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Convocatoria Armada Argentina al arribo del Patrullero Oceánico ARA “Contraalmirante Cordero” a Buenos Aires

El Patrullero Oceánico ARA “Contraalmirante Cordero” (POCC) arribará al Apostadero Naval Buenos Aires el jueves 2 de junio luego de 22 días de navegación en los que habrá cruzado el Océano Atlántico, dejando atrás el Astillero Kership, en la localidad de Concarneau (Francia), donde se llevó a cabo su construcción.

El jueves, a las 10:30 horas arribará al Apostadero Naval Buenos Aires el Patrullero Oceánico ARA “Contraalmirante Cordero” (POCC) luego de 22 días de navegación en los que habrá cruzado el Océano Atlántico, dejando atrás el Astillero Kership, en la localidad de Concarneau (Francia), donde se llevó a cabo su construcción.

El 21 de septiembre del año pasado en esa ciudad francesa se efectuó su botadura y entre fines de febrero y marzo de este año se realizaron con éxito las primeras pruebas de mar de la última unidad naval de la serie de cuatro buques oceánicos multipropósito en ser incorporados a la Armada Argentina.

El 13 de abril, la firma Naval Group hizo la entrega formal de la Unidad a la Armada Argentina tras la firma del Acta de Entrega entre el Director de Desarrollo de Naval Group, Alain Guillou y el Secretario de Asuntos Internacionales para la Defensa, licenciado José Francisco Cafiero.

Luego, se llevó a cabo la ceremonia de afirmación del pabellón nacional. Tras el arriado de la Bandera de la República Francesa, acompañado por los acordes del Himno Nacional de Francia “La Marsellesa”, se izó el pabellón nacional argentino mientras se entonaban las estrofas del Himno Nacional Argentino.

En esa oportunidad se leyó la orden de designación del nuevo Comandante, Capitán de Fragata Nicolás Leonardo Salinas, a quien el Jefe de la Misión Naval Logística en Europa, Capitán de Navío Santiago Villemur, tomó juramento, puso en funciones, y se procedió al izado de la insignia que lo acompañará durante su Comando.

El Capitán Salinas requirió la fórmula de Subordinación y Valor a la tripulación. Luego, los marinos argentinos formados a bordo del flamante patrullero oceánico entonaron la Marcha de la Armada. En esa oportunidad, el Subjefe de la Armada de la República Francesa, VAE Stanislas Gourlez de la Motte, entregó al Subjefe de la Armada Argentina, Vicealmirante Eduardo Antonio Traina, el pabellón de la República Francesa que había flameado a bordo de la unidad hasta esa fecha.

A partir de ese momento comenzaron las tareas de adiestramiento en el mar con el objetivo de afianzar el conocimiento de los nuevos equipos y sistemas por parte de la dotación, contando con la presencia de personal técnico de la empresa Naval Group y las firmas fabricantes de los distintos sistemas a bordo.

El 12 de mayo el buque zarpó del puerto francés con rumbo a la Argentina. Una vez arribado se incorporará a la División Patrullado Marítimo, dependiente del Área Naval Atlántica, con asiento en la Base Naval Mar del Plata.

Durante el traslado del Patrullero Oceánico ARA “Contraalmirante Cordero” se continuó, además, con la instrucción y el adiestramiento de su tripulación, a fin de consolidar el conocimiento y empleo de la unidad; incrementando paulatinamente las exigencias y complejidades de las ejercitaciones, a los efectos de alcanzar un nivel de adiestramiento tal que permita, una vez arribado al país, reducir los tiempos para finalizar el alistamiento definitivo de la Unidad tendiente a su pronto empleo en tareas propias vinculadas a sus capacidades.

La incorporación de esta nueva unidad de superficie permitirá continuar con las actividades de vigilancia, control del mar y la defensa de los recursos y espacios marítimos de jurisdicción nacional; como así también la salvaguarda de la vida humana en el mar, efectuando tareas de salvamento, búsqueda y rescate de largo alcance.

