Home / Actualidad  / ABRAN LA CANCHA, ¡¡¡POR FAVOR!!! Breve resumen de la insólita decisión humana de no dejar salir a navegar

ABRAN LA CANCHA, ¡¡¡POR FAVOR!!! Breve resumen de la insólita decisión humana de no dejar salir a navegar

NOTA DE OPINIóN  Por Gustavo Revel

Se recomienda leer la nota antes que el alegato final. Muchas gracias.

Si algo pudimos lograr en este largo periodo de aislamiento fue hacer esas cosas que siempre tuvimos “pendientes”; acomodar, ordenar fotos, realizar alguna reparación en casa, pintar, hablar con nuestros hijos, dormir un poco más, mejorar el jardín o, en muchos casos, pensar como reinventarse, porque esta maldita peste, para la gran mayoría de los mortales, nos ha pegado un uppercut al mentón, nos hizo caer de espaldas a la lona y la cuenta superó holgadamente el diez: estamos afuera (para los más chicos, estoy hablando de boxeo, una bruta piña en la pera que nos deja tirados en la lona luego de caer en ella como un piano). El Covid 19 trajo, al mundo y a nosotros, un espantoso sabor amargo que pagamos con vidas cercanas y en el mejor de los casos la incertidumbre de qué demonios haremos con nuestras vidas, ya que económicamente hablando estamos con empresas fundidas, negocios acabados, despedidos, etc. En términos gráficos, un verdadero desastre.

Presentado el panorama en forma vertiginosa y de fácil comprensión, decimos que otra vez señores, otra bendita vez, hay que empezar de nuevo, sea un poco, mucho, algo más o totalmente; se debe cambiar ó iniciar el mismo ó un nuevo camino para volver a ser lo que fue (*) (* promoción no válida para la mayoría de los argentinos residentes en Argentina porque lo que fue tampoco fue bueno). En el mundo, también la pasaron y la están pasando mal pero, es el mundo; Argentina es otra cosa.

Pudimos observar entonces como el planeta trataba de reponerse de esta peste en los primeros treinta o cuarenta días de aislamiento, con cifras increíbles –en ese momento- de afectados y muertos; desde aquí teníamos la certeza que el virus vendría a bordo del LEHG II (para los chicos, el barquito de Vito Dumas… bueno, investiguen quien fue che, ¡todo servido no!), pero el virus vino en avión y en menos de 24 horas se instaló entre nosotros. A 200 (doscientos) días del inicio del período de cuarentena para ganarle a la enfermedad, para prepararnos, estamos con mil problemas, con muchos más muertos e infectados que lo proyectado, la economía hecha percha y con el rumbo preciso: vamos derecho a las piedras. Mi viejo decía que en la mayoría de los casos, las estadísticas pueden demostrar absolutamente todo, menos la realidad: tenía razón…

No se confundan, no pretendo un análisis político, es una presentación introductoria para intentar comprender lo que sucede dentro del cerebro de algunos dirigentes sin hacer una trepanación.

Así la cosas, nuestros ríos fueron cerrados a las actividades recreativas. En primer término, al inicio de la cuarentena, fue correcto, pues empezábamos un tiempo de preparativos armando nuestra estrategia sanitaria, armando el fuerte; doscientos días después, la cosa es otra.

Ya de lleno en nuestro punto en común, no se entiende bajo ninguna circunstancia el porqué de seguir prohibiendo sistemáticamente la posibilidad de navegar sin una razón concreta. No se les cae ni por asomo crear una directiva para salir del confinamiento en forma clara, ordenada, igualitaria, sin perseguir a esos que con su trabajo y esfuerzo tienen un “barco”. ¡¡¡Y ya me empiezo a argelar…!!!

La palabra barco, para cierto tipo de individuos tiene un significado especial en el pequeño diccionario del imberbe ilustrado. Barco: posesión oligárquica comprado mediante el robo a nuestros ancestros que permite el ocio mientras el pueblo se muere de hambre.

Lejos de ese estrecho pensamiento subnormal, el “barco” deportivo se divide en un gran abanico de tipos y estilos: kayak, bote, moto de agua, lancha, gomón, cuddy (lanchita con cabinita) cabin cruiser (lanchita más grande con cabinita más grande), yate motor (barquito más cómodo), yate a vela con motor auxiliar (ídem anterior pero con motor y vela) mega yate (acá no existe esa división, pero muchos políticos y oligarcas  los tienen o rentan en otros países), en fin, esa es la división de la palabra “barco” en términos generales.

