Por: Eugenio Latanzio.
En este año tan particular, el Salón de Génova logró demostrar que con esfuerzo y perseverancia se pudo realizar el evento. Ésta no fue una Fiera de Genova más por dos razones principales: la primera es que fue la edición número 60th, si veinte años no es nada, esto es un poquito más; la segunda razón era la necesidad de mostrar que valió el esfuerzo para poner a Italia en pie, era necesario mostrar que con organización la vida náutica puede retornar al punto como la conocemos. No había protocolos sino una excelente organización potenciada por la amabilidad y gentileza italiana.
Vistas aéreas del salón
Los cupos de entradas eran limitados, sin embargo cabe destacar que el nivel de interés de los 71.168 visitantes fue importante y eran personas realmente interesadas en los productos exhibidos. El valor agregado de este salón se vio potenciado por la calidad de embarcaciones expuestas donde la genialidad italiana sigue la “imparable” tradición de superarse a si misma.
Un dia antes de la apertura
Otro motivo de valor agregado es el poder romper la “maldición” en cadena sufrida por otros salones náuticos cancelados, por ejemplo Hiswa in Water de Holanda; METS, salón de equipamiento de Amsterdam; Salón de Paris; Boat Show de Mónaco; Cannes, cancelado 15 días antes de su aperture, donde expositores tenían tickets de avión, hoteles reservados, espacios y stands ya pagados; pero el peor de todos fue el Southampton Boat Show, cancelado 11 horas antes de su inauguración.
Las palabras de Saverio Cecchi, presidente de la Ucina definen el sentimiento colectivo “Es necesario que suceda el Salón de Genova, asociado a reglamentos que puedan ayudar a proteger la competitividad de nuestra industria”
Marina Stella, directora general de Ucina, por su parte ha dicho “Nosotros podemos ser el escenario central tanto en lo referente a la seguridad como a la industria, porque nuestra industria será el medio que haga posible que Italia vuelva a ponerse de pie”
Por otra parte, Alessandro Campagna, director general de “I Saloni Nautici” dijo “El 60º Salón de Genova marca el nacimiento de un nuevo paradigma: uno, apuntado a una calidad especializada de audiencia y que 71.168 visitantes y 824 empresas exhibiendo en una superficie total de más de 200.000 m² (90 por ciento de esta superficie en espacios exteriores,) pone de manifiesto que Génova puede ofrecer una calidad única combinando seguridad y eficiencia”
Esta edición “Il Salone Nautico de Genova” ha probado la tremenda determinación de la maravillosa ciudad para llevar adelante en tiempos imposibles una edición inolvidable. Y aquí es donde vale la pena recalcar el esfuerzo no sólo de organizadores sino también de expositores que se hicieron presentes y visitantes que poblaron la muestra.
Y con tremendo coraje y a riesgo de perder todo, llenaron de orgullo a Italia y a la naútica.
La imponente “swimming pool” del Benetti Oasis, con su “beach area” que amplía sus dimensiones gracias a sus plataformas laterales
Este boat show número sesenta es el ejemplo indiscutible a seguir y toda persona que esté en relación con la actividad tiene que llenarlo de orgullo.
Cronológicamente en Europa es el primer salón que se realiza después de Düsseldorf que fue en enero 2020 y no hay que olvidar que la situación vivida en Italia en marzo fue terrible.
El juego de proas de Cantieri del Pardo
La exposición de Génova fue el sello entre esta ciudad y la industria naútica y recalca una vez más que es allí el lugar donde comienza el mar. Entre el 1º y el 6 de octubre los ojos del mundo náutico se centraron en la maravillosa ciudad, la muestra retornó este año a su tradicional primera semana de octubre ya que los últimos años se había trasladado a septiembre.
Una de las impresionantes embarcaciones del astillero Sanlorenzo, diseño de Zuccon International Project y su beach area de popa, una sola posición de comando
Las condiciones climáticas adversas no impidieron las muestras de coraje italiano que en este caso literal y prácticamente hicieron frente a viento y marea. Entre viernes y sábado el viento superó los 42 nudos, la llovizna que nos acompañó no era tal, era el agua de mar que estallaba contra murallones y escolleras. Pese a ello ningún stand cerró y se cubrieron los cupos máximos de visitadores.
Una vez en los pasillos de alguno de los múltiple pabellones escuché a alguien decir “Génova es el Génesis de todo” el tiempo me demostró que es así.
La vela presente en Genova, el diez por ciento de las embarcaciones expuestas corresponden a la vela
Las gráficas de los stands de equipamientos y ropa
Southamerica Yachting News fue el único medio presente de toda América en el salón debido a la imposibilidad de los colegas de viajar por protocolo de Covid-19. Es así que vuelco mis impresiones en esta nota escrita especialmente para la revista Barcos y puedo manifestar que éste ha sido el salón náutico hecho con gran esfuerzo, las tormentas diferencian a los buenos marinos de los demás. Es el punto de partida para el despegue de Italia y la industria náutica que se hizo presente en Génova 2020 con el fin de adaptar y transformar los tiempos dificiles en una oportunidad para reinventarse.