Contraalmirante Cordero

El buque fue bautizado con ese nombre en honor al Contraalmirante Bartolomé Leónidas Cordero que nació en la ciudad de Buenos Aires el 24 de agosto de 1830 y prestó servicios en las fuerzas navales argentinas durante más de cinco décadas, hasta su fallecimiento el 5 de septiembre de 1892.

Su familia estuvo siempre vinculada a la actividad marítima y fluvial. En 1841, contando con sólo once años, siguió el camino de sus hermanos mayores José María y Mariano alistándose en la escuadra de la Confederación Argentina donde sirvió inicialmente a bordo del bergantín “General Belgrano”, buque insignia de la escuadra, y recibió del Almirante Guillermo Brown sus primeras y más valiosas enseñanzas. Recibió su bautismo de fuego el 3 de agosto de 1841, combatiendo frente a Montevideo contra la escuadrilla oriental que comandaba el norteamericano Juan Hasted Coe; el 9 de diciembre del mismo año en las barrancas de san Gregorio; el 21 de diciembre en la Isla de Flores.

El 15 y 16 de agosto de 1842 tomó parte en el combate de Costa Brava sostenido en Paraná contra la escuadrilla que mandaba Giuseppe Garibaldi, mereciendo por su actuación en este combate los elogios del Almirante Brown y ser recomendado a la consideración del gobierno por el valor heroico revelado al abordar y cortar la mecha a dos brulotes que lanzó la escuadra adversaria con el fin de aniquilar la fuerza de Brown, hazaña que ejecutó en un pequeño brote tripulado con cuatro hombres.

En las jornadas del 25 y 26 de diciembre de 1846, participó en el combate de Paysandú como oficial de la artillería de desembarco acantonado en la ciudad, la cual se destacó por la valentía con que defendió la plaza contra los ataques simultáneos que desencadenó Fructuoso Rivera, mandando 2.500 hombres y con la cooperación de los buques franceses “Alcacien” y “Tactique”. Cordero quedó gravemente herido en la acción sangrienta y cuando los riveristas penetraron en la ciudad, después de repetidos ataques a la bayoneta, lo hallaron al pie de su cañón con todos los sirvientes muertos. Rivera felicitó el valor singular desplegado por Cordero.

En 1852, el Almirante Brown lo recomendó al gobierno de la Confederación en forma honrosa. En este mismo año se produjo la invasión a la provincia de Entre Ríos por las fuerzas del estado de Buenos Aires mandadas por los Generales Manuel Hornos y Juan Madariaga; habiendo atacado este último el departamento de Concepción del Uruguay, Cordero organiza la defensa de esta ciudad, repeliendo el ataque de los invasores.

El 1° de enero de 1853 se incorporó a las fuerzas del General Hilario Laos en el sitio histórico de Buenos Aires y participó en la batalla de San Gregorio el 22 de enero del mismo año. Al mando del vapor “Merced”, asistió al combate naval frente a Martín García contra la escuadra porteña mandada por Zurowsky, el 18 de abril de 1853.

En 1859 comandaba el vapor “Hércules” cuando tuvo lugar el llamado combate de Martín García entre la escuadra confederada mandada por el Coronel de Marina Mariano Cordero y las baterías de la isla, servidas por fuerzas de Buenos Aires reforzadas por tres buques de este Estado. Bartolomé Cordero, en este encuentro recibió dos heridas y en medio del combate salvó a la goleta “Concepción”, en cuyas bodegas se conducía todo el armamento, artillería y municiones con que el General Urquiza combatió la batalla de Cepeda; este fue un acto temerario, pues para realizarlo debió acallar los fuegos de las baterías de la isla y aproximarse para tomar a remolque esa goleta.

El 25 de octubre del mismo año, intervino en el combate de San Nicolás, sostenido por la escuadra confederada contra Buenos Aires. En 1861 marchó a Córdoba para formar parte del ejército confederado que debía dar la batalla de Pavón, organizando y disciplinando su artillería; y, al terminar el año de referencia levantó dos grandes baterías en el Diamante, quedando de jefe de la escuadra.

