El equipo que iluminó Barcelona en más de un sentido y que presentó un emocionante desafío para la Louis Vuitton 37ª America’s Cup, se despide en semifinales de la Louis Vuitton Cup con la lección aprendida y la vista puesta en la continuidad. Ha sido un placer para los aficionados a la Copa de todo el mundo ver cómo este joven equipo suizo se convertía en una fuerza potente al más alto nivel de la vela y, con un pedigrí ganador, se marchan de la competición con la sensación de que esto está lejos de acabar y de que hay asuntos pendientes.

Desde el principio, se trató de un desafío por el trofeo más antiguo del deporte internacional, decidido a hacer las cosas a su manera y divirtiéndose a lo largo del camino. Al lanzar el desafío en nombre de la Société Nautique de Genève, el club que se convirtió en el primer ganador europeo de la historia y que ostentó el trofeo de la America’s Cup de 2003 a 2010, se anunció una asociación profunda y totalmente integrada con Red Bull.

El director del equipo y fundador del famoso Alinghi, Ernesto Bertarelli, expuso una visión clara en la presentación: «Manteniendo el espíritu ganador que siempre ha animado a Alinghi, queremos hacer algo totalmente diferente, totalmente nuevo, totalmente fresco. Cuando imaginamos con (el difunto) Dietrich Mateschitz la participación de Red Bull en la America’s Cup, dijo: Nuestro camino no es entrar en el deporte como patrocinadores, sino integrarnos en el equipo, formar una verdadera asociación, nutrir a los jóvenes atletas y convertirlos en los mejores en su campo. También propuso que contribuyéramos a dar una nueva dimensión a la propia America’s Cup. Con Red Bull somos socios iguales en esta empresa. Ellos aportarán su competencia, energía y fuerza en la creación de equipos de alto rendimiento, y nosotros aportamos nuestra experiencia en navegar y ganar la America’s Cup. Alinghi Red Bull Racing dará una nueva dimensión al evento».

Y así fue. Inmediatamente, el equipo compró la primera generación del Emirates Team New Zealand AC75 ‘Te Aihe’ y estableció una base temporal en la bocana del Port Vell, siendo el primer equipo en llegar a la ciudad anfitriona. Su efecto fue inmediato, y se convirtieron en un magnífico reclamo, como equipo, como ‘familia’, para la Louis Vuitton 37ª America’s Cup.

Iluminaron de rojo el Hotel W cada noche antes de navegar al día siguiente y se integraron en todas las facetas de la vida de Barcelona mientras documentaban su curva de aprendizaje en el monocasco AC75 que llegó en agosto de 2022 y con el que navegaron por primera vez en septiembre de 2022.

Navegar durante ese primer invierno fue duro, no sólo para los regatistas, sino también para el equipo de tierra y los equipos técnicos, con nuevos procesos y protocolos a los que adaptarse. Pero el progreso fue rápido y el equipo de regatas, una mezcla de jóvenes regatistas suizos con talento, se fusionó con miembros veteranos del equipo ganador de la Copa para conseguir un equilibrio perfecto entre juventud y experiencia.

Arnaud Psarofaghis se convirtió en la figura principal del proyecto casi desde el principio, mientras que Maxime Bachelin, Bryan Mettraux, Nicolas Rolaz, Nico Charbonnier e Yves Detrey se convirtieron en su equipo de confianza.

Se echará mucho de menos al Alinghi Red Bull Racing en la Louis Vuitton 37ª America’s Cup. Han aportado diversión, glamour y excelencia deportiva, a la vez que han atraído a todo un ejército de nuevos seguidores jóvenes y comprometidos a través de su magnífica asociación con la marca Red Bull.

No cabe duda de que volverán a la 38ª America’s Cup. Silvio Arrivabene, codirector general, lo ha confirmado en varias entrevistas, y con el magnífico apoyo y respaldo de Ernesto Bertarelli, los suizos seguirán siendo una fuerza potente en lo más alto del mundo de la vela internacional.

Tom Slingsby, timonel del equipo NYYC American Magic y uno de los mejores regatistas del mundo, rindió homenaje al Alinghi Red Bull Racing al abandonar la competición: «Para mí ha sido fantástico ver a Alinghi de vuelta en la competición. Su historia en este deporte, la forma en que llegaron y ganaron (la America’s Cup) en su primer intento, no creo que se haya hecho nunca. Ernesto es un gran defensor de la vela, y han hecho una campaña increíble. Sé lo duro que trabaja todo el equipo suizo. Llevan mucho tiempo aquí, en Barcelona, y han trabajado mucho, muchas horas. Así que me quito el sombrero ante todo su equipo por una campaña increíble, y espero volver a verlos la próxima vez».