DE PORTUGAL A TURQUÍA: LAS PLAYAS MÁS ESPECTACULARES DE EUROPA, PARTE 1
El litoral europeo tiene una gran diversidad de playas donde escoger, desde los grandes arenales mediterráneos a las calas rocosas del Adriático.
Es pensar en Europa y sus ciudades suelen aparecer el destino principal. No en vano, algunas de sus capitales hacen gala de poseer los principales museos del mundo, además de planes de ocio, compra, gastronomía… Sin embargo, el viejo continente también tiene un valor que descubrir: sus destinos naturales, entre los que se incluyen kilómetros de arenales, islas y calas que lo convierten en un destino playero que no tiene nada que envidiar al Caribe o a las playas asiáticas que suelen encabezar la lista de las mejores playas del mundo.
Las hay de arenas suaves, con acantilados, volcánicas, rodeadas de vegetación, remotas, rocosas, con aguas turquesas e incluso de color rosa… Tan apasionantes como diversas,protagonizan algunos de los sueños viajeros más hedonistas del año. Estas son algunas de las más espectaculares de las que se pueden encontrar en Europa.
PLAYA DOS GALAPINHOS SETÚBAL (PORTUGAL)
No hace falta alejarse demasiado de Lisboa para ir a dar con una de las mejores playas de Europa. Rodeada de la espléndida vegetación del Parque Natural de la Sierra Arrábida, la de Galapinhos es una playa de aguas cristalinas que parece una postal. Es un arenal tranquilo y pequeño que por su fondo marino se ha convertido también en uno de los destinos favoritos para los amantes del submarinismo.
SES ILLETES (FORMENTERA)
Ses Illetes es pura naturaleza. Emplazada en el norte de la isla, ha logrado permanecer protegida al formar parte del Parque Natural de Ses Salines. Su ubicación privilegiada le brinda aguas de un azul cristalino que enamoran a primera vista. La playa es famosa por su arena blanca y fina, la cual se extiende en suave declive hacia el mar turquesa.
Los entornos de la playa más bonita de Formentera son igualmente impresionantes. Se encuentra rodeada por una vegetación autóctona de la zona, como pinos y sabinas, que ofrecen sombra y un toque de frescura en los días calurosos. Además, los visitantes pueden disfrutar de las vistas panorámicas hacia la vecina isla de Espalmador y del islote ibicenco de Es Vedrà.
Las tranquilas aguas de Ses Illetes son ideales para nadar y practicar deportes acuáticos, como snorkel y paddle surf. También es un lugar perfecto para relajarse en la playa, tomar sol y simplemente desconectar del estrés cotidiano.
PALOMBAGGIA, CÓRCEGA (FRANCIA)
En el extremo sur de la alargada isla de Córcega se encuentran algunas de esas playas que son capaces de evocar toda la belleza del Mediterráneo más puro. Es el caso de la playa de Palombaggia. Rodeada de pinos, esta cala se encuentra dentro de Porto Vecchio, una antigua población marinera reconvertida en la actualidad al turismo. Por si no fuera suficiente, tiene otro aliciente: su proximidad a la reserva natural de las islas Cerbicale.
AS CATEDRAIS, GALICIA (ESPAÑA)
Sin duda alguna este arenal es una de las playas más bellas de España. La playa As Catedrais es una maravilla natural ubicada en la Mariña de Lugo. Su rasgo más característico son sus arcos, cúpulas y agujas de piedra que el mar, el viento y el paso del tiempo han esculpido como si fueran esculturas. Conocida como «la catedral del mar» es de visita imprescindible si viajas a Galicia. Durante los meses de verano (hasta el 17 de septiembre), y también en Semana Santa, hay que solicitar autorización gratuita en la web para protegerla de la masificación.
SARAKINIKO, MILO (GRECIA)
En el norte de la isla de Milo, en el archipiélago de las Cícladas, encontramos uno de esos caprichos de la naturaleza que sólo podemos definir como paraíso natural. La playa de Sarakiniko debe su fama mundial a las formas de sus rocas volcánicas erosionadas durante siglos por el viento y el agua y que dan sentido a su apodo de «playa lunar». ¡Pero además es que la isla de Milo es solo una de las más de 200 islas Cícladas, en pleno mar Egeo, que hay!
SCALA DEI TURCHI, SICILIA (ITALIA)
Su nombre significa “Escalera de los turcos” y se trata de una cala rodeada de acantilados blancos. Está ubicada muy próxima a Agrigento, famosa por su yacimiento arqueológico. La roca calcárea sedimentaria de intenso color blanco se ha convertido en sucesivas pasarelas que nos dejan un Mediterráneo cristalino a nuestros pies. Entre las playas que se encuentran en la zona están Le Pergole y Punta Grande, Giallonardo y Rosello.
