurado la superficie de la exposición, siendo eso tal vez uno de los motivos de ver espacios más liberados en parte, pero por experiencia propia y lo charlado con algunos expositores amigos, hubo una baja interesante. La ampliación del Centro de Convenciones dará una nueva configuración el próximo año. Por otra parte, internacionalmente el precio de las embarcaciones ha subido en forma constante desde el inicio de la pandemia hasta hoy. Casi todos los países del mundo tiene procesos inflacionarios –ninguno como el argentino, por supuesto- y eso se ha reflejado en los valores de los barcos, junto a un incremento extra por la gran demanda; las entregas siguen en espera prolongadas en general, aunque con tendencias a normalizarse en algunas firmas. En cada país falta de mano de obra especializada, generándose una nueva corriente de jóvenes profesionales que deberán tener un tiempo de experiencia y preparación para suplantar a los viejos artesanos o al personal especializado de planta. Aun así, la producción de barcos sigue evolucionando en forma sostenida, con nuevas tendencias e ideas que podría resumir en pocas palabras: poder, desarrollo, lujo, pasión. Flibs me dio algunas otras sensaciones; si bien el desarrollo de embarcaciones eléctricas estuvo presente, los americanos aman el poder de los motores fuera de borda, expuestos en las popas de dos a seis unidades de altísimo poder. Comparado con los salones europeos, aquí la gasolina sigue siendo la elegida a la hora de impulsar una embarcación, aún a casi 4 a 5 dólares el galón. La energía verde seguirá en desarrollo, pero no como lo piensa Europa. Por supuesto, los estándares de emisiones son respetados y mejorados a diario pero… HP mata Voltaje.


La oferta de variedad en cada segmento sigue siendo tentadora para el nauta americano. Cada año se renueva en modelos, equipamientos, motrizaciones, diseños y performance. Mi mejor calificación al tridente Chris Craft – Boston Whaler – Sea Ray que en cada feria mantiene ese glamour y calidad constructiva que no decae y sigue siendo de alguna manera, el camino a seguir. El mundo de las center console es prácticamente interminable. Desde 20 a 60 pies, de todo. Es un nicho de mercado muy Miami y de las zonas cálidas, ideales para pesca y viajes relajados entre las islas.
La oferta de cruceros es por demás amplia, desde los 40 pies –con fuera de borda en algunos modelos- hasta 80 pies, pues a partir de esa eslora, los “three-deck” hacen su diferencia ostentando volumen externo e interno, con líneas que intentan mejorar ese aspecto por demás robusto. Azimut, Sunseeker y Princess mantienen el prestigio y la vigencia constante. Los italianos sacan de la galera una composición de espacio superior con buen gusto e ideas inteligentes. Princess y Sunseeker logran un standard refinado, fiel a su estilo, con renovaciones constantes y un toque más moderno sin salir de sus conceptos generales. A la hora de elegir dentro de un mismo rango, hay que tomarse un tiempo para decidir. Por supuesto, astilleros como Absolute, Jeanneau y el mismo Schaefer de Brasil, ocupan espacios destacados con barcos de excelente hechura y equipamiento. Como siempre, la gente del grupo Ferreti tiene especial atención a la no muestra de su variada gama de productos al periodismo. Una entrevista al Papa Francisco o una audiencia con el Presidente Biden puede ser más factible que poder abordar un producto de este grupo. Ergo, nada más para decir al respecto. En lo que a motorización respecta, el nuevo fuera de borda Honda 350 hp fue lo más destacado. En cuanto a lanchas y cabinados, Cobalt, Monterey y Regal siguen marcando el rumbo. Las esloras mínimas ya superan los 23 pies y lo que era el tradicional cabin cruiser, definitivamente mutó a cabina más compacta con pasillo lateral por babor para acceder al renovado sector open en proa. Los techos rígidos articulados toman la posta sobre los arcos de inoxidable. Por último, los megayachts han ocupado su espacio destacado en el show, ante los ojos de miles de personas que por unos instantes sueñan con ese barco fantástico y que es el placer de unos pocos; a seguir soñando.
El Salón de Fort Lauderdale pasó dando muestras de futuros cambios en su fisonomía, buscando otro equilibrio, cambios sustanciales en su atractivo para volver a brillar, en un contexto de un mercado global desacelerándose lentamente, con precios muy altos y combustible a precios siderales. Aun así, la industria náutica –en especial la americana- no se detiene. 2024 es la apuesta obligada. Seremos testigos.

barcos@barcosmagazine.com

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