La cosa es que quien tiene un kayak no contagia a nadie: navega solo y  tiene derecho a hacerlo. Tiene en su haber una embarcación de 15 a 30 mil pesos, unos 200 dólares, o dos IFE, como quieran llamarlo. Es un oligarca puro. ¡A la hoguera!. Así podemos hacer un gran cuadro de la división actual de la náutica argentina, o argentine, es igual:

Girar el teléfono para poder ver mejor la tabla continuación.

Tipo de embarcación Perfil de Propietario / embarcación Categorización Subnormal
Kitesurf Deporte de vela en solitario, excelente estado físico Yuppies que mientras navegan piensan en negocies
Kayak A  remo, ideal travesías, explorar, acceso a cualquier espejo de agua del país Autentiques navegantes iniciales que disfrutan la paz (no perder de viste)
Optimist Embarcación para niños y adolescentes que comienzan sus armas en la náutica; semillero de la actividad a vela Embarcación para pequeñes futures burgueses
Dinghy a vela hasta 5.5 metros Ideal para navegar con la fuerza del viento, competir, conocer las técnicas y el clima Embarcación para adolescentes futures burgueses (Peligre!)
Gomones de 2,5 a 4.7 mts Perfil aventurero, explorador, ideal para relajarse,  puede llevarse en el baúl, Autentique navegante con aspiraciones burgueses y desconfiade
Bote a remo Persona relajada, sin prisa Autentique navegante
Bote motor Nauta que gusta navegar con la caña del motor para ir pescar, traslado por la isla, etc Autentique navegante con aspiraciones burgueses
Bote motor tipo tracker Persona que gusta de un equipo 4×4, de poco mantenimiento y gran amplitud: pesca, travesia, trabajo Autentique navegante con aspiraciones, puede trabajare
Lancha motor Más capacidad y comodidad, ideal para ir a lugares tranquilos o recreativos Oligarque clase inicial
Moto de agua y jet ski Perfil de persona aventurera, que gusta de la velocidad Oligarque enemigue clase A, aptos pistole taser
Lancha de esquí-wakeboard-wakesurf Destreza deportiva, perfeccionamiento, técnica, excelente estado físico Oligarque enemigue clase B, utilizar gomere con bolites de paraise
Semirrigido hasta 4 metros Persona que gusta de una embarcación simple y confiable, ideal para pesca segura o auxiliar de yate Autentique navegante con aspiraciones burgueses pero más miedose
Semirrigido hasta 9 metros Nauta que aprecia la buena navegación, para paseo, pesca mar adentro, travesía, exploración Burgues con aspiraciones Oligarquiques
Cuddy hasta 24 pies Gusta de navegar pero necesita una mínima protección y seguridad adicional Oligarque clase inicial con techo propie
Cabin Cruiser hasta 30 pies Barco que permite pernoctar en el club o en islas, con más comodidad interior y exterior Oligarque clase 2 con techo propie y grandes aspiraciones
Yate motor hasta 40 pies Persona que adopta este barco tipo casa, cómodo, seguro para estar con su familia o quien le venga en gana Oligarque clase 3, empresarie o burgues con anabólicos
Yate motor hasta 50 pies Persona que adopta este barco tipo casa, más cómodo para estar,navegar y vivir por donde quiera Oligarque Master (ojo, puede haber diputades y senadores)
Yate motor de muchos más pies Idem anterior pero con más glamour Oligarques Reyes (preferentemente utilizar mira laser) (ojo hay de los nuestres)
Velero cabinado hasta 30 pies Nautas que gustan de la navegación con el viento, relajados, concentrados en este tipo de actividad Oligarque clase B (BIENTO) con techo propie y grandes aspiraciones
Yate a vela-motor de hasta 40 pies Idem anterior pero si no hay viento, se vuelve a motor. Gusta del viento pero no come vidrio Oligarque clase BF (BIENTO FUERTE) con techo propie y grandes aspiraciones
Yate vela motor de muchos mas pies Ama la técnica de la vela, gusta de la navegación a motor y tiene un flor de barco para ir donde quiera Oligarques clase TUISTER (preferentemente utilizar mira laser) (ojo hay de los nuestres)
Chata palera o pesquero reciclado Personas bohemias que aman lo tradicional y lo rescatan para relax y paseos cortos Oligarques Hippónes setentosos- puedes ser amigables
Lancha de regata Locos por la velocidad y performance. Al límite siempre. Ya no quedan muchos. Scioli campeón del munde
Velero de regata Amantes del viento, la velocidad, la técnica, el triunfo, los grandes desarios Oligarques RE TUISTER – Siempre con la mire en la nuque, no corren tanto

 

También hay barcos de trabajo; de pesca, areneros, cargueros, petroleros, paleros, dragas, etc, pero esos pertenecen a otra oligarquía, laburan, producen, esos sí, que sigan así.