PLAYA DEL CASTILLO, LA PUGLIA (ITALIA)
Desde el centro de la bella población de Vieste, en La Puglia, se llega caminando a esta playa que se caracteriza por ser la ubicación de un espectacular monolito de 25 metros de altura de piedra caliza, conocido como «il pizzomunno».Según cuenta la leyenda, a Vieste llegaron dos enamorados que provocaron los celos de las sirenas. Estas tentaron al joven amante, que se resistió en todo momento, lo que enfureció a las sirenas que se vengaron y lo transformaron en roca. Otro elemento singular de esta playa es el castillo que le da nombre y que se contempla sobre el acantilado. El mar no alcanza mucha profundidad en esta costa, por lo que la playa es perfecta para un baño familiar.
PLAYA DE ZLATNI RAT, ISLA DE BRAC (CROACIA)
La playa de Zlatni Rat es famosa por su forma única, que se asemeja a un cuerno que se extiende hacia el mar. Esta característica distintiva la ha convertido en uno de los lugares más fotografiados y emblemáticos de Croacia. La forma del Cuerno de Oro cambia según las mareas y los vientos, lo que lo hace aún más impresionante y especial.
Situada en la ciudad de Bol, en la isla de Brač, la playa de Zlatni Rat está rodeada por aguas cristalinas de color turquesa y cuenta con una extensa franja de guijarros y piedras. Esta combinación de aguas cristalinas y paisaje escénico crea un ambiente increíble para disfrutar del sol y practicar deportes acuáticos como windsurf, paddle surf y buceo.
CALA DI VOLPE, CERDEÑA (ITALIA)
La Costa Esmeralda, al norte de Cerdeña, tiene algunas de las playas más bellas del Mediterráneo occidental. En concreto, la Cala di Volpe, en el golfo de Arzachena, atrae los mayores elogios. ¿La razón? Ser un tesoro medioambiental de aguas puras y una rica fauna acuática. Su arena fina y rocas rojizas bien valen un viaje.
PLAYA DE GJIPE (ALBANIA)
Esta joya costera se de la Riviera Albanesa encuentra en una remota y encantadora bahía, alejada del bullicio y del turismo masivo.
Para llegar a la playa de Gjipe, se debe emprender una caminata escénica a través de un estrecho desfiladero, que es parte de su encanto único.Durante el sendero, los visitantes se asombran con las impresionantes vistas de los altos acantilados que flanquean el desfiladero, creando un ambiente espectacular y fotogénico.
Una vez que se llega a la playa, la recompensa es increíble. Las aguas turquesas y transparentes bañan la costa de arena blanca y suave, creando un paisaje paradisíaco. La playa de Gjipe es ideal para aquellos que buscan alejarse de las multitudes y conectarse con la naturaleza en su forma más pura.
Los amantes del senderismo pueden explorar los alrededores y descubrir pequeñas cuevas y cascadas que añaden una dosis de aventura a la experiencia. También es un excelente lugar para practicar la escalada en roca en los acantilados cercanos, brindando a los entusiastas de este deporte una emocionante experiencia en medio de impresionantes panoramas.
PLAYA DE PAPAFRAGAS, MILOS (GRECIA)
Ubicada en la isla de Milos, esta sorprendente playa sorprende por su ubicación y tamaño. Ubicada en una pintoresca ensenada, está rodeada de majestuosos acantilados que alcanzan alturas vertiginosas y encierran al bañista. Para acceder a este paraíso oculto, los viajeros deben pasar a través de una estrecha abertura en la roca, lo que añade un toque aventurero a la experiencia.
Una vez que se entra a la playa, el espectáculo natural se despliega frente a los ojos. El mar exhibe tonos azules y verdes brillantes, creando una impresionante paleta de colores que hipnotiza a los sentidos. Las aguas son tan cristalinas que permiten observar con claridad los intrincados detalles del fondo marino.
CALA GOLORITZÉ, CERDEÑA (ITALIA)
Afortunadamente, el Mediterráneo aún guarda rincones evocadores como este. Se trata de la Cala Goloritzé, en la costa este de Cerdeña y dentro del Parque Nacional del Golfo de Orosei. Este arenal de rocas blancas queda encajonado entre acantilados en los que anida el amenazado halcón Eleonora. Es un paraíso accesible solo a pie o en barca.