Si toda la industria del plástico está aprovechando la actual crisis de salud para exaltar los beneficios del plástico de un solo uso como un «salvavidas» en los medios de comunicación de hoy, es importante comprender que los estragos directos e indirectos, vinculados al uso de plástico en nuestra vida cotidiana, son un desastre ambiental y de salud sin precedentes …

Sobre la fundación:

En 2010, el empresario suizo Marco Simeoni creó la Fundación Race for Water, con sede en Lausana. Se dedicó por completo a ello para poner su espíritu emprendedor al servicio de los océanos. Apasionado por el mar, decidió en 2015 lanzar una primera expedición científica y ambiental, la Race for Water Odyssey, para elaborar una primera evaluación global de la contaminación plástica de nuestros océanos. La conclusión es clara, las «islas plásticas» no existen, ir a recoger desechos plásticos en el mar resulta ser una utopía. En el corazón de los océanos hay una «sopa» microplástica que navega según los giros oceánicos. “Rápidamente nos dimos cuenta de que la solución está en el terreno. Se debe evitar absolutamente que los desechos plásticos lleguen a los océanos «, dice Marco Simeoni. El 9 de abril de 2017, Race for Water partió nuevamente alrededor del mundo para una nueva Odyssey de cinco años con el fin de ofrecer soluciones para salvar a los océanos de la contaminación plástica, un verdadero desastre ambiental planetario.

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