Buen tiempo, mar en calma y, sobre todo, navegación tranquila. Después de una semana de carreras en la Transat Jacques Vabre, Quentin Vlamynck y Lalou Roucayrol nos han enviado una gran postal.
En la aproximación a Cabo Verde, la pareja Arkema 4 vuelve al trabajo, que ya ha dejado atrás los problemas técnicos que les impidieron en el camino a Martinica. Este lunes 15 de noviembre, la pareja afronta el resto del recorrido, dispuestos a aprovechar las oportunidades que se le presenten en su multicasco, empujado a “más del 100% de su potencial”, para recuperar millas a su antojo. las zonas de transición, y más, ¡si los vientos alisios no son demasiado contrarios!
Photo du bord envoyée par Ocean Fifty Arkema 4, skippers Quentin Vlamynck and Lalou Roucayrol, pendant la Transat Jacques Vabre 2021, le 13 Novembre 2021.
A medida que amanece el octavo día de carreras, Arkema 4 está registrando grandes velocidades. “¡Las condiciones son muy agradables y hemos recuperado nuestra velocidad! Nos turnamos al timón cada dos horas y estamos dando todo lo posible para ponernos al día. ¡Estamos entusiasmados, a pesar de que nos están rociando «a la Kärcher» a bordo! » dice Quentin, que nunca antes había pasado tanto tiempo compitiendo en una carrera a bordo de una embarcación de este tipo. Un placer que agradece plenamente y que está a la altura de su compromiso con la regata.
Vueltas y vueltas por las islas …
“Los Ocean Fifty son barcos mágicos. Arkema 4 es especialmente bueno para experimentar. Constantemente descubro cosas”, continúa el patrón más joven de la categoría, en modo de aprendizaje acelerado dentro de una flota Ocean Fifty muy homogénea. Esto se evidencia en los cambios de líder y el juego continuo de sillas musicales en las clasificaciones, con brechas que aparecen tan rápido como desaparecen. De hecho, las islas del campo siempre propician nuevos giros y vueltas. Después de Madeira y las Islas Canarias, los barcos pasan por el archipiélago de Cabo Verde este lunes por la mañana. “Este es otro pasaje complicado del curso. No debe quedar atrapado en zonas sin viento. Pero las marejadas también pueden producir ráfagas de velocidad. Así que tienes que elegir tu ruta con cuidado”, explica Quentin, al acecho en este juego táctico, que ya ha permitido a Arkema 4 recuperar terreno. Como resultado, Arkema 4 ha subido un lugar en la clasificación, ya que ahora navega alrededor de las islas.
¡Ir a toda velocidad por nuestra tripulación de dos manos!
Esto es un buen augurio al comienzo de esta segunda semana de regatas en una posición de persecución. “Después de rodear el cabo Finisterre, dedicamos tiempo a retocar para resolver problemas electrónicos. No pudimos seguir el ritmo de nuestros competidores, y fue entonces cuando la brecha comenzó a profundizarse. El principal punto positivo del fin de semana es que logramos solucionar el problema con los medios que teníamos a bordo. Es una sensación bastante agradable, aunque podríamos haberlo hecho sin ella. Pero es parte del juego de las carreras en alta mar, que sigue siendo un deporte mecánico”, añade el compañero de Lalou Roucayrol, que puede contar con la solidez de su asociación. «Vamos a toda velocidad, el ambiente a bordo es excelente y, con la forma en que operamos, todo va muy bien».
Otro plus para el fin de semana, las buenas sensaciones de planeo y buen gobierno para ganar unos nudos de más en cada momento, que pueden marcar la diferencia. “Estamos muy al timón, tan pronto como el viento supera los 12-14 nudos. Es especialmente bueno conducir a favor del viento, ¡y sería una verdadera lástima dejar que el piloto automático se lleve el mérito! » concuerda Lalou, que sigue disfrutando tanto de navegar en multicasco en esta regata de Transat a pesar de que está marcada por condiciones inusuales. «Sin tormentas, sin ráfagas de viento, un golfo de Vizcaya interminable y vientos alisios inestables… ¡Es cierto que nunca antes había navegado a través del Atlántico en pleno verano!» bromea el patrón que ya suma diez participaciones en esta gran carrera clásica de otoño.
Y pronto, los Doldrums…
Pero en lugar de mirar por los espejos retrovisores, los dos copilotos están realmente concentrados en lo que se avecina, buscando oportunidades para volver al juego. Pronto, tendrán que negociar los Doldrums, esta zona de transición famosa por su alta imprevisibilidad y su capacidad para tirar los dados una y otra vez. “El desafío radica en posicionarse bien y encontrar un camino que parezca menos activo. Es un lugar complicado, con el riesgo de que los barcos líderes se adelanten sigilosamente. Pero también podrían quedarse estancados, dándonos una gran oportunidad de regreso ”, dice Quentin, que está a punto de acercarse a este incómodo pasaje, un verdadero guardián del hemisferio sur en el que pronto se aventurará por primera vez. . “En cualquier caso, no estamos soltando nada, estamos empujando el barco a más del 100% de su potencial”. Y eso es todo lo que importa.
