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Bajante histórica del Paraná y la cara del horror de la extraordinaria mortandad de peces

El río Salado es uno de los afluentes del río Paraná, y preocupa desde hace varios meses su bajante que ya es histórica. Por la pronunciada y larga sequía que atraviesa la zona, la consecuencia inmediata es el bajísimo nivel del agua en las cuencas de la región, que trae aparejado problemas bastante preocupantes porque las relaciones físico-químicas se ven alteradas, y producen diferentes efectos en los ecosistemas.

Durante los últimos días nuevas imágenes impactantes circulan por las distintas redes sociales, mostrando una situación terrorífica, ahora se estudia si la causa de tal desastre es la bajante histórica del nivel del río Paraná. La enorme cantidad de peces en descomposición aumentó rápidamente y los problemas también.

En su mayoría son mojarras, palometas, carpas, algunos dorados, moncholos, tarariras, bagres y sábalos muertos, los peces muertos se cuentan de a miles en las costaneras de las localidades santafecinas de: Recreo, Esperanza, Santo Tomé, adyacencias a la autopista Santa Fe-Rosario, y hasta en la Ciudad de Santa Fe.

Los científicos alertan que estos peces muertos no deben ser consumidos como alimento, porque su estado de descomposición puede causar graves problemas de salud. Mientras tanto, funcionarios de Santa Fe se ocuparon este jueves 3 de diciembre de gestionar la extracción de muestras de estos ejemplares para su estudio, con el fin de analizar los factores que influyeron en la muerte masiva.

Cómo llegamos a esto

No es la primera vez que ocurre la mortandad de peces en esta región, sucedió en otras oportunidades y tuvieron como causa la bajante del Paraná y sus afluentes; pero en esta ocasión la seca y bajante que dominan desde el 2019 resultan históricas. Los expertos indican que esta situación extrema pudo haber generado un nivel de estrés mucho más importante, provocando la mortandad de fauna que se retrata en fotos y videos desoladores.

Como ya hemos explicado en varias oportunidades a lo largo de estos meses, la fase negativa del fenómeno ENOS (La Niña), fue motor de precipitaciones deficitarias en toda la cuenca del Plata (menor al promedio histórico), y los ríos reaccionan con una bajante muy marcada en consecuencia. Por ejemplo, en el puerto de Rosario cuya altura normal es de 3 metros, se midieron solamente 47 centímetros, lamentablemente esta situación se repite en varias provincias.

Al momento los especialistas sospechan que la hipoxia en los peces (ausencia de oxígeno suficiente en los tejidos, como para mantener las funciones corporales), haya causado la muerte masiva. Esto puede suceder por el bajo nivel del río Salado y la floración de cianobacterias (que son bacterias capaces de realizar fotosíntesis oxigénica), aunque por el momento no se puede descartar el aporte de materia orgánica (o química) de los alrededores.

Lluvias y ecosistema fluvial a largo plazo

Si bien diciembre inició con acumulados de precipitación muy generosos en el norte y centro del país, esta no es la tendencia que se mantendrá para el resto del mes. Existe una probabilidad de 99% de que continúe activo el fenómeno de La Niña moderado en el trimestre de verano diciembre-enero-febrero (DEF), dicha probabilidad continuará alta hasta principios del otoño 2021.

La perspectiva de lluvias sigue siendo desfavorable durante todo el verano en el área, el Servicio Meteorológico Nacional indica lluvias por debajo de lo normal para DEF, sobre todo en el sur del Litoral y norte de la Provincia de Buenos Aires. No se esperan eventos que puedan aliviar de manera sensible la situación de escasez y bajante que predominan.

La tendencia climática con horizonte en el comienzo del otoño 2021 sigue siendo desfavorable, y no permite esperar una recuperación franca del nivel del Paraná en los próximos meses.

Según el informe hidrológico del Instituto Nacional del Agua y teniendo en cuenta la perspectiva climática mencionada, se establece que durante los meses de verano los niveles en el río Paraná en territorio argentino (incluyendo el Delta), se mantendrán oscilando en la franja de aguas bajas, sin la esperada recuperación hacia valores normales.

Este bajo nivel de las aguas tiene un impacto negativo en la reproducción de peces en los ríos Paraná y Paraguay; los especialistas concuerdan en que afectará al número de ejemplares por varios años, porque el proceso de recuperación será lento y esto genera sin dudas una gran preocupación.

Por: Marina Fernández – METEORED #NUESTROMAR

barcos@barcosmagazine.com

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