Al asumir el General Mitre la presidencia en 1862 lo nombró Capitán del Puerto de Paraná, donde permaneció hasta 1870, época en que el presidente Domingo Faustino Sarmiento lo mandó al Departamento de Gualeguaychú, para someter a los partidarios de Ricardo López Jordán, objetivo que logró, tomándoles todo el material de guerra.

En 1874 fue encargado del mando de la “Uruguay”, que persiguió a los buques sublevados, rindiéndolos. En ese mismo año fue comisionado por el gobierno nacional para impedir el pasaje del río Uruguay por las fuerzas del General López Jordán, que intentaba invadir la provincia de Entre Ríos desde el Estado Oriental, comisión que desempeñó satisfactoriamente, regresando a Buenos Aires.

Ese año, al llegar a la Argentina los buques de guerra y vapor adquiridos durante la presidencia de Sarmiento (1868 – 1874), fue designado comandante del monitor “El Plata”, convertido en insignia de la incipiente escuadra. En 1878, con ese buque, fue destacado a la intervención de la provincia de Corrientes, desarmando las fuerzas sublevadas en Bella Vista, Goya y Esquina en armas contra el gobierno provincial.

Al comando de este buque, se desenvolvió durante la mayor parte del resto de su carrera, donde sus mayores intereses estuvieron ligados a la instrucción de personal, al desarrollo de los medios y a la organización de la Marina de Guerra.

En 1880, comandando la 1ª División Naval, bloqueó Buenos Aires cuando el gobernador de esta Provincia, Carlos Tejedor, se levantó en armas contra el presidente Avellaneda.

En 1881 viajó a Inglaterra integrando la comisión enviada para supervisar la construcción del acorazado “Almirante Brown”, que condujo hacia Buenos Aires. Entre 1884 y 1887 ejerció el comando de la escuadra de la Armada Argentina. El 30 de septiembre de 1886 fue ascendido a la jerarquía de Contraalmirante.

Bartolomé Cordero fue nombrado Jefe del Estado Mayor General de la Armada en 1890 y, en esa función, lo sorprendió la muerte el 5 de septiembre de 1892, a la edad de 61 años. El gobierno decretó honras fúnebres durante sus exequias.

Su actividad estuvo siempre ligada a lo operativo, afirmando la importancia de la preparación profesional a bordo de los buques de guerra y la necesaria formación técnico ­ operativa. Desde su lugar, impulsó la creación de escuelas y la necesaria cohesión entre los hombres de mar, promoviendo la realización de ejercicios y maniobras en el entendimiento de que las evoluciones navales conformaban el mejor vínculo de unión entre el personal de la Marina.

Especificaciones técnicas

Desplazamiento: 1.650 toneladas.

Dimensiones: Eslora 87 metros – Manga: 13,6 metros – Calado máximo: 4,2 metros.

Propulsión: Dos motores diesel, dos líneas de eje Schottel con hélice de paso controlable y sistema de control Noristar, dos generadores principales, dos generadores de cola y un generador de emergencia, dos aletas estabilizadoras no retráctiles.

Velocidad máxima: 21 nudos (aproximadamente 39 kilómetros por hora).

Autonomía: 7.000 millas (12.964 kilómetros) a 12 nudos.

Tripulación: 40 tripulantes (capacidad adicional para embarcar 19 personas).

Armamento: Un cañón calibre 30 mm. marca Leonardo con control local, Electro Optical Director (EOD) montado sobre el cañón para operaciones diurnas y nocturnas y posibilidad de ser designado en remoto desde la consola del Radar 2D.

Dos (2) ametralladoras de 12,7 mm. controladas manualmente.

Botes: El buque está equipado con dos botes semirrígidos RHIBs de 9 metros (con dos motores fuera de borda), para ser lanzados y recibidos rápidamente por una rampa en popa (sistema slipway). Adicionalmente, lleva a bordo un bote semirrígido de rescate.

Sistema de control y estiba del helicóptero: El buque cuenta con los sistemas para controlar operaciones diarias de helicópteros de hasta cinco toneladas bajo condiciones ambientales de visibilidad y condiciones de vuelo nocturno. De la misma manera, posee una torre de control y un hangar fijo para brindar apoyo a las operaciones de mantenimiento operativo de la aeronave.

 

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