El Reino Unido planea desechar los planes para un yacht insignia nacional después de que los críticos lo calificaran como un «proyecto de vanidad» de Boris Johnson

Se había planeado que el trabajo en el barco tripulado por la Royal Navy de £ 250 millones comenzara este año, y el barco llegaría al agua en 2024 o 2025. Pero, en una exclusiva, el Mirror informa que el nuevo canciller Jeremy Hunt eliminará los planes en su próxima ronda de recortes de gastos.

El ex primer ministro Johnson había presentado el barco como sucesor del Royal Yacht Britannia y le dijo a la emisora ​​LBC que «mostraría lo que tenemos para ofrecer» y atraería a inversionistas adinerados.

El líder de la oposición, Keir Starmer, había instado previamente al ex primer ministro a abandonar los planes y le pidió que usara el dinero en un fondo para abordar el comportamiento antisocial.

Los costos esperados para la “embajada flotante” ya habían aumentado de £200 millones a £250 millones el año pasado, a pesar del presupuesto del Ministerio de Defensa (MoD)  de £150 millones.

A principios de este mes, el exsecretario de negocios Jacob Rees-Mogg dijo que los planes de Johnson no estaban en el «reino de la realidad» y sugirió que era una «distracción gloriosa» que debería descartarse, dada la crisis del costo de vida en el Reino Unido.

The Mirror cita al secretario de defensa Ben Wallace diciendo: “El Ministerio de Defensa no ha asumido ninguna responsabilidad por los costos incurridos por los postores en la competencia de diseño. Y no se han colocado contratos de diseño o fabricación”.

El Royal Yacht Britannia está actualmente abierto a los turistas en Leith, Edimburgo. El Ministerio de Defensa dice que se hará un anuncio sobre el barco de reemplazo «a su debido tiempo».