Mientras que Charlie Dalin (MACIF Santé Prévoyance), el líder de la regata, debía pasar anoche al Pacífico, y también cruzar el actual punto medio del recorrido de 23.890 millas náuticas para la 10ª edición de la Vendée Globe, muy al oeste, más cerca de las islas Kerguelen, los patrones de la segunda mitad de la flota de 38 barcos están luchando con condiciones robustas generadas por un duro sistema de baja presión.

La capitana británica Pip Hare ha hablado abiertamente de su frustración en la edición de este año de la Vendée Globe.

«Estar tan cerca del frente de la flota durante dos semanas ha sido increíble», dice.

¿Pero ahora?

«Desde que cruzaron los Doldrums, los barcos líderes se han dirigido hacia el sur tan fuerte y rápido como ha sido posible para tratar de rodear el fondo del alto de Santa Elena.

«He tenido el pie en el suelo, pero mi ritmo no ha sido el de los barcos más nuevos y poco a poco se están alejando, simplemente no tengo la potencia».

Dice que la primera gran división en la flota está ocurriendo, ya que los diez primeros barcos han podido saltar sobre la parte posterior de un sistema de baja presión en desarrollo. Eso los impulsará en una ruta directa al Cabo de Hornos. Hare dice que es un sistema meteorológico muy inusual de encontrar aquí, en estas latitudes.

«Estoy corriendo para atraparlo, pero sé que llegaré demasiado tarde. Espero que se abra una ventaja de 1000 millas entre yo y el frente de la flota en los próximos cinco días, a medida que se mueven con el sistema meteorológico y se benefician de las condiciones de alcance. Mientras tanto, me quedaré atrás en la alta presión, esperando que llegue el próximo sistema.

«No hay nada más que filosófico en esto. Al empezar esta regata, sabía que nuestro barco tendría dificultades para ganar velocidad contra las nuevas construcciones y en los últimos cuatro días lo hemos visto.

«Eso no quiere decir que no duela. Pero la Vendée Globe siempre ha tenido muchas carreras dentro de ella. Ahora, se formará una nueva flota con mis competidores inmediatos, y lucharemos juntos. Hay MUCHO del mundo y MUCHO drama aún por venir».

Hare continúa en su blog:

«Volar este barco de 60 pies puede ser un asunto brutal y desgarrador en grandes mares. La violencia impredecible de la proa levantándose y luego estrellándose contra las olas es algo que ningún patrón disfrutará jamás. Pero la navegación que experimentamos hasta los Doldrums fue el vuelo IMOCA en su forma más suave, con el viento suficiente para mantener el vuelo, pero no tanto como para que el viaje se volviera salvaje. Agua plana, sol brillante y kilómetros y kilómetros de pista vacía se extendían por delante».

En su último video publicado en Facebook, Hare dice que el clima «se siente implacable sin respiro», y detalla los frentes climáticos que se dirigen hacia ella.

En otras noticias de la Vendée, la dirección de la regata ha decidido modificar ligeramente la Zona de Exclusión Antártica para permitir a los patrones no acercarse demasiado a los icebergs. En colaboración con CLS (Collecte Localization Satellites), que moviliza satélites y expertos para cartografiar los icebergs, el ZEA se ha reducido ligeramente a la longitud de la isla Campbell, a más de 1300 km al sur de Nueva Zelanda.

«Gracias a los sondeos CLS, no se han detectado icebergs en la zona, lo que nos permite modificar la ZEE», explica Hubert Lemonnier, director de la regata. «Esto ayudará a abrir la estrategia para los patrones».

Desde su inicio, esta es la cuarta modificación de la Zona de Exclusión Antártica.