EDICIÓN IMPRESA – MOTORES ELÉCTRICOS VS. PETRÓLEO
Combustibles Verdes ¿llegan para quedarse ya o todavía seguimos a nafta?
A VER SI NOS PONEMOS DE ACUERDO
Por alguna razón, el viejo continente ha decidido cambiar petróleo por electricidad en la movilidad diaria y, obviamente, en el mundo náutico y naval. Pero los americanos, si bien también avanzan en esa dirección, parecen ir a menor ritmo y desarrollan motores marinos de alta potencia para los combustibles fósiles. Entonces… ¿Para dónde vamos?
Siento algo de confusión cuando exploro el mundo de los combustibles alternativos para embarcaciones –recreativas o comerciales-. Mi convicción más certera, a priori, es que la única energía ecológicamente limpia es la energía del viento. Punto.
Pero, como debe ser, necesito ampliar mi perfil ideológico en cuanto a convicciones y a los avances tecnológicos y, aún más, interpretar las acciones de esas organizaciones que, en forma políticamente correcta o incorrecta, plantean el tema de salvar el mundo del ocaso por contaminación ambiental, cosa que ineludiblemente algún día sucederá, esperando sea en el infinito del tiempo.
LA ELECTRICIDAD Y EL CAMBIO
Hace un año realicé en un viaje a Suecia y Noruega por razones de trabajo. Para mi asombro, he viajado en todo tipo de transporte terrestre y marino en equipos híbridos o netamente eléctricos 100%. El avance de esta fuente de energía aplicada en el día a día me ha dejado perplejo. He visitado la fábrica de motores marinos Volvo Penta (Gotemburgo, Suecia) pudiendo probar los nuevos motores para barcos -eléctricos e híbridos- y ver sus parte de sus proyectos en marcha para una nueva generación de embarcaciones: las de energía limpia, sustentable, verde o como le quieran llamar.
Pude viajar en taxis, micros, trenes, lanchas, barcos, ferrys que van de isla en isla y equipos preparados a tal fin, eléctricos o híbridos, con rendimientos y características superlativas, en proceso aún de mejoras en cuanto a peso de las baterías (si, los acumuladores son la vedette de este nuevo mundo) y performance general. Este “boom” eléctrico como combustible “no contaminante” me sorprendió en demasía y me convencí de que este proceso de cambio en la bella Europa es imparable; un dato no menor: estos países junto a la sus naciones vecinas tienen un sinnúmero de fuentes de energía eléctrica en su haber: energía generada en represas hidroeléctricas, infinitos parques eólicos, paneles solares por doquier, generadores accionados por el oleaje y las mareas, energía nuclear y, además, reservas de petróleo, por si las moscas.
CRUZANDO EL CHARCO ESTÁN EN OTRA
Un par de meses después, fui invitado a Fort Lauderdale International Boat Show, lugar donde puedo ver todo el mercado americano y europeo. Y allí observé nuevamente la tendencia que desde hace tres o cuatro años no deja de impactar: popas con ramilletes de motores fuera de borda, de dos a seis unidades, desde 300 a 600 hp cada uno. Yates a motor con rediseñados cockpit para esconder 1200 o 2400 hp colgados del espejo. Miles de HP en motorizaciones nafteras que sólo acentúan mayor consumo de combustible -desmedidos en ciertos casos- y mayor impacto ecológico en términos generales.
Obviamente, los avances eléctricos tenían su lugar con proyectos bien logrados; pero allí los amantes del petróleo ganan por mayoría absoluta. De hecho, tuve una extensa charla con un emprendedor que ofrecía un conjunto dentro-fuera híbrido, con una batería y sistema de conversión bastante compacto, ideal para un equipo de hasta 20 pies, con 4 hs de autonomía neta eléctricamente y alternar el uso en forma híbrida. Ante una buena estrategia de venta y una seguridad absoluta de lo que ofrecía, opté por hacer estas dos preguntas: ¿Cuánto tiempo piensa Ud. como desarrollador de esta tecnología que necesita el mercado americano (su mercado) para que empiecen a optar por las potencia híbridas? Respuesta: …“mientras el combustible exista tardaremos bastante en cambiar el concepto de motores nafteros o diesel contra híbridos o eléctricos. La adrenalina está en el sonido de los escapes, esa evolución explosiva de potencia mientras aceleramos… tal vez empiecen las presiones ecológicas en los grandes lagos pero considero que será un largo camino aún”.
La segunda pregunta fue más directa: Sabemos que todas las grandes marcas de motores trabajan en esta nueva variante de poder pero tienen sus proyectos avanzados en suspenso hasta que sea el momento oportuno… ¿cómo queda su emprendimiento al momento de ese suceso? Respuesta: “(shit, straight to the bone!) hay dos posibilidades: que mi proyecto sea más simple y fácil y me quede con un pedazo muy pequeño de la torta o que sirva o les moleste a las grandes ligas y me compren la marca y el proyecto. Esto es América y así se mueven las cosas”. Más claro echale cloro.
Pero, estimados lectores, las preguntas del millón (no es una sola) están más vigentes que nunca:
¿Cuántas reservas de crudo quedan en el mundo? ¿qué nivel de contaminación real genera la extracción, refinamiento, traslado y uso del petróleo? y por el lado del nuevo impulso “verde”: ¿qué nivel de contaminación real genera la extracción de litio (principal producto para fabricación de acumuladores), el níquel y el cobalto?
Los estudios dicen que, específicamente para el mercado automotriz y de camiones (recordando que las motorizaciones marinas son un derrame de esa industria) que la demanda total de baterías para vehículos eléctricos en toda Europa llegará a 300 GWh en 2025, 700 GWh en 2030 y más de 1300 GWh en 2035. Habrá más baterías que automotores. Y en ese lapso, la industria toda propone que se necesiten menos materiales para producir cada kWh. Al final de esta década el litio necesario se reducirá a la mitad 0.10 a 0.05 kg/kWh, el cobalto de 0.13 a 0.03 kg/kWh y el níquel de 0.48 a 0.39 kg/kWh.
Estadísticas hermosas, incluso que esos materiales podrán obtenerse del reciclaje de baterías en un 6% de litio, un 2% de cobalto y un 1% de níquel. Entiendo que la reducción de la huella de carbono es necesaria respecto del uso de los combustibles fósiles pero… nadie habla de cómo obtener los “condimentos” eléctricos litio-cobalto-níquel sin hacer daño al ambiente; nadie habla de qué se hace con el reciclado de las baterías, de esos metales pesados que ya no servirán más. Nadie aclara qué pasará con los envases de baterías en infinitas versiones, modelos y tamaños, que incluso hoy no sabemos a ciencia cierta adónde van a parar.
A esta altura de los hechos, no tengo en claro qué es mejor: seguir quemando petróleo hasta que no quede una gota o actualizarnos con la era eléctrica. Estimo un proceso largo de aprendizaje, con lo que ello implica. Pero estoy muy seguro que nuestra madre tierra sufrirá este proceso de cambio con el mismo impacto que cuando se inició la era del petróleo.
Como éramos pocos apareció la motorización a hidrógeno, tema para el próximo número. En definitiva… ¿Ud de qué lado esta?
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Texto: Gustavo Revel
Fotos: Gustavo Revel // Archivo digital