La cosa es que este delirio empezó hace ya cinco meses donde no se permitió visitar programadamente los barcos a flote, los cuales NECESITAN ser controlados porque flotan, se mueven, se golpean, están a la intemperie, necesitan recargar baterías, etc. No les importó en absoluto, nada. Cientos de reclamos y nada. Hubo barcos hundidos y los fabricantes de baterías están hoy en la cresta de la ola. Nautas 0, Demás 1.

Después no se permitía abrir los astilleros. Primero por la cuarentena lógica aceptada por todos, pero setenta días después la cosa comenzó a no tener sentido. Los astilleros y talleres navales deportivos fueron una de las últimas cosas en conseguir algún tipo de movimiento, a los empujones, a los codazos con los intendentes, demás autoridades y la Prefectura. Irónicamente, las provincias mesopotámicas permitían navegar tres días a la semana, con algún tipo de protocolo u ordenamiento. Incluso Rosario, la segunda ciudad del país en densidad.

Otra vez reinó la negativa. Había necesidad de ir a los barcos a ver como se encontraban, bajar las lanchas de sus camas para una puesta en marcha y control, etc. A las piñas por un bizcocho de nuevo… visitas mensuales de 15 minutos, con certificado bucodental y el Circular pegado en la frente. Las guarderías no bajaban lanchas porque Prefectura las sumariaba. Prefectura decía que no sabía nada, que la restricción era de navegar. El municipio, y hablo de algunos, eran los chicos malos, los reales, los que no quieren saber nada de nosotros.

Pero no todo termina allí. La restricción de navegar, forzada ya porque las bases se revelan, se va descomprimiendo a los bifes, pues se puede salir con permisos, mover algunos barcos avisando a Prefectura, cada vez hay un poco más de movimiento pero… analicemos la verdad de una vez por todas.

¿Qué posibilidad tienen de contagio una familia (digamos de tres personas) de ir en su auto, subir a su lancha, desinfectarla, salir unas horas a navegar sin desembarcar al sol y al aire libre (o yendo a su propia casa de isla, si amerita) volver, desinfectar la lancha, subir a su auto y volver a casa? 99% de posibilidades de que no pase nada.

¿Qué posibilidad tienen de contagio tres personas que viajan en avión privado (hubo mucho movimiento aunque el común del pueblo no lo sepa) o viajar en tren, remís, ir a trabajar, etc? 99% de posibilidades de contagio seguras.

… “la cosa pasa por otro lado, los que tienen barcos que esperen, el pueblo está en cuarentena y no debe haber privilegios” salió de la boca de una autoridad competente…

Podría seguir por varias páginas relatando (relato no, descripción de los hechos) casos testigo de atrocidades sobre este tema que, de alguna manera, frenaron y destruyeron un poco más nuestra actividad náutica, pero por mi salud, vuestro aburrimiento y que la patrona me llama a comer, resumiré mi artículo en un alegato final para aquellos quien hoy tienen el poder y que sepan entender (y leer).

UNO: A esta altura de los hechos es bueno recordar que los dueños de los “barquitos” siguieron tributando amarra, impuesto provincial, matrícula de Prefectura: SON BIENES REGISTRABLES, garpan impuestos que sirve para engordar gnomos burócratas mantenidos a mate y bizcocho de grasa.

DOS: Que existen unas cien mil embarcaciones registradas, es decir, en porcentual, el 0,0022 de la población total del país.

TRES: Que de ese porcentaje, el 85 % posee embarcaciones que rondan en valores que no superan el precio de un auto cero km de bajo costo o menos aún, es decir, muy lejos de ser personas adineradas, son ciudadanos con derechos y obligaciones que tienen un bote, barco o lancha antigua que utilizan para recreación. Y pagan impuestos.

CUATRO: Que hay una Industria satélite en torno a la náutica de constructores centenarios, talleres, carpinteros, mecánicos, instaladores,  profesionales, diseñadores, electricistas, barco partistas, vendedores, tapiceros, loneros, herreros, fabricantes de trailers, guarderías, fabricantes de velas, instaladores de instrumental, y me olvido de cientos de subproductos que conforman este mercado náutico que sobrevive a todos los virus malditos que tiene este país; la náutica es calificada como elitista desde siempre. Pero hoy es más elitista tener un avión o un cero km de 250 mil dólares FOB, NO es elitista una lancha ochentosa de 800 dólares y que aún sigue siendo utilizada como tesoro invaluable. La náutica es sólo eso, son dueños de embarcaciones que quieren navegar, sea rico, medio pelo o pobre. Todos quieren navegar.

