El retorno del depredador tope de los ecosistemas acuáticos
El lobo gargantilla (Pteronura brasiliensis), o nutria gigante, es la especie de nutria más grande del mundo, pudiendo alcanzar una longitud de hasta 1,8 metros. Fue depredador tope de los ecosistemas acuáticos de Corrientes, donde se alimentó de peces y yacarés. Hasta mediados del siglo XX era posible verlo en el río Paraná, cerca de la capital de la provincia, y se ha comprobado su presencia en Iberá en base a un cráneo hallado en una de sus islas. Este espectacular mamífero está extinto en Corrientes y en toda la Argentina.
La mayor parte de la dieta de la nutria gigante está compuesta por peces, aunque puede incluir crustáceos, moluscos y vertebrados terrestres como yacarés sub-adultos, aves o roedores. Por sus características alimenticias, este carnívoro suele ser predador tope en las cadenas tróficas de los cursos de agua donde habita, siendo una especie clave en dichos ecosistemas.
El retroceso de sus poblaciones en Sudamérica
La nutria gigante está catalogada como amenazada a nivel internacional, críticamente amenazada en la mayoría de los países donde se distribuye, e incluso considerada probablemente extinta en toda Argentina según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). La Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos (SAREM) la considera En Peligro Crítico de Extinción y menciona que no hay registros de una población estable o individuos adultos con territorios estables en la Argentina en al menos los últimos 30 años. Es probable que una combinación de factores incluyendo la modificación del hábitat, la contaminación, la caza furtiva y los conflictos con humanos hayan provocado la retracción de sus poblaciones en Argentina.
En el pasado, la distribución de la especie era muy amplia: abarcaba desde Guyana, Venezuela y Colombia hasta el norte de Argentina y Uruguay y zonas orientales de los Andes. Actualmente, la mayor parte de las poblaciones de nutria gigante se distribuyen de manera discontinua en el Pantanal, Amazonas brasileño y las regiones inmediatamente adyacentes a esta área, Guyana francesa, Surinam y Guayana. La especie también está presente en Perú, Colombia, Ecuador, Paraguay y Bolivia.
En Argentina la nutria gigante habitaba las cuencas de los ríos Paraná y Uruguay, e incluía los Esteros del Iberá. También penetraba en la región Chaqueña a través de ríos como el Bermejo y llegaba por el oeste incluso hasta Jujuy. Los últimos registros de la especie en el país datan de más de dos décadas en las cuencas de los ríos Iguazú, Paraná y el arroyo Urugua-í en la provincia de Misiones, con un único avistamiento ocasional reciente en el año 2010 en el río Iguazú superior, en la zona de Garganta del Diablo.
Presencia histórica de la nutria gigante en Iberá
En la provincia de Corrientes existen citas principalmente a lo largo de los ríos Paraná (incluso hasta el año 1993) y Uruguay. También existen registros no confirmados en los departamentos de Ituzaingó y Paso de los Libres. En los Esteros del Iberá, que se conectan con el río Paraná a través del río Corriente y con el río Uruguay a través del río Miriñay, la cita más conocida de la especie es un cráneo hallado en la Laguna Fernández. Existen también relatos de la presencia de la especie en la zona de Rincón del Diablo, Capitá Miní, Yahaveré, laguna Itatí Rincón, laguna Misteriosa, arroyo Sánchez (unos kilómetros al norte de la localidad de Colonia Carlos Pellegrini) y en los esteros del Miriñay, al oeste de la localidad de Tapebicuá.
Línea del tiempo del proyecto
· En 2019 arribó a Iberá Alondra, la primera hembra de nutria gigante incorporada al proyecto, donada por el Zoológico de Budapest. Tras atravesar la fase de cuarentena en las instalaciones de San Cayetano, Alondra fue trasladada a un corral de pre-suelta en la isla San Alonso del Parque Iberá, diseñado especialmente para alojar individuos de la especie, a orillas de la laguna Paraná. El corral alberga una porción elevada de tierra con árboles y vegetación, y una porción de agua.
· A finales de 2019 se incorporó al proyecto Coco, un macho donado por el Zoo de Givskud, Dinamarca. Tras atravesar exitosamente la fase de cuarentena fue llevado a la isla San Alonso a principios de 2020, donde comparte el corral de pre-suelta con Alondra. Allí, ambos reciben diariamente peces nativos de la zona, que son ofrecidos vivos con el fin que puedan practicar sus técnicas de pesca.
· En mayo de 2021 nacieron 3 cachorros de nutria gigante, producto de la unión de Coco y Alondra. Ellos conforman el primer grupo familiar de la especie luego de su extinción en Argentina. Se espera que la familia sea liberada pronto en el Parque Iberá.
· En ese mismo mes arribó al proyecto Nanay, un macho donado por el Parken Zoo de Eskilstuna, Suecia. Luego de atravesar el correspondiente periodo de cuarentena en Corrientes, Nanay viajó a la isla San Alonso, donde permanece en un corral de pre-suelta similar al de Coco y Alondra, ocupando una porción terrestre y una acuática, también a orillas de la laguna Paraná.
· En enero de 2022 se sumó al proyecto Ariranha, una hembra de nutria gigante proveniente de Francia. Tras atravesar exitosamente el periodo de cuarentena en Corrientes, en marzo de 2022 Ariranha se unió al corral de pre-suelta donde se encuentra el macho Nanay. El encuentro entre ambos resultó positivo y se espera que formen el segundo núcleo familiar de nutria gigante del Parque Iberá.
Este proyecto recibe el apoyo de National Geographic Society.