Está en marcha un proyecto de desarrollo para la construcción de un buque mercante de 136 m propulsado por viento tras la selección final de la tecnología de propulsión asistida por viento para el buque, una campaña activa de financiación colectiva y la creación de asociaciones estratégicas clave.

La naviera Neoline, eco-responsable y con bajas emisiones de carbono, con sede en Nantes, comenzará la construcción de su primer buque de carga Neoliner a finales de este año, listo para entrar en servicio en 2024-25.

Tras los estudios técnicos realizados por Chantiers de l’Atlantique , Neopolia, Mauric y D-Ice, la jarcia del barco constará de dos sistemas de jarcia plegable Solid Sail, incluidos dos mástiles de 76 m, cada uno equipado con la tecnología de vela Solid Sail de 1.100 m² y un foque flexible de 400 m², con una superficie vélica total de 3.000 m².

Se dice que el barco mercante eólico de 136 m ahorrará entre un 80 y un 90 por ciento de combustible en comparación con un barco convencional del mismo tamaño.

Gracias a la delgadez y alargamiento vertical de la estructura, así como a la reducción del efecto de enmascaramiento de las velas, se informa que los cálculos muestran que el aparejo Solid Sail, con sus velas rígidas, proporcionará un rendimiento equivalente o incluso mejor que el 4.200 m² de velas flexibles previstas inicialmente para el aparejo dúplex.

“La experiencia de nuestros socios técnicos y actores locales, combinada con la investigación y el desarrollo de Chantiers de l’Atlantique, le dan al proyecto una sinergia de habilidades que hizo posible esta elección”, explica Jean Zanuttini, presidente de Neoline . “El trabajo continuo en el diseño general del barco durante los últimos meses por parte de Mauric, arquitecto de Neoliner, ha permitido adaptar la arquitectura a este nuevo aparejo, para asegurar su integración a bordo. Los estudios han confirmado la viabilidad técnica de la gran evolución del aparejo, tanto desde el punto de vista estructural y de estabilidad como en términos de organización general del buque”.

La vida útil prevista de la vela es de 25 años, lo que reducirá los costes de mantenimiento en comparación con las velas blandas.