CINCO: Que el derecho a navegar conlleva a obligaciones: ser idóneo, cumplir una serie de requisitos básicos, tener una embarcación confiable etc. Y no habría problemas de cumplir con un protocolo adicional, un ordenamiento consensuado para abrir definitivamente el río. Si hay descontrol, que sancionen a quien no lo cumple. Si hay reglas hay que cumplirlas pero ojo, reglas sí, no estupideces.

SEIS: Prefectura hace lo que le ordenan; Municipio, ¿?; Provincia no sabe, no contesta; Cacel hace lo que puede… ¿quién podrá salvarnos? El Chapulín se murió, así que la única que nos queda es seguir insistiendo mediante todo tipo reclamo formal, serio, basado en realidades, cosas pensantes, tal vez con ironía (materia que es siempre buena cuando el otro es buen entendedor del mensaje) (ups, tal vez en este caso esto sea un monólogo). No claudicar y no olvidar el daño generado. La factura será pasada a quien corresponda oportunamente.

SIETE: Que en el mundo, la historia demuestra que aun cursándose guerras, pestes o desastres naturales, el resto de las sociedad sigue o trata de hacer vida normal, construyendo, estudiando, trabajando; los problemas no se ignoran, nunca, al menos en países con una media cultural básica, ya que una parte de la sociedad y gobierno (políticos y estado) tienen las herramientas para sortear esos problemas, y deben trabajar para ello, esa es su obligación: solucionar la vida del conjunto, dando prioridades. Sostengo que no entramos en esa división desde hace muchísimos años. En esta oportunidad empezamos la cuarentena con una lógica básica aceptada, pero a esta altura, ya estamos varados y con un rumbo en la flotación.

OCHO: Nuestra náutica deportiva no es demasiado grande en relación a la historia increíble que lleva a cuestas. Somos un país con miles de kilómetros de ríos, mar, lagos y lagunas… pero con muy poca actividad náutica. Quienes somos parte de ella en la faz laboral, unas diez o quince mil familias en forma directa e indirecta, trabajamos desde siempre, y lo seguiremos haciendo, siempre pagando impuestos. Esta vez la ayuda económica fue necesaria para algunos: en buena hora, tantos años de ser punto, alguna vez toco por única vez ser banca.

NUEVE: Si quien corresponde se saca las anteojeras, podrá ver qué pasa en el mundo: hace cinco días Italia abrió normalmente el Salón de Génova, que está llegando a su término con éxito; a fin de mes el de Fort Lauderdale, el mundo empezó a funcionar hace algo más de dos meses, al ralentí, con reservas, pero se mueve. Por estos pagos no, todo quieto, hasta la infinidad de los tiempos.

DIEZ: Visto todo lo expresado, y no habiendo impedimento para abrir el río a la navegación con alguna reglamentación mínima adicional (por ejemplo no fondear abarloados, matrículas pares e impares en días diferentes, turnos programados para salir y regresar, personas a bordo de acuerdo al tipo y capacidad de barco, etc.) o alguna idea sensata que alguien pueda elaborar algo superador – NO NAUTAS ABSTENERSE DE OPINAR -, que la proponga y empecemos a mover los barcos.

ONCE: Para todos aquellos que tienen el poder en sus manos y no entienden lo expresado, se los diré en múltiples variantes, para que su variado e pluralista intelecto entienda el concepto:

¡ABRAN EL RÍO A LA NAVEGACIÓN DEPORTIVA!

DEJANOS NAVEGAR, ¡¡GATO!!

OPEN THE RIVER, CAT!!

AFLOJEN EL AISLAMIENTO PROGRAMADO DE LOS RICACHONES CON BARCO

LIBEREN LOS BARCOS

AFLOJEN LA CUARENTENA, LOS BARCOS NO TIENEN COVID

EHH, EHH, SOLTÁ LOS BOTES ¡¡¡FIERITA!!!

APRIRE IL FIUME, MALEDETTO (ABRAN EL RÍO… CHICOS)

E wehe i ka muliwai (ABRAN EL RÍO)

Whakatuwherahia te awa (ABRAN EL RÍO)
Öffne den Fluss (ABRAN EL RÍO)

 פתח את הנהר (ABRAN EL RÍO)

 

 

 

 

 

barcos@barcosmagazine.com

Review overview