EDICIÓN IMPRESA – El nuevo iceberg desprendido de la Antártida entrará en el Top-10 de los gigantes de hielo
El nuevo gran iceberg formado en la parte frontal de la plataforma Brunt, en la Antártida, ocupará probablemente la posición número 9 en la lista de grandes masas de hielo flotante observadas en los últimos 50 años, según datos preliminares.
Los primeros cálculos difundidos por expertos del British Antarctic Survey (BAS) indican que el nuevo iceberg, todavía sin denominación oficial, tiene una superficie de 1.270 kilómetros cuadrados.
Para facilitar la comparación de dimensiones se puede recordar que la isla de Menorca tiene una superficie total de 701,80 km” y la de Ibiza / Eivissa tiene 572,56 km”; sumando por tanto ambas islas un total de 1.274,36 km”.
El B-15 sigue a la cabeza
La lista de grandes icebergs estudiados en los últimos años está encabezada -por lo que respecta a su superficie inicial- por el B-15, surgido en marzo del año 2000 en la barrera de hielo de Ross (Antártida), con una superficie inicial de 11.000 km”.
La segunda posición en esta lista la ocupa por el momento el iceberg A-38, formado en la zona de Ronne, también en la Antártida, con 6.900 km”. Mientras que la tercera posición correspondería al B-15A, surgido el 2002, con unos 6.400 km”.
Localización de la base Halley VI y del iceberg en formación, en la plataforma Brunt.
Pese a las diversas fragmentaciones de los últimos meses, el conocido iceberg A-68 (ver en La Vanguardia su situación más reciente), sigue siendo en la actualidad la mayor masa de hielo que se mantiene a flote separada de masas terrestres. En el momento de su formación en la plataforma Larsen C, en 2017, el A-68 tenía una superficie de 5.800 km” (la isla de Mallorca tiene 3.640 km”).
Antes del desprendimiento conocido ahora en la plataforma de Brunt, el iceberg de grandes dimensiones más reciente era el D-28, surgido de la barrera de Amery (Antártida) el pasado mes de octubre (ver en La Vanguardia).
Cerca de la base británica
La formación del nuevo iceberg está siendo seguido relativamente de cerca debido a que se localiza en la plataforma de Brunt, donde está emplazada la base científica de Reino Unido en la Antártida, Halley Research Station, perteneciente a la BAS.
La base Halley. Una grieta en el hielo obligó a mudarla.
Los glaciólogos de BAS han seguido los movimientos de esta plataforma de hielo durante décadas y esperaban que este desprendimiento se hiciera realidad.
De hecho, hace casi dos años ya se facilitaron datos sobre la próxima formación del nuevo iceberg gigante (ver en La Vanguardia) y algunas de las instalaciones de la base Halley VI fueron cambiadas de ubicación para mantenerlas alejadas de la zona de formación de grietas en el hielo. En concreto, en 2016, el BAS tomó la precaución de reubicar la estación 32 km tierra adentro para evitar la aproximación de grietas.
Desde 2017, los responsables británicos ha enviado personal a la estación Halley sólo durante el verano antártico, debido a que su seguridad y posibilidades de evacuación serían limitadas en el resto del año, ha recordado el BAS.
“La primera indicación de que un evento de formación del iceberg era inminente se produjo en noviembre de ’20 cuando una gran grieta, llamada North Rift, se abrió en dirección a la ya conocida de Stancomb-Wills Glacier”, explica el BAS en su página en internet.
“Durante enero, esta grieta [North Rift] avanzó hacia el noreste a una velocidad de hasta 1 km por día, cortando la plataforma de hielo flotante de 150 m de espesor. El iceberg se formó cuando la grieta se ensanchó varios cientos de metros en unas pocas horas en la mañana del 26 de febrero, liberándolo del resto de la plataforma de hielo flotante”, detalla el servicio británico especializado en estudios de la Antártica.