Ya muy cercanos a fin del 2020, el panorama en cuanto a la altura del río Paraná en Rosario continua con su tendencia a la baja, un fenómeno que viene sucediendo desde hace ya muchos meses. El pronóstico según los entendidos no es demasiado alentador ya que las lluvias se están haciendo desear en demasía en los estados de Brasil (Matto Groso do sul, Mato Grosso, Goias, Paraná y Sao Paulo) donde nace el Paraná. Aparentemente sería la corriente de La Niña la que está causando esta histórica y prolongada sequía en esta región lo que afecta en forma directa al cauce del río en el litoral argentino.
Pero a pesar de esta situación tan poco halagüeña, al haberse levantado la prohibición de navegar con ciertos protocolos a seguir, el río parece haber cobrado algo de su vida nuevamente, por lo menos para algunos rubros.
El sector de las lanchas está en un pico álgido en cuanto a demandas por parte de interesados en adquirirlas, tanto nuevas como usadas. Los vendedores de estas embarcaciones se están reponiendo luego de una pretemporada durísima. Astilleros locales se encuentran en puntos altos de fabricaciones de cascos.
Los cursos de conductor náutico están en plena alza, según comentó Darío Schmunk de Cursos Náuticos Rosario
También los que fabrican kayaks han repuntado considerablemente sus ventas y no dan abasto a sus producciones. Consultada la gente de Weir (reconocida marca de kayaks), sostienen que ha sido una temporada atípica que se adelantó al verano y agregan que mucha gente nueva está llegando al río con un alto requerimiento de pedidos.
Deportes como el windsurf y el stand up padle están teniendo un importante auge como hacía años que no se veía. El kite aumenta día a día la cantidad de deportistas que lo practican.
Las guarderías de lanchas se encuentran casi colmadas y algunas de ellas no han visto interrumpidas sus funciones a pesar de la bajante tal como el MOP -situado en pleno centro de la ciudad- por citar un claro ejemplo. Asimismo otras como Puerto Ludueña, Los Marinos y Tifón no sufrieron por la poca altura del río y están operando normalmente.
Los mecánicos náuticos se hallan trabajando con buen ritmo según comentarios de Jorge Pinilla, un profesional de larga trayectoria en esta materia.
Los veleros y cruceros de porte son los que se llevan la peor parte de esta situación ya que casi todos los clubes tienen muy poca agua en sus caletas. No obstante, la mayoría de las entidades ribereñas están aprovechando la bajante para realizar tareas de dragado y de mejoras en sus amarras con vistas al futuro.
Así el Yacht Club Rosario está terminando la construcción de su nueva caleta que albergará barcos de calado con una importante labor de dragado conjuntamente con un plan maestro de tablestacado que permitirá mayor espacio para las embarcaciones de sus socios. El Club de Velas ha estado dragando con maquinaria propia en forma permanente durante todos estos meses su espacio náutico para brindar mejor comodidad a sus asociados.
Tanto el Club Remeros como el Club Náutico Rosario, Bancario y Rowing se hallan abocados a mejorar considerablemente la parte náutica de sus instituciones. Las instituciones de la costa mantienen entretenidos a los navegantes más pequeños (Optimist) y a otras clases monotipos llevándolos a navegar a modo de práctica con sus respectivos instructores.
Por Alvaro casals