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AB INFLATABLES – Hard Craft S.A. RIBEX WORLD WIDE EXPEDITIONS

REMONTANDO SUDAMÉRICA 2018 EN SEMIRRÍGIDOS

Por Gustavo Revel

El pasado 6 de septiembre, frente a las instalaciones de Cacel, en San Fernando, un hecho inédito e histórico se puso en marcha. El suizo Andy Leemann, marino profesional, viajero y explorador, inició un periplo de 6500 km que unirá los ríos más colosales de Sudamérica, cruzando de sur a norte Argentina, Paraguay, Bolivia y Brasil, horadando el Amazonas. Un raid sin precedentes en nuestro continente. Barcos fue testigo presencial, desde sus inicios, de esta aventura que tiene un propósito, avalada por una enorme mochila de experiencias anteriores.

En pleno siglo XXI, escuchar sobre este tipo de proezas y por estos rincones del planeta parecen de otra época; es como hablar de una leyenda épica lograda por algún navegante audaz que dejó enclavada eternamente su estela por algún derrotero inimaginable de haberse podido realizar. Pero en verdad, el mundo sigue estando para redescubrirse, y el suizo Andy Leemann es, literalmente, un soñador que ha navegado muchos años por el mar y finalmente, se estableció en Mallorca, donde vende embarcaciones y motores. Pero su afán de aventura lo llevó desde hace varios años, a recorrer en un singular estilo, los ríos más largos o particularmente especiales del mundo, uniendo regiones, colaborando con distintas ONG, universidades, con ayuda humanitaria y documentando el estado del medio ambiente en estas travesías tan especiales.

Andy navegó por los ríos Orinoco (Venezuela), Mekong (sureste asiático seis países), Zambeze (Africa austral), Ganges (India), Bramaputra (China), Yucón (Canadá), Puerto Montt hasta Isla Hornos (Chile), Kaladan (Birmania) y varios ríos más, sumando miles y miles de millas de navegación pura. En 2008, con el fin de convocar apoyo político para erradicar la malaria, navegó por Angola, Namibia, Zimbawe y Mozambique, deteniéndose a lo largo de las costas de cada país para llevar a bordo personal local de control de malaria, documentar la situación y llevar medicamentos e insecticidas, entre otra ayuda. Miles de millas no sólo de aventura, sino con un fin: ayudar al prójimo y tomar nota del estado de los ríos y sus costas, entre otras cosas. Su historia está bien resumida en la página www.ribexpedition.net.

Apenas pudimos tomar contacto con él, nos dimos cuenta que es un ser especial. Andy es un experto en todo. Con un simpático castellano, nos comenta sobre lo que hizo, lo que quiere y lo que hará. Un líder nato; delgado, inquieto, no para nunca de hablar y organizar su partida. Quedamos en vernos para charlar al finalizar el recorrido por nuestro Paraná; y también en Manaos, corazón del Mato Grosso, final del periplo. Andy Leemann tiene un equipo bien armado, con gente de todo el mundo, tripulación que irá rotando en diferentes etapas. Sus proyectos son avalados por sponsors y organizaciones no gubernamentales. No admite lujos. Todo es asombrosamente natural y modesto. Tal vez, lo que ha podido ver en tanto mundo recorrido, lo convirtió en un embajador de la simpleza y la humildad. La firma de semirrígidos AB, de Colombia, y su representante local, Hard Craft S.A, fueron quienes le proveyeron tres embarcaciones AB modelo Lammina 14 AL con sus motores (ver recuadro), equipos cero horas bautizados “Orinoco”, “Amazonas” y “Casiquiare”, este último, el río que conecta a los anteriores. Hard Craft, como anfitrión por ser el país de inicio, puso un enorme esfuerzo para lograr esta partida; los tiempos fueron cortos para tener todo en orden y armar junto a Alfredo Cucchiani como enlace, -otro navegante argentino radicado en Mallorca-, quien vino unos meses antes para iniciar los preparativos.

El extenso derrotero inicia su gesta desde el Río de la Plata, subiendo por el Paraná y surcando las aguas del Río Paraguay, ya dentro del Mato Grosso, que alberga el Pantanal, el humedal más grande del mundo; al llegar a Cáceres, serán los primeros 3400 km de la travesía. Allí las embarcaciones serán transportadas por via terrestre durante sólo 280 km, hasta Vila Bela da Santíssima, en el río Guaporé, siguiendo por el Mamoré, un gran cauce que comparte Brasil con Bolivia. Posteriormente seguirán por el río Madeira –uno de los afluentes más grandes del Amazonas y hogar de los delfines rosados- para finalmente llegar al magnificente río Amazonas, hasta Manaos, final de la travesía.

La misión será documentar el estado de los ríos sudamericanos, el impacto del cambio climático en las zonas visitadas, los problemas de la contaminación y verificar las consecuencias en las poblaciones locales. En el transcurso del viaje, estarán con algunas ONG, como Guyra Paraguay, quien sostiene a la estación biológica “Los Tres Gigantes” (a 40 km de Bahía Grande, sobre el Río Negro), primer centro de investigación en el sector paraguayo de El Pantanal; nuestros amigos serán quienes le reporten, por ejemplo, todo lo registrado durante la navegación realizada a través de las 15 mil hectáreas comprendidas; así, infinitos trabajos programados que irán relevando a lo largo del recorrido, para cumplir con una misión loable: cuidar nuestro medio ambiente. En Barcos, seguiremos los pasos y avances de esta increíble travesía.

Ver todos estos preparativos me recordó, que en tiempos no tan lejanos, navegar tenía otro sentido, otra esencia. Los veleristas siguen sus propios sueños de singladuras eternas, en cualquier condición y lugar. Podríamos decir que ellos sí son verdaderos soñadores. Recordé también las regatas de largo aliento como los 1000 km del Delta, en los que tuve sí, el privilegio de participar. Fui testigo presencial de varias travesías, obviamente ninguna del alcance de la que dio origen a esta nota. Recuerdo un evento histórico también, allá por el 1984, uniendo el Pacífico con el Atlántico en botes neumáticos luego del conflicto limítrofe con Chile, como acto de unión entre ambos países por ríos patagónicos, e infinidad de recorridos no publicados, realizados por navegantes comunes en lugares recónditos, uniendo pueblos, ríos, generando lazos de amistad, con o sin apoyo de empresas o gobiernos. “Hoy navegar tiene, para la mayoría, un significado diferente. Los más jóvenes, por ejemplo, fondear a escasos minutos de la costa, bailar y beber bajo el sol, es sinónimo de navegar. Otros hacen deportes acuáticos: nada más. O tal vez dar “la vuelta del perro” a bajas revoluciones, por el recorrido habitual de cada zona. “Remontando Sudamérica” me hizo repensar que sería muy bueno, en estos tiempos de cólera, volver a soñar con estas travesías por nuestras aguas, ni siquiera tan extensas: redescubrir nuestro país por río o el mar. Volar la imaginación y armar un proyecto no tiene costo inicial… es simplemente juntar ideas, crear contactos –hoy desde tu propio teléfono- investigar. El semirrígido es el equipo perfecto para estos raids. Y si pensamos que la logística y el combustible es un costo imposible de cubrir… créanme: tener el sueño y el proyecto bien claro y preciso es el secreto del éxito. No será mañana, tal vez más adelante. Los problemas económicos siempre fueron nuestra pesadilla, y sin embargo seguimos adelante. La consigna es entonces, revaloricemos las ganas de hacer travesías, volver al espíritu de quienes, alguna vez, se sintieron como los nuevos conquistadores de lo existente”. G.R.

barcos@barcosmagazine.com

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