El artista francés Julien Berthier ha creado su última pieza L’invisble: un extravagante barco fuera de borda camuflado como una roca.

La roca realista está hecha con resina epoxi y se ha colocado encima de un barco de segunda mano. Al mezclarse con su entorno, L’invisible es difícil de distinguir de las formaciones rocosas reales de la costa del sur de Francia.

Esta no es la primera incursión del artista en el arte flotante y sumergible. Su instalación de 2007 Love Love llamó la atención de manera similar, reproducía un barco que se hundía y era igualmente difícil de perder en el agua.

Berthier dice: » Amor El amor  es la imagen permanente y móvil de un barco hundido que se ha convertido en un objeto de ocio funcional y seguro».

La alucinante roca artificial puede ser impulsada y movida: los artistas dicen que “se entromete con modestia en el entorno de los arroyos de Marsella, modificando imperceptiblemente el paisaje circundante. Lo invisible navega entre la decoración, la realidad aumentada, el objeto de placer, la ansiedad de supervivencia y las cuestiones ecológicas”.